He querido escribir esto justo antes de publicar los vídeos y no de otra forma, porque sé que muy poca gente verá el primer vídeo que voy a publicar. Dentro de la poca gente que puede que lo haga, dudo que alguna llegue a ver el segundo completo y si alguien es capaz de darle al play en el tercero, nunca llegará al noveno.
En mi opinión personal y por supuesto subjetiva, hay dos tipos de transtornos psicológicos, síndromes o fobias: las que son comprendidas y las que no.
Siempre quise estudiar psicología y especializarme en fobias, transtornos y síndromes, pero nunca lo haré porque tengo miedo de tenerle miedo al miedo y no seré capaz de ir a clases. Nunca he entendido esa poca comprensión de la gente -allegada o no, da igual- hacia los enfermos y eso que me tenía a mí misma por una persona comprensiva. Será que a veces nos equivocamos... Entiendo que una fobia sea denominada como "irracional" cuando no hay razón -aparente, que siempre la hay aunque a veces esté escondida- para tener determinados miedos. Pero que sea irracional, no implica que las demás personas no tengan que intentar entenderla, sino más bien todo lo contrario.
Cualquier persona puede comprender a una persona que tiene depresión. Incluso sin saber a qué se debe, pero a todos nos pasan cosas malas -a algunos más que otros-. La depresión puede ser provocada por la muerte de una persona querida, el fin del amor de pareja, las discusiones fuertes y duraderas con la gente a quien aprecias, la pérdida de un trabajo, una enfermedad, etc.
Uno de cada seis niños estadounidenses sufre de autismo. Todo el mundo comprende a una persona con autismo y evidentemente sabe que no es autista porque esa persona lo desee. No lo hace porque quiere al igual que no lo hace un Asperger.
Incluso en fobias aparentemente tontas como lo son la aracnofobia (miedo a las arañas) o la ofidiofobia (miedo a las serpientes) -aparentemente porque prácticamente el 100% de las arañas que te encuentres a lo largo de tu vida son inofensivas y porque culebras veremos pocas en nuestro día a día- son bastante comprendidas e incluso compartidas por un gran porcetaje de la población.
El resumen es: "Ya que 'tú eliges' debes dar con la fobia adecuada".
Si eres fóbico social, agorafóbico -transtorno del que tratan los vídeos, por si llegáis a ellos-, sufres de T.O.C. (transtorno obsesivo compulsivo), T.P.E. (transtorno por evitación) o similares, siempre será porque quieres. Y todo esto a pesar de que fobias como la agorafóbia o la fobia social estén entre las diez fobias más comunes.
Y digo yo... ¿Una persona agorafóbica lo es porque quiera? No lo preguntéis. Yo cometí el error de hacerlo y la respuesta en 9 de cada 10 casos fue que sí. El décimo no se había enterado de la pregunta...
Os pondré en situación.
Los expertos han determinado que un 5% de la población mundial sufre algún tipo de fobia. Esto significa que una de cada veinte personas sufre algún tipo de fobia siendo más frecuentes en la mujeres.
Hasta un 22% de la población (atención al dato) sufre, ha sufrido o sufrirá algún tipo de ansiedad o depresión en algún momento de su vida.
Un 15% de la población (el porcentaje también es importante) sufre alguna variedad de agorafobia (miedo a los ataques de pánico sufridos en un lugar del que no se pueda huir y no exactamente el miedo a salir de casa como se tiene entendido comúnmente como agorafobia).
Los estudios demuestran que alrededor de un 13% de la población mundial sufre fobia social (miedo a estar con gente y a determinados comportamientos en público) en algún momento de su vida. En un año, al menos 5.3 millones de personas en los Estados Unidos tienen fobia social. Aproximadamente el 3% de la población norteamericana sufre este transtorno.
En México, un 16% de la población sufre hipocondría (miedo a caer enfermo), porcentaje que en la población mundial desciende a un 9%.
Entre un dos y un cuatro por ciento de la población padece T.O.C.
