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sábado, 14 de mayo de 2016

¿Desintoxicación capilar?

Sí, me he apuntado a la "moda" de la desintoxicación capilar: sin parabenos, sin siliconas y sobre todo, sin sulfatos.

Lo sé, todas estas cosas no son malas para el pelo, ni probablemente provocan cáncer (como se puede leer en algunos sitios), ni van a hacer que mi pelo sea desastroso por lo siglos de los siglos (amén). Pero desde mi adolescencia llevo arrastrando el problema del pelo graso que no he conseguido solucionar hasta ahora. Hasta ahora que espero poder al menos mejorarlo gracias a cambiar mis hábitos y evitar estos ingredientes, si ya había probado casi de todo con anterioridad, ¿por qué no probar esto que encima aparenta ser además una opción saludable? He leído mucho sobre el tema, los pros, los contras, opiniones de primera mano, todo lo que había que leer y más, y si os apetece llevar a cabo esto o cualquier otra cosa parecida, os aconsejo que hagáis lo mismo y que os empapéis de los temas para poder sacar vuestras propias conclusiones y no hacer nada porque lo diga este o aquel otro. Yo me leí los efectos que provocaban tanto los sulfatos (limpian el sebo, pero hacen que el pelo vuelva a producirlo con más rapidez) como las siliconas (cubren el pelo de los efectos adversos, pero también imposibilitan su respiración) y decidí hacer la prueba. Y como internet es todo un mundo lleno de posibilidades donde incluso se ha visto que puedes poner a la venta tu alma (¡o tu virginidad!), comencé a buscar este tipo de champús y encontré la web iherb, donde compré un champú de la marca Dessert Essence que nunca había probado, en este caso, el de limón (el tercero de la foto, el amarillo). Este champú es cien por cien vegano, sin gluten, biodegradable, sin fosfatos, no testa en animales y está libre de parabenos, sulfatos, EDTA (ácido etilendiaminotetraacético, ¡toma ya!), glicol, sin ingredientes basados en el petróleo y no sé qué cuántas cosas más. Es caro, cuando normalmente un champú (depende de la marca) te puede costar dos o tres euros, este dobla su precio (6 euros si no lo han subido); pero también es cierto que yo tenía un cupón de descuento que hizo que el precio final del champú fuese de... ¡0'35 céntimos de euro! Vamos, que pagué los gastos de envío, para probarlo, la experiencia con la web no podría haber sido mejor. 

Ahora voy a testarlo durante un mes lavándome el pelo alternado días (un día sí y un día no, como hago normalmente) e iré escribiendo mis experiencias. ¿Preparados?



Primer día (11 de Abril): Como bien diría mi madre, ¡ni la pulga Benito! Para los que no entiendan bien la expresión, más o menos significa que con tan poco tiempo experimentando algo, pocos efectos puedes llegar a ver, aunque... Yo ya conseguir ver algunos.
Una de las cosas que más había leído sobre este champú en concreto antes de comprarlo era que apenas hacía espuma. He probado 425.987 champús antes de este y, aunque unos conseguían hacer la suficiente espuma para cubrir casi por completo el suelo de mi bañera e incluso hacían algo difícil el aclarado de ésta cuando intentabas echarla por el desagüe, hay otros champús que no hacían apenas espuma y yo no consideraría que este champú perteneciera a estos últimos. En mi opinión hace la cantidad de espuma normal para un champú, ni te sale la espuma por las orejas, ni es como si te estuvieses lavando con agua.
El olor que a mucha gente en los comentarios les parecía desagradable y pesado, como de limpiador o desinfectante, para mí era bastante suave. De hecho hay champús que han dejado todo el baño oliendo incluso después de terminar de ducharme (al menos el olor que dejan es agradable), pero este no me parece que huela ni fuerte, ni mucho. Más que nada porque a mí me huele taaaaan parecido al sirope de limón de las tartas de Royal, que me dan ganas hasta de pegarle un traguito... (No os preocupéis, ¡aún soy capaz de controlarme!)
Supongo que el primer día, al tener todavía el pelo cubierto por los rastros de mi anterior champú, no noté el pelo para nada estropajoso, aunque estaba con esa expectativa futura en mente.

