Sinopsis: Una lectura diferente, destinada a un lector profundo y empático a la verdadera esencia del ser humano. Magia y fluidez. Perfecto cóctel a la esencia absoluta del alma, al reconocimiento del ser humano, brillante en su imperfección. Cuatro relatos abocados a despertar conciencias que, aunque a priori pudiesen parecer «cuentos mágicos», sin embargo, profundizan en la esencia más pura del ser humano en un recorrido al entendimiento en la disección de sentimientos. Perfecta autopsia que deja al descubierto falsos perjuicios e inútiles corazas que merman ese derecho innato a sentir. Responsables y honestos al invulnerable brillo del alma.
Es un libro muy sentimental escrito, supongo, desde la experiencia de lo vivido. Lo único malo de ello es que puedes sentirte identificado... O no. Yo no me sentí identificada con la mayoría de lo escrito, pero no por ello me pareció un libro malo. Lo mejor, buscar cada uno el trasfondo diferente de casa historia.
Sinopsis: Cuatro jóvenes son los ganadores de un viaje a Nueva York con todos los gastos pagados. Mientras esperan la llegada del avión en el aeropuerto, empiezan a compartir sus impresiones sobre el viaje que les espera. Les extraña que no haya más pasajeros que tomen ese vuelo y, sobre todo, les inquieta la presencia de una maleta negra que parece abandonada en medio de la sala. Entonces, surgen las primeras diferencias de opinión sobre qué hacer con ella. ¿Deberían llevarla al departamento de objetos perdidos? ¿Tendrían derecho a abrirla? ¿O sería mejor llamar a la policía?
En este libro Arturo nos cuenta la historia de, literalmente, cuatro extraños (¿o no tan extraños?) que se conocen en un aeropuerto. A todos les ha tocado el mismo sorteo de un viaje a Nueva York con todos los gastos pagados y, aunque les resulta un poco extraño, ¿quién podría resistirse a aceptar algo así?
En Extraños en un aeropuerto conoceremos a Mireia, Arantxa, Adrián y David, dos chicos y dos chicas con unas personalidades muy diferentes, pero con un objetivo común: disfrutar de un viaje pagado a Nueva York. ¿De dónde proviene tanta suerte? ¡Eso da igual! Lo importante es que, al echar la vista atrás, todos tienen tantos problemas que prefieren desprenderse de ellos aunque sea con unas sospechosas vacaciones gratis a la otra punta del mundo.
Arantxa y Adrián no terminan de conectar, pero ambos sin saberlo tendrán un final común pero diferente al de David y Mireia, quienes parecen conectar desde un principio. ¿Dónde ha visto Mireia a David antes…?
Y sobre todo, ¿quién ha abandonado aquella maleta negra en el aeropuerto? ¿¡La abrimos!?
Sinopsis: Un conmovedor cuento de Navidad, lleno de ternura y magia, basado en un episodio real protagonizado por Ángela, la madre de Frank McCourt, cuando era una niña. Es Navidad en la gélida ciudad irlandesa de Limerick y la pequeña Ángela, de seis años, piensa que el Niño Jesús debe estar pasando mucho frío en la iglesia. Así que se lo lleva cariñosamente en brazos hasta el calor de su casa. El tono tierno y entrañable que caracteriza todos los libros de Frank McCourt, convierte este relato en una lectura apta para todas las edades.
Leí por primera vez a Frank McCourt con 13 años (Las cenizas de Ángela, 1999) cuando le compramos el best seller a mi padre como regalo y nunca lo leyó. Yo comenzaba a leer ya libros de adultos y gracias a la sensibilidad con la que escribía y a su vez transmitía, y a la manera tan sencilla y natural que tenía para contar las cosas, se convirtió en uno de mis escritores favoritos.
Pronto le comuniqué a mi madre que me quería comprar todos los libros del autor, si es que tenía alguno más publicado en mi país, e iba periódicamente a la papelería de mi pueblo a comprar cosas para el instituto o algunos libros y preguntaba si había alguna novedad.
