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jueves, 9 de marzo de 2006
Nunca Jamás
A veces, cuando recuerdo mi infancia, deseo no seguir creciendo y no hacere mayor nunca. Cada vez es más difícil que esto suceda y, pronto con 20 primaveras a mís costillas empezará a ser imposible. Por eso quiero irme al país de nunca jamás, donde los niños no crecen. Por eso y para poder mancharme jugando con la tierra y subir a casa con mi mejor amiga a darme un baño y ver la tele. Por eso y para que mi padre siga leyéndome cuentos por la noche y espere a que me duerma para arroparme. Para poder ver las series de cuando era niña y comentarlas con mis amigas al día siguiente en el colegio. Para soñar con verme de mayor... Saltar a la comba, jugar a las canicas y a los coches con los chicos de mi barrio... Jugar a liebre en las noches cálidas de verano y, que cuando todos estén pillados, cortar y salvarnos a todos. Por eso y para mantener por siempre la inocencia de una niña en mí.
Sé que muchas de estas cosas jamás las recuperaré; pero también sé que, podrán derribar mi casa, podrán el mundo darme la espalda, podré sufrir al verme crecer y ver como las personas que me acompañaron en el trayecto perecen. Pero estoy segura de que nadie podrá borrar mis recuerdos que se alojan en un sitio especial, reservado para ellos en mi cabeza.
Y podré pasar las tardes de verano sin un amigo con quien ir a montar en bicicleta y podré no volver a ser tratada como una niña; pero, jamás lo olvidaré. NUNCA JAMÁS.
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me ha gustado!! jo, yo también echo de menos todo aquello: el pilla-pilla, el bote-bote, el escondite, cuando preparábamos coreografías con las canciones de moda, cuando nos tirábamos hasta las 4 de la mañana en verano jugando a lo que sea ó contando chistes, para al día siguiente estar a las 11 otra vez en la calle jugando. Creer que nadie te puede impedir hacer nada, que todos los problemas se solucionan con un partido de fútbol, que cuando hacías algo malo solo te castigaban y te daba igual, vivir cada día como si fuese el último, zampar galletas con leche para merendar en casa de un amigo, subirte en invierno a casa los domingos a las 8, ducharte, y salirte al portal en pijama con una almohada y una manta hasta la hora de cenar, en fin, yo quiero aquello. Si es que te lo pasabas genial, no tenías preocupaciones por nada. Jo....
ResponderEliminarY ahora te haces mayor y... O trabajas en algo que, probablemente no te gusta y te explotan, madrugas y trabajas hasta tarde... O estudias y estudias hasta quedarte sin sesos. Además, ya eres mayor y por tanto, tienes problemas y preocupaciones que antes no tenías.
ResponderEliminarGracias Soni (espero que todo te vaya bien ;) )
jeje, ya estoy mucho mejor, gracias, y todo me va ya genial
ResponderEliminarbueno, lo de estudiar, bien seguro, que te tiras la vida empollando y acabas en el McDonald's XD
snif snif que bonito..
ResponderEliminarYo no quiero volver a ser niño :s solo hecho de menos la inocencia, lo que se le oculta a un niño, pero bueno por lo demás...
Y encima para trabajar limpiando escaleras ya casi te piden que sepas inglés...
ResponderEliminarYo también echo de menos aquella inocencia... Y los ratos con mis amigos... A esa edad no existen los amigos falsos, todo es bueno o será que no te enteras de nada.
en mi experencia, contra menos edad más maldad de los niños pero creo que es porque hoy en dia la gente tiene la misma maldad incluso más pero claro no es lo mismo aquiel chico inocente y vergonzoso que el chico de hoy vergonzoso pero no inocente
ResponderEliminarPero los niños no lo hacen a propósito para hacer daño, sólo hacen maldades para hacerse notar y llamar la atención. Los adultos ya sabemos de sobra dónde duele.
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