Segundo día (13 Abril): Dejando atrás el tema de los olores, la espuma que hace y cosas similares de las que sólo podría hablar en la primera prueba, en esta segunda noté algunas cosas diferentes en cuanto al efecto del champú. Por un despiste mío, usé algo diferente y extra a la hora de lavarme el pelo (un spray para el peinado) y el resultado fue que el pelo me quedó algo más graso en la raíz. O quizá era el día, que tocaba así. También comencé a ver los primeros atisbos de pelo algo pajoso y sobre todo enredado, aunque tenía en mente (bueno, a decir verdad, tenía ya pedido) el famoso cepillo antienredos (no diré la marca que a mí nadie me ha pagado por la promoción, jajajajaja) y confiaba en que con él, el peinado sería más agradable. Incluso había comenzado a cambiar el hábito de peinarme con el pelo aún mojado y, aunque el esperar a que se seque antes de peinarlo haga que se me ondule el cabello más de lo que me gustaría, creo que facilita el peinado y además evita la rotura de éste.

Primera semana (18 Abril): Sigo notando más o menos lo mismo, aunque ahora es cierto que el champú hace menos espuma en el lavado, así que he cambiado la forma de lavarme el pelo para que el resultado sea mejor. Primero echo una cantidad muy pequeña en mi mano y lavo un poco el pelo. Ni siquiera consigo hacer espuma, pero hace el efecto de quitar la mayoría de la suciedad. Aclaro y vuelvo a echar otra pequeña cantidad de champú en mi mano que esta vez sí, consigue hacer espuma y dejar mi pelo limpio por completo. Continuo esperando a que mi pelo se seque antes de peinarlo, así mientras estoy a la espera de recibir cepillo antienredos (en próximos días) no me arranco la cabellera en el intento. Me voy a replantear el comprar un acondicionador o una mascarilla de ingredientes parecidos para poder hidratar más mi pelo ahora que por fin la grasa parece que quiere regular de forma más pausada. Ya veremos qué sucede con un mes de uso.

Primer mes (11 Mayo, aproximadamente 16 lavados después): Después del primer mes de uso (el pasado 11 de Mayo, a un lavado cada dos días) saco bastantes conclusiones. La primera es que este champú o quizá este tipo de champús, NO son milagrosos, pero SÍ se nota su efecto. Yo sigo teniendo el pelo graso y continúo lavándolo un día sí y otro no; pero en comparación, el pelo tarda más en ensuciarse ahora que cuando usaba sulfatos y siliconas. Era mi principal prioridad a cubrir, así que en este aspecto estoy más o menos contenta. No es perfecto como digo, pero me gusta el efecto que está dejando en mi pelo, ya sólo me queda seguir usándolo y que los resultados continúen siendo iguales o incluso mejores. ¿Los contras? Más o menos los que había visto hasta ahora, el pelo se me enreda mucho más y aunque con el cepillo antienredos (rosa para pelo fino, verde para el normal y azul para el pelo grueso, que hay gente que desconoce este detalle y se lo compra del color que más le gusta sin conocer su efecto) me peino mucho mejor (y esperando a que se seque) sigue estando más enredado que cuando usaba siliconas. De todas maneras esto no es algo que me preocupe excesivamente y creo y espero que con el tiempo pueda usar un acondicionador que me hidrate el pelo y me ayude a desenredarlo mejor. Con respecto al pelo algo más seco y pajoso, evidentemente es un efecto secundario que no me gusta demasiado pero que tampoco es excesivo y que además, supongo que se podrá solucionar de la misma forma, con tiempo y con acondicionadores o mascarillas adecuadas para mi pelo. Voy a seguir usando este champú y además me voy a comprar un acondicionador para ver si así puedo solucionar las contras y dejar sólo los pros de este cambio de hábitos. Dentro de un par de meses, que era lo que me había dado de margen para seguir haciendo pruebas en mi pelo, tengo una boda, a ver qué tal la aguanta mi pelo. De ver que la evolución se estanca o volvemos al punto de partida, nunca es tarde para volver a usar siliconas, sulfatos o champús milagro. Además a partir de Julio podré empezar a dejarme de hacer coletas porque no tendré que trabajar, así que dejaré de tener tantos pelos partidos a media altura de la melena. Al menos por estos dos meses mi pelo podrá descansar un poco.

