Sinopsis: Esta novela es una de las más importantes obras de la nueva literatura brasileña. Su autor, nacido en Bangu. Río de Janeiro, en 1920, falleció en 1984. Ha vivido una existencia intensa y agitada: entrenador de diversos boxeadores, trabajador en una hacienda, pescador, maestro en la escuela primaria de una aldea pesquera, actor de cine y televisión y viajero infatigable.
Muy elogiada por la crítica y calurosamente recibida por el público, «Mi planta de naranja-lima», en páginas de gran colorido narrativo y extraordinaria fuerza, relata la historia de un niño que un día, de pronto, descubre el dolor y se hace adulto precozmente.
Las ensoñaciones, la picardía, el sufrimiento y la ternura del protagonista, hacen que esta historia de vida atraiga al lector desde sus primeras páginas.
Mi Planta de Naranja-Lima by José Mauro de Vasconcelos
My rating: 5 of 5 stars
Hace años para leer un libro concreto tenías que ir a la papelería que te pillara más a mano y esperar que allí pudiesen encargarlo para que a su vez, después de una larga espera, te confirmaran si lo habían traído o si era imposible conseguirlo. Por aquel entonces le pregunté a un buen amigo, ¿me aconsejarías un buen libro? Y me respondió: Mi planta de Naranja-Lima. No quise saber sobre qué trataba. Fui a la papelería, lo encargué y cuando lo trajeron, me lo leí. Me pareció ya muy bueno por aquel entonces y una día que me apetecía una relectura, decidí “rescatarlo”.
Fue la mejor decisión en mucho tiempo. «Mi Planta de Naranja-Lima» es una historia triste, con la que el autor no solo intenta hacerte llegar sus palabras, sino sentir lo que viven sus personajes y más en concreto, su protagonista: Zezé. Zezé es un niño de cinco años ("-vamos a ver, ¿cuántos años tienes? -¿De mentira o de verdad?") que posee una inteligencia prematura, pero a su vez continua siendo un niño de cinco años y haciendo travesuras acordes a su edad. En su casa, algunos parecen comprenderle, pero en cambio otros no logran entender lo que sucede dentro de su avispada cabeza y se lo dejan claro de las peores maneras. Es una familia pobre en la que la madre tiene que trabajar de sol a sol para sustentarse y su padre está pendiente de conseguir un trabajo con el que poder ganarse también un jornal. Mientras tanto Zezé intenta comenzar a vivir su vida contándole sus penurias a su querida planta de naranja-lima sin sospechar que muy pronto la propia vida será quien también le deje algunas heridas, esta vez en el alma.
Cuanto más leía, más me metía en la historia y de hecho, al final se me hizo corta. Me ha recordado muchísimo en algunos detalles a uno de mis libros favoritos, «Las cenizas de Ángela». Ambas novelas están relatadas desde los ojos de un niño destacadamente inteligente, con muchos hermanos, familias pobres, unos padres a veces poco ortodoxos y una vida un tanto desgraciada. Vasconcelos en este caso no escribe una biografía (como sí lo hace Frank McCourt en «Las Cenizas de Ángela»), pero se ayuda de algunos retazos autobiográficos para presentarnos la historia.
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My rating: 5 of 5 stars
Hace años para leer un libro concreto tenías que ir a la papelería que te pillara más a mano y esperar que allí pudiesen encargarlo para que a su vez, después de una larga espera, te confirmaran si lo habían traído o si era imposible conseguirlo. Por aquel entonces le pregunté a un buen amigo, ¿me aconsejarías un buen libro? Y me respondió: Mi planta de Naranja-Lima. No quise saber sobre qué trataba. Fui a la papelería, lo encargué y cuando lo trajeron, me lo leí. Me pareció ya muy bueno por aquel entonces y una día que me apetecía una relectura, decidí “rescatarlo”.
Fue la mejor decisión en mucho tiempo. «Mi Planta de Naranja-Lima» es una historia triste, con la que el autor no solo intenta hacerte llegar sus palabras, sino sentir lo que viven sus personajes y más en concreto, su protagonista: Zezé. Zezé es un niño de cinco años ("-vamos a ver, ¿cuántos años tienes? -¿De mentira o de verdad?") que posee una inteligencia prematura, pero a su vez continua siendo un niño de cinco años y haciendo travesuras acordes a su edad. En su casa, algunos parecen comprenderle, pero en cambio otros no logran entender lo que sucede dentro de su avispada cabeza y se lo dejan claro de las peores maneras. Es una familia pobre en la que la madre tiene que trabajar de sol a sol para sustentarse y su padre está pendiente de conseguir un trabajo con el que poder ganarse también un jornal. Mientras tanto Zezé intenta comenzar a vivir su vida contándole sus penurias a su querida planta de naranja-lima sin sospechar que muy pronto la propia vida será quien también le deje algunas heridas, esta vez en el alma.
-¿Qué es eso muchacho, muchacho, matar a tu padre?
- Sí, voy a matarlo. Ya comencé. Matar no quiere decir que uno tome el revólver de Buck Jones y haga ¡bum! No es eso. Uno lo mata en el corazón. Va dejando de querer. Y un buen día la persona muere.
Cuanto más leía, más me metía en la historia y de hecho, al final se me hizo corta. Me ha recordado muchísimo en algunos detalles a uno de mis libros favoritos, «Las cenizas de Ángela». Ambas novelas están relatadas desde los ojos de un niño destacadamente inteligente, con muchos hermanos, familias pobres, unos padres a veces poco ortodoxos y una vida un tanto desgraciada. Vasconcelos en este caso no escribe una biografía (como sí lo hace Frank McCourt en «Las Cenizas de Ángela»), pero se ayuda de algunos retazos autobiográficos para presentarnos la historia.
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