Un 1% tiene el síndrome de Guilles Tourette (ticks crónicos múltiples).
Erotofobia (temor al sexo), acrofobia (temor a las alturas), algofobia (al dolor), amaxofobia (a conducir un vehículo), atratofobia/brontofobia (temor a las tormentas), autofobia (a estar solo), catagelofobia (a hacer el ridículo), dentofobia (a los dentistas), homofobia (a los homosexuales), euretrofobia (a ponerse rojo), fonofobia (a los ruidos fuertes), genofobia (al acto sexual), glossofobia (a hablar en público), hemofobia (a la sangre)...
Aquí tenéis una lista de las 10 fobias más comunes.
Fuente: http://www.fobias.net/fobias-comunes.php
Aracnofobia: Se trata del miedo a las arañas. Se calcula que la mitad de las mujeres y el 10% de los hombres padecen esta fobia en algún grado. Las reacciones de estas personas resultan exageradas para los demás, e incluso para los mismos afectados. Éstos procuran mantenerse apartados de los sitios en donde pueden encontrarse arañas, o donde han visto telas de araña. En los casos más serios, el pánico puede ser detonado incluso al ver una fotografía.
Sociofobia: Se trata de un persistente e intenso miedo a ser juzgado negativamente en situaciones sociales. Es una fobia de las más comunes entre adolescentes y jóvenes, se calcula que cerca de un 4% de las personas entre 18 y 55 años la padecen. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las fobias, esta fobia social es igualmente común en hombres y mujeres.
Aerofobia: Se trata del tan común miedo a viajar en avión (de hecho, se calcula que sólo el 5% de los pasajeros abordan el avión sin temores de ningún tipo). Sin embargo, las personas que padecen de esta fobia no experimentan sólo una ligera inquietud en el momento del aterrizaje y del despegue, sino que en ocasiones las fobias les impiden planear siquiera un viaje de este tipo, o les ocasionan trastornos de ansiedad ante la perspectiva de un futuro viaje, incluso meses antes de llevarlo a cabo.
Agorafobia: Se trata del miedo a los espacios abiertos, y es un trastorno más común entre las mujeres que entre los hombres. El agorafóbico teme todo aquel lugar donde no se sienta “seguro” o no pueda “recibir ayuda”. El que presenta este tipo de trastorno suele refugiarse en su hogar y rara vez sale, ya que en esas ocasiones experimenta una gran ansiedad. Es la fobia que motiva más a menudo consultas a especialistas.
Claustrofobia: Al contrario que la agorafobia, este trastorno implica el temor a quedar confinado a espacios cerrados. Se estima que entre un 2 y un 5% de la población padece esta fobia. Estas personas suelen evitar los ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas, hasta las puertas giratorias les pueden presentar dificultades, así como también el uso de equipos para técnicas de diagnóstico médico como el TAC.
Acrofobia: Se trata del miedo a las alturas, no simple vértigo sino un temor que ocasiona ansiedad a quienes lo padecen. La fobia suele manifestarse en situaciones tales como las de asomarse a un balcón, estar en un mirador elevado o junto a un precipicio. Al igual que sucede en otras fobias, aquellos individuos que la sufren buscarán evitar la situación temida.
Emetofobia: Se trata de la fobia al vómito o a vomitar. Hay personas que sienten más que una simple aversión hacia el acto de vomitar, y que incluso cambian sus hábitos alimenticios y sociales en consecuencia (por ejemplo, evitar ir a comer a restaurantes por temor a que la comida que le sirvan allí le siente mal al estómago). Si bien sólo en casos extremos se considera fobia, se calcula que el 6% de la población siente temor de vomitar.
Carcinofobia: Se trata del miedo a contraer cáncer. Es uno de los temores más comunes desde el momento en que la mayoría de los adultos siente aprensión ante la posibilidad de manifestar esta enfermedad. Sin embargo, en el caso de los fóbicos, se trata de un miedo muy antinatural, ya que demostrarán temerle a cualquier síntoma físico negativo, asociándolos todos a síntomas de la enfermedad.