Una de ellas fue esta, Ángela y el niño Jesús. No era del estilo en el que estaba acostumbrada a leer a Frank, la novela, sino que esta vez y por petición popular, se animó a escribir un cuento de Navidad basado en una anécdota que le había ocurrido a su madre cuando tenía tan solo seis añitos.
Ángela, madre de Frank, a sabiendas de que las Navidades en la ciudad de Limerick (Irlanda) eran bastante crudas, no pudo soportar ver al niño Jesús en el pesebre de la Iglesia local, vestido tan solo con escasas ropas que desde luego no eran las más adecuadas para la época y creyendo que el bebé estaba pasando mucho frío, decide llevárselo al calor de su hogar.
La peripecia no durará mucho tiempo puesto que es una niña demasiado pequeña para mantener tal secreto y es su hermano Pat, a quien al principio no terminan de creer (se deja entender que tiene una leve discapacidad mental), quien descubrirá todo el pastel y quien termina chivando a toda la familia lo que estaba sucediendo. Teniendo en cuenta que la intención de Ángela fue buena y pura y que no existió maldad alguna y sumado todo ello además de su corta edad, el acontecimiento, cura y policía mediante, no pasa a mayores.
Definitivamente es un cuento precioso con unas ilustraciones a la altura.
Sinopsis: En esta colección de relatos se desgranan, como en un juego de espejos, los aspectos más oscuros y a la vez más luminosos de la condición humana, los más trágicos y los más reconfortantes, enfrentados entre sí en una lucha en la que todos nosotros, en mayor o en menor grado, servimos de campo de batalla. En general son relatos elaborados y poco convencionales: algunos resultan más experimentales, otros más amables. Ninguno pretende parecerse al anterior, y sin embargo existe quizás un nexo común a todos, algo que subyace a la variedad de estilos en que estas historias se presentan: la búsqueda infatigable, siempre cambiante, de nuestro lugar en un mundo complejo y a menudo hostil. Es esta diversidad, integrada en un mismo propósito, la que marca la diferencia de este volumen de relatos con respecto a otros.
En De sombra y luz vamos a encontrar una serie de diferentes relatos en los que conoceremos a todo tipo de personas; como bien dice el título, cada uno con sus luces y sus sombras; que nos harán reflexionar sobre la vida, la personalidad, las circunstancias, la toma de decisiones y todo lo que ello puede, para bien o para mal, conllevar.
Cada historia, cada personaje, tiene unos demonios (no literalmente) diferentes contra los que luchar que, de hecho, pueden ser también cualquiera de los que podemos encontrar nosotros mismos en esta nuestra vida real.
La idea es muy buena, pero me ha resultado una lectura un tanto espesa en la que podías leer varias páginas sin que dijera prácticamente nada destacable. En mi opinión, hacía un excesivo número de frases en las que básicamente solo se les daba la vuelta al mismo tema, con distintas palabras pero con un mismo objetivo y recargadas descripciones cuyo resultado me dieron la impresión de estar de relleno.
Aún con todo, puedes llegar a empatizar con los personajes porque son de esos que te hacen recordar a Pepito, Juanito, a un tío o a una amiga lejana.
Sinopsis: «Me llamo Aurora, tengo once años y puedo ver la muerte de un animal antes de que suceda».
Aurora piensa que su poder es una maldición, hasta que un día salva al perro de Osric, el chico nuevo de la escuela. No tardarán en entablar una amistad que le hará ver las cosas de otra manera.
Los ojos de Aurora nos cuenta la historia en primera persona de Aurora, una niña de once años que es capaz de ver la muerte de un animal antes de que suceda. Ella siempre ha pensado que tiene una extraña maldición que la hace rara a la vista de todos, pero la llegada de Osric, un chico nuevo en la escuela, la hará ver que quizá esa maldición podría empezar a ser considerada un don. Aurora siempre ha sido una chica solitaria, en parte debido a sus visiones ya que no todo el mundo parece comprenderlo, pero Osric no solo la verá como la chica más especial que haya conocido hasta entonces (bueno, él y también Renzo) sino que se convertirá en esa compañía que siempre necesitó, tanto en lo bueno… Como en lo malo. Y de esta forma Aurora por fin se dará cuenta de que nunca estuvo sola realmente, sino que su madre, su pequeña hermana, su padre e incluso su tío tan solo a través de un diario, estuvieron siempre a su lado.