Para cuando se me gaste este champú, tengo pensado probar el de la misma marca pero en la versión de frambuesa roja (el último de la foto con el envase rojo) y el acondicionador sin fragancia (envase azul). ¡Y a seguir testando!

6 comentarios:

  1. Yo me pasé a los "sin" antes que tú...

    Empecé con los champús sólidos de Lush, pero la mayoría tienen sulfatos y no sé si era por eso o por otra cosa, alguno me irritaba un poquito, como que al día después de lavarme el pelo, me picaba la cabeza, y el pelo no me aguantaba limpio más tiempo, a pesar de usar uno antigrasa (alternándolo con uno más neutro).

    Después en el Carrefour encontré otra marca de champús sólidos, también bastante naturales y éstos sí, sin sulfatos (ni siliconas y demás) y probé a alternar el antigrasa y el fortificante. El antigrasa volvió a ser un poco fuerte (o mi pelo es muy raro) y al final lo que mejor me va es usar sólo el fortificante (si quieres la marca, cuando pase, la miro, que no tengo ninguno cerrado).

    Eso sí, en cada lavado uso mascarilla (sólo de medios a puntas), una que encontré también en el Carre, sin siliconas y con biotina, de la marca Asepsis, el tarro es blanco con las letras y la tapa naranja fosforito (hay también champú líquido de esta marca, sin siliconas, no recuerdo si tenía sulfatos o no, pero lo probé y no me dijo nada). Y lo que hago es dejar que la mascarilla actúe mientras me enjabono y me exfolio y demás y, antes de aclararme, pasar un cepillo del estilo del antienredos para quitar los posibles enredos, porque con la mascarilla se sueltan mejor, y luego ya me aclaro.

    Por último, me compré un cepillo de cerdas de seda para cuando me tengo que peinar en seco, que desenreda, pero es muy suave, así que no rompe el pelo.

    Eso sí, de precios, ahora mismo no te sé decir, porque me cunden estos productos y hace tiempo ya que compré los que tengo en uso, así que no me acuerdo...

    No sé si algo de esto te servirá, pero... XD Besitos!!!

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    1. Yo sólo leía sobre el tema, pero no me animaba. Aparte, me era un poco complicado encontrar “el champú” y que no me saliese carísimo. En las tiendas normales (los supermercados) olvídate y en las grandes superficies tampoco es que encuentre mucho. Se me ofreció esta oportunidad de poder comprar ese champú a 35 céntimos y no pude negarme (por cierto, si quieres probar, creo que el descuento todavía es válido). ;)

      Por lo visto después de haber leído mucho sobre los sulfatos, la cave de que el pelo no te durase limpio más tiempo con los champús de Lush era esa, que los sulfatos eliminan toda la grasa de golpe (demasiado eficazmente se podría decir) y el pelo, como es lógico, vuelve a crearla. He escuchado cosas muy buenas sobre la marca, pero lo que comentas de los sulfatos es el punto negativo del que hablaba mucha gente al leer opiniones y por lo que dejaron de usar esa marca en concreto.

      Oye, una cosa, ahora que estamos aquí de marujeos capilares… :P ¿No te engrasa mucho el pelo el usar mascarilla en cada lavado? Yo pensaba usar el acondicionador o todos los días pero solo en las puntas o un par de veces a la semana nada más. Estoy segura de que si lo uso más, mi pelo se volverá a engrasar. Es que yo ya sabes, por mi dieta (no poder comer frutas, verduras, hortalizas que son los productos que menos grasa tienen) como muchas cosas (todas) con grasa y aunque sea grasa sana o sea todo a la plancha, no es tan sano como podría ser una dieta variada. Y mi piel y mi pelo lo reflejan, claro.