Brontofobia: Son comunes las fobias que involucran elementos climáticos o determinados fenómenos meteorológicos, y éste es el caso de la brontofobia. Consiste en el miedo extremo ante los rayos y truenos de las tormentas. Alguien con esta fobia estará alarmado tanto antes como durante las tormentas, y en casos extremos, padecerán los síntomas de la ansiedad. Incluso puede verse afectada su vida social, ya que su planificación de actividades depende del pronóstico meteorológico, y pueden llegar a faltar al trabajo o modificar sus hábitos debido al clima.
Necrofobia: El miedo a la muerte es algo natural e instintivo en el hombre, posiblemente porque la muerte es lo desconocido. Además, se asocia la muerte con los padecimientos que la preceden, dolor, sufrimiento, etc. Sin embargo, algunas personas padecen de una verdadera fobia a la muerte y a los seres muertos. Quienes padecen de esta condición no pueden explicar con claridad el sentimiento escalofriante que experimentan al estar frente a una momia o a un cadáver.
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sábado, 27 de agosto de 2011
miércoles, 24 de agosto de 2011
Cosas de niños
Y es que si eres un padre de esos que se lleva la cámara a todos lados para mostrar al mundo lo salao’ que es tu chiquín (y no grabas encima como hizo el mío con todos los vídeos de cuando era pequeña ¬¬) a veces los nenes tienen ciertas caídas que quedan para la posteridad -o en la actualidad para el híper famoso YouTube-.
Este es un claro ejemplo de la imaginación, lógica, razonamiento y perspicacia que demuestran algunos críos y que hacen que los propios adultos nos sorprendamos con frecuencia.
Primer ejemplo: David después de su visita al dentista. Supongo que todos sabéis de qué vídeo estoy hablando (si no lo sabéis es que sois Gremlims, probad a pegaros una ducha), pero por si acaso no es así, os dejo el vídeo con subtítulos en castellano. David fue al dentista donde tuvieron que darle algunos puntos por lo cual, le pusieron anestesia. Se ve que la anestesia no le sentó demasiado bien y este es el resultado grabado por su padre:
Ok, segundo vídeo. Si así de primeras os digo que es un vídeo de ballet seguramente nadie querrá verlo. Pero si os digo que resulta ser una tragedia –la de la primera posición, como “exbailarina” la conozco bien- y que os vais a reír de los calvarios que pasa una pobre niña para mantener indemne esa primera posición quizá queráis echarle un vistazo. Aquí lo tenéis:
Buenísimo, ¿eh? Sigamos con los famosísimos niños parlantes. Por favor, no me pidáis subtítulos, no soy tan buena. Desde luego la conversación tiene que ser interesante, profunda… Y entendible sólo para ellos por lo que se ve. ¿Hablarán del misterio del calcetín desaparecido?
Dejemos paso a una niña que podría perfectamente conversar con los dos gemelos anteriores. Lo malo es que sospecho que no se conocen, así que la pequeña se conforma y “charla” con su padre. ¿Qué remedio?
Sin comentarios. Pero muy bueno xD Al menos el niño toma yogures –de los de Coronado, no unos cualquiera- y es muy limpio.
* A ver… Nadie es nunca como querría. Si tienes el pelo rizado, seguramente lo querrás tener liso. Si tienes los ojos marrones, seguro que te gustan más verdes. Y si eres "blanquinho", puede que quisieras ser “negrinho”. No os preocupéis, hay soluciones para todo (una de las mejores partes, cuando sale la madre chillando: Meu Deus!!):
*Si no lo entendéis, puedo traducirlo, pero creo que se entiende bastante bien el portugués.
