Siempre que necesito hacer algún arreglo de costura o que simplemente miro la máquina de coser que tengo colocada encima de la mesa del cuarto, me acuerdo de mi amiga Vicky.
Vicky es una chica, artista, aunque ella diga que no y costurera sólo a tiempo parcial debido a la carencia de tiempo (como casi todas las que somos fans de la costura). Por eso cuando tuve que hacer el par de arreglos que os voy a mostrar a continuación, me acordé de ella.
Hace mucho tiempo mi madre se compró un traje muy bonito que a día de hoy, bastantes años después, aún no ha estrenado. Y es que mi madre es ese tipo de personas que tiene muy buen gusto, elige muy bien a la hora de encontrar trajes o complementos, pero según ella, nunca tiene oportunidad de ponérselos. Yo le digo que se lo ponga en cualquier ocasión, un vestido, a no ser que sea excesivamente elegante, te lo puedes poner cualquier día de verano. No hace falta que esperes a tener una comunión, boda o similar, simplemente un día te levantas con el guapo subido y te lo plantas. Ella sigue diciendo que estas cosas no son para ella y yo lo dejo pasar, pero en este caso este vestido me parece TAN bonito que tuve que arreglárselo a pesar de que sé de sobra que nunca llegará a ponérselo. Es una pena que usemos tallas tan dispares (culpa mía, ella tiene una talla mucho más normal que la mía) porque se lo robaría sin duda alguna. Además pronto tendré una boda y me encantaría poder vestir un traje parecido, que aparte de vistoso, es muy cómodo y no es tipo repollo, como el 80% de los que encuentro cuando voy a las tiendas. El 20% restante es muy serio, demasiado chillón, palabra de honor y repleto de lazos o brillantes. ¡Más vestidos bonitos pero sencillos, por favor!
En fin, os lo muestro...
Lo único que había que hacer era meter un poco el bajo y aunque a veces suele ser algo un poco complicado (como no lo metas en todo el bajo por igual, suele pingar y a veces, aunque lo metas en todo el vestido casi al milímetro, puede quedar más largo por unas partes que por otras y ser un desastre) creo que al final no quedó mal del todo. La peor parte, la que más miedo me da al menos, ¡meter la tijera!
¿La solución? La mejor que se me ocurrió (y también la única) fue comprar unos puños del mismo color, descoser la costura y cosérselos. Quizá no es lo que se espera, pero yo creo que con la tontería incluso le va a resultar más cómodo a ella, porque es muy asidua a "arremangarse" para cocinar y limpiar. Y oye, que con esa manga tan anchota quizá también queda más estético así, aunque el plan no era tener que pagar a una modista para que lo terminase arreglando yo, todo hay que decirlo.
¿Qué opináis?
Buen trabajo :), ¡pa la próxima que te pague a ti directamente, que además el acabado es mucho mejor!
ResponderEliminarTú, que me miras con buenos ojos... Pero que conste que yo no cobré, yo lo hice de forma altruista y oye... Salió medio bien. :)
ResponderEliminarLo hiciste de manera altruísta porque tu abuela lo merece y te mima mucho. Pero oye, igual podrías costurear más en plan "profesional". Que ese curro puedes "hacerlo a distancia", no tienes que tener mucho trato directo con gente y tienes maña y materiales pa eso...
ResponderEliminarUy, mi abuela es la persona más generosa que he visto. Tú le haces eso y luego te da dinero, comida, ropa y no te fríe un huevo de extra porque suelo ir por la tarde, que es la hora de la merienda y no pega. xDD
ResponderEliminarSí... Lo malo es la parte autónoma de todo esto. Ya sabes.
Empezar empezarías en negro, como todo hijo de vecina. O te crearías una empresa en Lichestein o las islas caimán o algo así. Autónomo para el que facture lo suficiente o le sobre la pasta...
EliminarYa, pero hoy en día te juegas demasiado y también hay demasiada crisis. Mira la pobre mujer esa que era jubilada y daba clases. Pagando está aún.
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