      También leí algo sobre los cepillos de pelo de rinoceronte o no sé qué historias raras (una se pone a leer de un tema y mira dónde acaba), pero yo prefiero cosas sintéticas, si voy a usar champús que no testan en animales y luego voy a usar su pelo, mal vamos. No me puse a leer mucho sobre el tema, la verdad. Eso sí, el cepillo este antienredos… ¡Funciona! Con los tirones que me pegaba antes al peinarme… No veas lo que han bajado. :) Me alegro, ya me veía con la cabeza dolorida a cada lavado.

      Por cierto, que por aquí o por el Face nos tenemos que poner al día sobre productos, porque yo estoy con mil dudas sobre si comprarme el champú de limón igual, el de frambuesas de estas o quizá uno que hay parecido pero de camomila, a ver si mantengo el color para la boda… Y luego el acondicionador lo tengo más o menos claro, el de sin fragancia para no tapar el olor del champú mucho. O a lo mejor en el Carrefour encuentro algo de lo que me has comentado, tengo que mirarlo cuando me digas seguro. ;)

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  2. Sobre la grasa en el cabello, cera de las orejas, ácido del estómago y demás secrecciones corporales, un profesor mío siempre decía que si el cuerpo las producía era por algo y que antes de empezar a combatirlas a lo bestia debíamos tener en cuenta que el cuerpo iba a reaccionar produciendo más (si te limpias demasiado el cerumen, te sale más rápido y en mayor cantidad, obligándote a limpiarte más a menudo, con la grasa del cabello lo mismo y que los antiácidos del estómago provocaban que al no tener el nivel de acidez necesario para las digestiones el estómago empezara a fabricar más; la forma que tenía de tratar la acidez crónica era la contraria: tomar zumo de limón para que el estómago generara menos ácido e ir rebajando cada día la cantidad de limón para ir normalizando/equilibrando la generación de ácido). O sea, una cosa es ser limpios y otra cosa es pasarnos de rosca. Un pelo un poco graso siempre será un pelo más saludable que uno 100% limpio pero con un cuero cabelludo expuesto a otro tipo de agresiones de las que la propia grasa le protege.

    Sobre champús mejores o peores... cada cabello es un mundo, toca probar y decidir.

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    1. Hombre, en principio si segregamos esas cosas, será porque sirven para algo (o no, porque también tenemos el apéndice heredado de cuando comíamos hierbajos, ¿no dicen?). Así que vete tú a saber. Pero una cosa es lo que dices, dejar que el cuerpo actúe y otra muy diferente es dejarte el cerumen y que te salga un tapón que te provoque infección y vete tú a saber qué historias más. En principio con estos champús, te limpias el pelo, pero no te eliminas la grasa a lo bestia, digámoslo así. La grasilla sigue apareciendo, pero de forma más pautada y natural. A mí al menos me está funcionando, que es algo que nunca me imaginaba que iba a pasar. Ya casi lo había dejado por imposible. :)

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    2. Bueno, me refiero a cuidarse pero sin usar productos excesivamente agresivos (como algunos blanqueadores de dientes, que se comen el esmalte) u obsesionarse con la limpieza hasta el punto de olvidarse que el cuerpo no produce nada al azar (y que es peor para nosotros usar desodorantes que bloqueen el sudor, primero porque el cuerpo suda por x razones -que te lavas y listo, si tienes un olor fuerte intenta cambiar tus rutinas para no permanecer mucho tiempo sudado y ya- y segundo porque suelen tener sustancias agresivas para la piel). Con un poco de higiene y cuidado ya vale.

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    3. Y lo peor de estas cosas es que además hay algunas que son irreversibles, porque si al menos fueran reversibles y se pudieran solucionar... Pero una vez como dices, te hayas dado algo en los dientes que te haya comido el esmalte, eso ya no se recupera. Y luego además vienen las alergias, que yo de eso creo que sé un poco.

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