Luego hay gente que se lleva mal con sus hermanos (más gemelos. Deben tener una chispa especial para este tipo de vídeos). Viendo este vídeo, yo le guardaría rencor eterno a mi hermano gemelo. *Matou a mina formiguinha! Que dó, que dó. *Mató mi hormiguita. ¡Qué dolor, qué dolor! :( Y encima pone cara de no saber nada… Hmmm… (También se entiende, ¿verdad?)
Si nada de esto funciona, puedes probar a morderle un dedo a ver qué pasa:
¿No te han dicho alguna vez que no te fíes ni de tu sombra? Pues a esta niña le da miedo. Lógico, a ella también se lo habrán dicho alguna vez.
Ays, Justin Bieber. Es TAN mono… Lo queráis o no, levanta pasiones, pero lo de esta niña… El momento en el que suena el teléfono es MÍTICO. xD Por cierto, con subtítulos en castellano.
Mamá, te quiero. Pero que sepas que no te quiero todo el tiempo, sólo cuando me das galletas. xD
Después de un cabezazo jugando con su hermano, este bebé tiene sangre. Blood! BLOOD! ¿Es divertido? ¿¡ES ACASO DIVERTIDO!?
A algunos les rompe el corazón una “mujer”…
Y a otros, ¡los Pumas! (Es un equipo mexicano) ¡No sirven pa’ nada!
¿Un poquito de música? :)
Este es un claro ejemplo de la imaginación, lógica, razonamiento y perspicacia que demuestran algunos críos y que hacen que los propios adultos nos sorprendamos con frecuencia.
Primer ejemplo: David después de su visita al dentista. Supongo que todos sabéis de qué vídeo estoy hablando (si no lo sabéis es que sois Gremlims, probad a pegaros una ducha), pero por si acaso no es así, os dejo el vídeo con subtítulos en castellano. David fue al dentista donde tuvieron que darle algunos puntos por lo cual, le pusieron anestesia. Se ve que la anestesia no le sentó demasiado bien y este es el resultado grabado por su padre:
Ok, segundo vídeo. Si así de primeras os digo que es un vídeo de ballet seguramente nadie querrá verlo. Pero si os digo que resulta ser una tragedia –la de la primera posición, como “exbailarina” la conozco bien- y que os vais a reír de los calvarios que pasa una pobre niña para mantener indemne esa primera posición quizá queráis echarle un vistazo. Aquí lo tenéis:
Buenísimo, ¿eh? Sigamos con los famosísimos niños parlantes. Por favor, no me pidáis subtítulos, no soy tan buena. Desde luego la conversación tiene que ser interesante, profunda… Y entendible sólo para ellos por lo que se ve. ¿Hablarán del misterio del calcetín desaparecido?
Dejemos paso a una niña que podría perfectamente conversar con los dos gemelos anteriores. Lo malo es que sospecho que no se conocen, así que la pequeña se conforma y “charla” con su padre. ¿Qué remedio?
Sin comentarios. Pero muy bueno xD Al menos el niño toma yogures –de los de Coronado, no unos cualquiera- y es muy limpio.
* A ver… Nadie es nunca como querría. Si tienes el pelo rizado, seguramente lo querrás tener liso. Si tienes los ojos marrones, seguro que te gustan más verdes. Y si eres "blanquinho", puede que quisieras ser “negrinho”. No os preocupéis, hay soluciones para todo (una de las mejores partes, cuando sale la madre chillando: Meu Deus!!):
*Si no lo entendéis, puedo traducirlo, pero creo que se entiende bastante bien el portugués.
Luego hay gente que se lleva mal con sus hermanos (más gemelos. Deben tener una chispa especial para este tipo de vídeos). Viendo este vídeo, yo le guardaría rencor eterno a mi hermano gemelo. *Matou a mina formiguinha! Que dó, que dó. *Mató mi hormiguita. ¡Qué dolor, qué dolor! :( Y encima pone cara de no saber nada… Hmmm… (También se entiende, ¿verdad?)
