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lunes, 15 de agosto de 2022

¿Qué lees? «Por si las voces vuelven», de Ángel Martín


Mis estrellas

Sinopsis: Hace unos años me rompí por completo. Tanto como para que tuvieran que atarme a la cama de un hospital psiquiátrico para evitar que pudiera hacerme daño.

No tengo ni idea de cuándo empezó a formarse mi locura.

A lo mejor nací genéticamente predispuesto.

A lo mejor fui macerando una depresión al callarme ciertas cosas por no preocupar a los demás.

O a lo mejor simplemente hay cerebros que de la noche a la mañana hacen crec y se acabó.

Si algo he descubierto en todo este tiempo es que cuando cuentas abiertamente que se te ha pirado la cabeza la gente enseguida le pone el sello de tabú. Aunque este libro lo he escrito para mí, por si las voces vuelven, es para cualquiera que haya pasado o esté pasando por algo parecido, y así romper de una vez por todas el estigma de las enfermedades mentales. Pero si simplemente te apetece jugar a ver el mundo como yo lo vi mientras perdí el contacto con la realidad, este libro también es para ti. Si escuchas bien las voces, descubrirás cosas fascinantes como esta:

NO NECESITAS LLEGAR A TOCAR FONDO PARA RECONSTRUIRTE DESDE CERO


Por si las voces vuelven by Ángel Martín Gómez
My rating: 4 of 5 stars

Quizá mi frase suene con cierto tono despectivo, aunque ni es mi intención, ni tampoco creo que al autor pudiera parecerle mal que lo dijera y es que… Este libro es una ida de olla. Y de hecho es literalmente así, este libro habla sobre la ida de olla del autor, Ángel Martín, donde nos cuenta con palabras llanas una época en la que se volvió loco.

Conocía a Ángel Martín más bien de refilón, la tele y yo no somos excesivamente amigas y sus programas o similares no suelen ser algo que vea con asiduidad, pero sí tenía una idea bastante vaga sobre quién era. Lo que nunca me habría podido imaginar era por lo que había estado pasando y es que sí, como él mismo reconoce en el libro, esto de volverse loco es mucho más común de lo que podemos imaginarnos y, a pesar de que muchas veces pueda haber factores genéticos, circunstancias y un largo etcétera de cosas que nos predispongan a ello, nadie está exento de que pueda sucederle.

En general, la salud mental es un tema sobre el que me encanta leer, un grupo al que por suerte o por desgracia pertenezco y perteneceré por siempre y justo ahora que parece que es una materia saliendo del letargo del tabú, no encuentro un mejor momento para leer sobre ello. El fin de semana de este año mientras se celebraba la feria del libro, vi el ejemplar en una caseta y me lo autoregalé.

Como ya digo, aunque fuera superficialmente, conocía a Ángel Martín de verle alguna vez en la tele y con la vaga idea que tenía sobre él, nunca esperé que su libro fuera un Quijote sobrado de literatura (‘movida’, ‘en plan’, ‘lo que me salga del rabo’…), sino justo lo que me encontré, una colección de frases que en ocasiones pueden sonar a libro de autoayuda pero con las que en lo personal, quizá por también mis circunstancias, me he sentido muchas veces identificada. Comprendo que mucha gente no pueda conectar con un libro en el que se cuenta que intentaba dar saltitos para ver si conseguía volar o que intentaba bajar los precios de las tiendas con la mente, sí, lo entiendo, a mí tampoco me ha pasado nunca; pero evidentemente es un libro que trata sobre su locura y puedes, yo al menos pude, sentirte identificado con otras de sus experiencias o adaptarlas a tu propia vida.

Siendo honesta, tenía ganas de leer el libro y no me sentí decepcionada al hacerlo. Es verdad que quizá el último o los dos últimos capítulos no dicen nada nuevo, pero creo que están publicados con la firme intención de poder demostrar al lector que haya pasado por algo similar que no es el final y que de esto también se puede salir. Por cada capítulo nuevo que iba leyendo, coleccionaba una nueva frase que llamaba mi atención o con la que podía llegar a reconocerme. Si juntamos todas estas frases, obtendremos Por si las voces vuelven.

“Si algo he descubierto en todo este tiempo es que cuando cuentas abiertamente que se te ha pirado la cabeza la gente enseguida le pone el sello de tabú”.

“Llegué a dar saltitos en el jardín intentando volar”.

“Lo más raro de salir del ala de psiquiatría de un hospital es que todo el mundo se alegra mucho de algo que en realidad está muy lejos de ser cierto: ya estás bien”.

“Te cuesta respirar, hablar, vivir”.

“…a ratos te derrumbas porque tú y yo sabemos que estarás usando todas tus fuerzas para remontar aunque no se lo parezca a nadie. Y esa es realmente la sensación más dura: la de sentir que, por mucho que te esfuerces, no remontas y que la gente crea que en realidad no te esfuerzas”.
“…cuando sabes que te estás esforzando todo lo que puedes y las únicas palabras que recibes son cosas del tipo: pues yo no creo que te estés esforzando”.

“Déjame que insista en algo que ya dije hace rato: jamás juzgues el esfuerzo que creas que no puede estar haciendo alguien basándote solo en lo que ves físicamente”.

“Los demás sí que lo hemos pasado mal y no tú. ¿Y sabes qué? Por tu culpa”.

“Tenemos la cabeza llena de nudos que somos incapaces de deshacer…”


¡Punto para los locos! (Que no somos pocos…)

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Goodreads 4.17
La Casa del Libro 4.5
Amazon 4.6

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