My rating: 4 of 5 stars
Hay dos ideas que no han dejado de rondar por mi cabeza desde el principio hasta el final de la lectura de este libro. La primera es la inevitable (bajo mi punto de vista) comparación con la película de 2016, El hogar de Mr Peregrine para niños peculiares. Es cierto que son historias diferentes, pero la idea base bajo mis ojos era demasiado similar. Lo mismo me pasa con el personaje principal, que tanto por su personalidad como por su trabajo e incluso en su evolución en ambas novelas, tiende a hacer que me recuerde a Winston, el protagonista de la novela 1984 de G. Orwell.
Linus es un hombre más, con una vida común y aburrida en exceso cuyo culmen es saludar a la cascarrabias de su vecina al volver del trabajo y aguantar los desplantes de su gata. Gatos… Ha trabajado durante los 17 últimos años en el Departamento de Jóvenes Mágicos (DEJOMA), donde se encarga de visitar orfanatos para determinar si estos cumplen con las exigencias que conllevan un buen trato de los niños que viven allí y determinar así sin continúan abiertos o si por el contrario deben cerrarlos y desplazarles a nuevos hogares. Tiene un curriculum intachable debido al cual su vida está a punto de cambiar para siempre cuando le comunican que en la Altísima Dirección le están esperando para notificarle la que va a ser una nueva -y secretísima- misión que tendrá que llevar a cabo durante el próximo mes. Y así es como empieza su aventura, visitando un nuevo orfanato un tanto peculiar donde le esperan seis niños muy especiales: Theodore, Phee, Chauncy, Sal, Talia y Lucy. Theodore, (view spoiler) Phee, (view spoiler) Allí también vive Chauncy. (view spoiler) Sal, (view spoiler) Talia (view spoiler) Y bueno, Lucy, (view spoiler) También está Zoe, que es algo así como una madre a tiempo completo, siempre malhumorada a ojos vista pero con el corazón más grande que Linus haya conocido y (view spoiler) Y por supuesto Helen, la alcaldesa de ese precioso lugar, la isla de Marsyas, y que va a hacer todo lo que esté en su mano porque los cavernícolas de sus habitantes puedan llegar a aceptar a los ocupantes del orfanato situado al otro lado del mar. Ese mismo orfanato, que pronto se convertirá en un hogar también para Linus, ha conseguido metérsele muy dentro, tan dentro que le salpica la cara con gotas de mar y es capaz incluso de llenarle el corazón con su inconfundible olor a sal y a rollito de canela caliente. Arthur es la pieza que le falta a esta historia, (view spoiler) logra entibiar el aparente frío corazón de un Linus que tiene que tomar una decisión final sobre aquel lugar para su trabajo y otra muy diferente que hará que se tambaleen y caigan todos los cimientos en los que creía que su vida se apoyaba.
Como contrapunto quizá le vea el ser una historia demasiado predecible que a mi parecer se queda algo corta para el público más adulto. Aún con todo, merece mucho la pena leerlo.
«Tienen miedo de aquello que no no entienden y ese miedo se convierte en odio por razones que ni ellos mismos aciertan a comprender».
«El mundo es un lugar raro y maravilloso, pero eso no significa que no tenga dientes. Y muere cuando uno menos se lo espera».
Sal: «No soy más que un papel. Fino y frágil. Si me sujetan a contraluz, el sol brilla a través de mí. Si escriben en mí, ya no pueden volver a utilizarme. Estos arañazos componen una historia. Un relato. Cuentas cosas que otros pueden leer, pero ellos solo ven las palabras, y no el soporte en el que están escritas. No soy más que un papel y, aunque hay muchos otros como yo, ninguno es idéntico a mí. Soy pergamino reseco. Tengo pliegues, tengo agujeros. Si me mojan, me deshago. Si me prenden fuego, ardo. Si me cogen unas manos curtidas, me arrugo. Me desgarro. No soy más que un papel. Fino y frágil».
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