Si nada de esto funciona, puedes probar a morderle un dedo a ver qué pasa:
¿No te han dicho alguna vez que no te fíes ni de tu sombra? Pues a esta niña le da miedo. Lógico, a ella también se lo habrán dicho alguna vez.
Ays, Justin Bieber. Es TAN mono… Lo queráis o no, levanta pasiones, pero lo de esta niña… El momento en el que suena el teléfono es MÍTICO. xD Por cierto, con subtítulos en castellano.
Mamá, te quiero. Pero que sepas que no te quiero todo el tiempo, sólo cuando me das galletas. xD
Después de un cabezazo jugando con su hermano, este bebé tiene sangre. Blood! BLOOD! ¿Es divertido? ¿¡ES ACASO DIVERTIDO!?
A algunos les rompe el corazón una “mujer”…
Y a otros, ¡los Pumas! (Es un equipo mexicano) ¡No sirven pa’ nada!
¿Un poquito de música? :)
lunes, 22 de agosto de 2011
Fotografía - Clark Little & Natsumi Hayashi
Para comenzar, os voy a presentar a Clark Little, surfista profesional nacido en Napa en 1968. Cuando tan sólo tenía dos años tuvo que trasladarse a vivir a Oahu, Hawaii, con su familia donde comenzó a practicar el que sería su deporte favorito. Mientras practicaba con su tabla, le fascinaba ver los diferentes colores, formas y expresiones que toma el agua, diferentes en cada ola, en cada movimiento... Así que con el tiempo, Clark se decidió a comprar una cámara de fotos y comenzó a fotografiar el mar para mostrarle a su mujer lo que él podía ver mientras robaba las olas.
¿Conocéis a la chica que levita? Se llama Natsumi Hayashi y, según he leído, tiene solamente 17 años. Es japonesa, vive con dos gatos y... Pues eso, que levita. ¿El truco? Mucha paciencia. Una cámara réflex, un trípode, controlar el tiempo en el que quieres que se dispare la foto, ¡y saltar!
Para que os hagáis una idea, aquí os dejo una anécdota que he leído esta tarde escribiendo esta entrada para el blog y buscando las fotos.
Un día, cuando estaba saltando en un lugar muy famoso de Tokio, unos trabajadores de un tienda se asustaron al verla saltar tantas veces de tan extraña forma delante de su cámara. Cuenta Natsumi que les escuchaba decir cosas como: "Debe estar un poco loca" o "¿deberíamos llamar a la policía?". Ella dejó de saltar y se excusó diciendo que estaba haciendo fotos para su boda. Los trabajadores se avergonzaron con tal explicación y la animaron a seguir haciendo fotos ientras le daban la enhorabuena por su próxima boda.
Os dejo algunas fotos de ambos intercaladas:
Y sus webs:
www.clarklittlephotography.com
http://yowayowacamera.com
¿Conocéis a la chica que levita? Se llama Natsumi Hayashi y, según he leído, tiene solamente 17 años. Es japonesa, vive con dos gatos y... Pues eso, que levita. ¿El truco? Mucha paciencia. Una cámara réflex, un trípode, controlar el tiempo en el que quieres que se dispare la foto, ¡y saltar!
Para que os hagáis una idea, aquí os dejo una anécdota que he leído esta tarde escribiendo esta entrada para el blog y buscando las fotos.
Un día, cuando estaba saltando en un lugar muy famoso de Tokio, unos trabajadores de un tienda se asustaron al verla saltar tantas veces de tan extraña forma delante de su cámara. Cuenta Natsumi que les escuchaba decir cosas como: "Debe estar un poco loca" o "¿deberíamos llamar a la policía?". Ella dejó de saltar y se excusó diciendo que estaba haciendo fotos para su boda. Los trabajadores se avergonzaron con tal explicación y la animaron a seguir haciendo fotos ientras le daban la enhorabuena por su próxima boda.
Os dejo algunas fotos de ambos intercaladas:
Y sus webs:
www.clarklittlephotography.com
http://yowayowacamera.com
lunes, 8 de agosto de 2011
Una de libros, ¿cuál es tu favorito?