Se sale un poco del estilo de lectura acostumbro a leer y que me suele gustar, pero a pesar de que me ha parecido, sobre todo al final, un libro un tanto extravagante, recomendaría su lectura sobre todo a niños amantes de los animales.
Sinopsis: Esta maravillosa obra recopila diecisiete cuentos fantásticos, donde viajaremos por diferentes planetas, dejándonos guiar por El Principito. Nos encontraremos con curiosos y estrafalarios habitantes que les darán sentido a nuestros viajes, llenándonos de experiencias inolvidables que disfrutarán los más pequeños y sus mensajes, se quedarán impregnados en el corazón de los adultos.
Las ilustraciones han sido creadas por jóvenes diseñadores gráficos, que han sabido captar a la perfección cada cuento con los dibujos que los representan. Sin duda, son ilustraciones muy trabajadas y con una gran calidad visual. Los autores nos hemos unido a través de lo que más amamos; la literatura, como un homenaje que, le rendimos a Antoine de Saint-Exupéry.
Como bien se describe en el título, El Planetario es una antología basada en la obra de El Principito en la que varios autores escriben diferentes versiones que podrían haberse leído en el propio libro de Saint-Exupéry, cada una en su estilo y con su imaginación, pero siempre sin llegar a perder el espíritu del dueño del planeta B 612. En su búsqueda incansable tratando de encontrar su recién desaparecida rosa, el Principito se encontrará con dragones, magos, princesas, sombras, mariposas, un muñeco de nieve, un anticuario, un par de calcetines desparejados, un arlequín y todo tipo de criaturas curiosas de quienes tratará de aprender algo nuevo.
Sinopsis: Un asesino despiadado, conocido como el Segador, está torturando y matando a párrocos en el interior de sus iglesias; firma los crímenes con una cita bíblica escrita con sangre, y luego prende fuego a los cadáveres. Un ritual cuyo fin aparente es desatar el caos.
Acompañado por el agente Erik, Javier Aguirre, detective de la Brigada de Intervención Especial, asiste impotente a un asesinato tras otro. Después de mucho tiempo sin lograr recabar una sola pista, Aguirre topa con Baldo, un anciano que ha presenciado el último crimen. Sin embargo, su interés por este testimonio atrae la atención del Segador, y el detective y sus allegados se convierten en su nuevo objetivo. Ahora Aguirre debe enfrentarse a un criminal que amenaza con devorar todo lo que significa algo para él. Y comienza a tener la sensación de que solo es un peón en un juego cuya dimensión no acaba de comprender.
En Los penitentes, J. E. Alamo nos presenta una historia trepidante, sangrienta y conmovedora sobre el eterno enfrentamiento del bien y el mal, en la que predominan los grises en los bandos involucrados, y los protagonistas están lastrados por la culpa del pasado.
Libro sin filtros, con partes duras que no por ello hacen que pierda un punto de realismo hasta ya terminada la historia. Nos cuenta las diferentes vidas de los vecinos de la zona y sus comportamientos, pero sobre todo se basa en tres protagonistas: los investigadores Javier Aguirre y su colega Erik, y Gloria, una trabajadora de una residencia del lugar.
Todo empieza con una serie de asesinatos perpetrados por alguien a quien denominan el Segador, quien comienza matando párrocos para continuar con un ritual al que obedece para contentarle a Él y suplicarle una supuesta paz que no logra encontrar. Aguirre y Erik tratarán de descubrir quién es el Segador que está acabando con la vida de tanta gente mientras a su vez intentar cuidar a Gloria, quien ahora también forma parte de sus vidas. Gracias a la ayuda de Baldo, uno de los residentes del asilo que ha sido testigo de uno de los asesinatos, se acercan cada vez más al asesino, quien a su vez también está intentando atraerles para su venganza final.
Curiosamente ese final que le gusta a tanta gente es lo que menos me ha atraído del libro. A pesar de la dureza, lo veo un libro muy realista (ya sabemos que la realidad casi todas las veces es capaz de superar a la ficción) y me ha sobrado ese punto de fantasía.