Quizá voy a sonar un poco egoísta diciendo esto, pero las personas que no tenemos "nada que hacer" (poned especial atención a las comillas) cuando llega el verano y las tiendas comienzan a cerrar para disfrutar de sus merecidas vacaciones en Benidorm con el niño, la suegra, la colchoneta de playa y los castillos de arena, nos aburrimos como ostras. Sí, como ostras, yo tampoco sé exactamente a qué viene la comparación pero la vida de las ostras tampoco debe ser demasiado excitante...
En fin... Comencé a preguntar a mis amigos cuál era su libro favorito e, inexplicablemente (para mí solamente quizá), nadie me lo quería decir. A ver, no hay de qué preocuparse, si vuestro libro favorito es el de Jack el destripador, tampoco voy a pensar que me vais a destripar. Con no quedar con vosotros... xD
Cogí mi libro favorito (eh, mi libro favorito, ¿qué pasa? Yo sí que tengo :P) y lo leí por vigésimo quinta vez, mientras decidía cuál sería el siguiente.
Las cenizas de Ángela, de Frank McCourt.
Así que ya que dicen que el saber no ocupa lugar (¡y un huevo! Que se lo digan a mi padre que pronto me sacará a mí de casa para meter más libros) he decidido darme una vuelta por la biblioteca a ver qué encontraba. Vi uno muy bueno sobre psicología, pero no me convenció mucho. Los que no son de autoayuda son tan intragables que no inspiran ni a los que estudian la materia.Y bueno, ya de paso pensé en pasarme también por el Carrefour, pero fue la búsqueda fue algo infructuosa y es que veréis... Carrefour, en el apartado de libros y música que es por donde más me paso, tiene dos normas básicas. La primera es que nunca hay nadie para atenderte y cuando llaman a la persona a la persona que debería estar ahí para atenderte, siempre está merendando. Da igual que vayas a las dos de la tarde que a las ocho, el señor Rodríguez está merendando. Norma número dos, si vas en Agosto, están en vacaciones y no van a contratar a nadie nuevo para trabajar un mes. Por lo tanto: O encuentras el libro que quieres, o picas y te vas con otro o te vas más cabreado que un chino (y esta comparación sí que no me la explico, los chinos de mi barrio siempre me miran con una sonrisa en la cara...).
A punto estuve de volver a releerme este otro que me gustó mucho:
Sadako y las mil grullas de papel, de Eleanor Coerr.
O:
Mi planta de naranja-lima, de José Mauro de Vasconcelos.
Pero me llevé antes un libro de la biblioteca que me había dicho una amiga que le había gustado (sí, eres tú, pero ni te llamaré guapa, ni te nombraré, pero eres tú xD) y otro del Carrefour (que pagó mi madre, pero esto no se lo digáis a nadie que me da vergüenza admitirlo...).
No tenían el que quería de Bucay, pero ahora mismo me estoy leyendo primero el de la biblioteca para poder devolverlo:
El túnel, de Ernesto Sábato.
Y tengo en mi mesilla esperando a ser leído, ya no sólo porque me atrajo desde el principio, sino por mi poco conocimiento "personal" del escritor (una historia muy larga):
Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo, de Albert Espinosa.
Malo fue ver su último libro en los estantes de la tienda. Si me gusta este, seguro que me compro también su último libro:
Si tú me dices ven lo dejo todo... Pero dime ven, también de Albert Espinosa.
Este fin de semana estuve en casa y cogí prestado el primero de la trilogía de Millennium.
Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson. (Parte I de Millennium)
Total, cuando me pongo a devorar no hay quien me pare y de paso, tengo ese "tochaco" para leer mientras busco estos otros tres que también me gustaría leer. El primero, derivado del cuento escrito en mi entrada anterior del blog:
Cuentos para pensar, de Jorge Bucay.
De este otro escuché muy buenas críticas:
Las hijas del frío, de Camilla Láckberg.
Y este último me recordó a mi amigo Dani. :) Sólo había uno en la tienda y me parece que estaba en una posición preferente por los últimos acontecimientos sobre la muerte de Amy Winehouse...
Morir a los 27, de Joseph Gelinek.
En fin... Comencé a preguntar a mis amigos cuál era su libro favorito e, inexplicablemente (para mí solamente quizá), nadie me lo quería decir. A ver, no hay de qué preocuparse, si vuestro libro favorito es el de Jack el destripador, tampoco voy a pensar que me vais a destripar. Con no quedar con vosotros... xD
Cogí mi libro favorito (eh, mi libro favorito, ¿qué pasa? Yo sí que tengo :P) y lo leí por vigésimo quinta vez, mientras decidía cuál sería el siguiente.
Las cenizas de Ángela, de Frank McCourt.
Así que ya que dicen que el saber no ocupa lugar (¡y un huevo! Que se lo digan a mi padre que pronto me sacará a mí de casa para meter más libros) he decidido darme una vuelta por la biblioteca a ver qué encontraba. Vi uno muy bueno sobre psicología, pero no me convenció mucho. Los que no son de autoayuda son tan intragables que no inspiran ni a los que estudian la materia.Y bueno, ya de paso pensé en pasarme también por el Carrefour, pero fue la búsqueda fue algo infructuosa y es que veréis... Carrefour, en el apartado de libros y música que es por donde más me paso, tiene dos normas básicas. La primera es que nunca hay nadie para atenderte y cuando llaman a la persona a la persona que debería estar ahí para atenderte, siempre está merendando. Da igual que vayas a las dos de la tarde que a las ocho, el señor Rodríguez está merendando. Norma número dos, si vas en Agosto, están en vacaciones y no van a contratar a nadie nuevo para trabajar un mes. Por lo tanto: O encuentras el libro que quieres, o picas y te vas con otro o te vas más cabreado que un chino (y esta comparación sí que no me la explico, los chinos de mi barrio siempre me miran con una sonrisa en la cara...).
A punto estuve de volver a releerme este otro que me gustó mucho:
Sadako y las mil grullas de papel, de Eleanor Coerr.
O:
Mi planta de naranja-lima, de José Mauro de Vasconcelos.
Pero me llevé antes un libro de la biblioteca que me había dicho una amiga que le había gustado (sí, eres tú, pero ni te llamaré guapa, ni te nombraré, pero eres tú xD) y otro del Carrefour (que pagó mi madre, pero esto no se lo digáis a nadie que me da vergüenza admitirlo...).
No tenían el que quería de Bucay, pero ahora mismo me estoy leyendo primero el de la biblioteca para poder devolverlo:
El túnel, de Ernesto Sábato.
Y tengo en mi mesilla esperando a ser leído, ya no sólo porque me atrajo desde el principio, sino por mi poco conocimiento "personal" del escritor (una historia muy larga):
Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo, de Albert Espinosa.
Malo fue ver su último libro en los estantes de la tienda. Si me gusta este, seguro que me compro también su último libro:
Si tú me dices ven lo dejo todo... Pero dime ven, también de Albert Espinosa.
Este fin de semana estuve en casa y cogí prestado el primero de la trilogía de Millennium.
Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson. (Parte I de Millennium)
Total, cuando me pongo a devorar no hay quien me pare y de paso, tengo ese "tochaco" para leer mientras busco estos otros tres que también me gustaría leer. El primero, derivado del cuento escrito en mi entrada anterior del blog:
Cuentos para pensar, de Jorge Bucay.
De este otro escuché muy buenas críticas:
Las hijas del frío, de Camilla Láckberg.
Y este último me recordó a mi amigo Dani. :) Sólo había uno en la tienda y me parece que estaba en una posición preferente por los últimos acontecimientos sobre la muerte de Amy Winehouse...
Morir a los 27, de Joseph Gelinek.
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