Mi extraña vida normal

¿Conocéis esas épocas de la vida en las que parece que todo se concentra en el mismo periodo? Que piensas: "Joder, hay más meses, hay doce, ¡hay doce jodidos meses! ¿Por qué todo tiene que transcurrir en dos? Mira que luego los otros van a ser muy aburridos." Pero pasa. O al menos a mí me pasa. Veamos, ¿qué tengo yo pendiente?

Ah, sí, lo primero es mi sueño a largo plazo. Se está cumpliendo actualmente, pero todavía no puedo hablar del tema (es una mezcla entre no querer gafarlo y que, como aún no ha sucedido, no hay de qué hablar). Y todo consiste en esperar, y esperar y alargar el tema hasta que se vuelve un tanto cansino. Pero bueno, ahí está. 

Luego tengo en mente hacer algo que nunca he hecho, que va a ser un regalo para mi madre y para mí, pero que me está dando más problemas de los que podría creer que una cosa así, tan simple, daría.  Otra cosa de esas que están pasando, pero que no terminan de pasar.

Cuanto hype, ¿no? (Guiño, guiño, Mr Blogger...)

Luego tengo pendientes mis vacaciones. En realidad todos los años, al menos todos los años que nos hemos ido de vacaciones, han sido en Agosto. Estamos a 21 de Agosto, pero este año no va a haber vacaciones... A menos que me saque un as de la manga. Ese as está, aunque ni está en Agosto, ni está fácil. Para nada. Vamos, que me lo están complicando sobre manera unos terceros, que no son peluqueros (y rima xD), pero a los que les ha dado por rizar el rizo. Otra cosa que está ahí, agobiando y con la que no puedo hacer mucho más que calentarme la cabeza. No os compliquéis mucho si me leéis, pero no me entendéis. Suele pasar. 

Pasemos ahora a mi vida laboral. Bueno, no os agobiéis, esta es más bien corta. Al mes que viene empiezo a trabajar de nuevo. Todo va a ser prácticamente nuevo... Excepto el sueldo. No, no me da para vivir, así que quizá este año empiece también en otro nuevo trabajo que se compaginará con el del año pasado. ¿No querías caldo? Pues toma tres tazas. 

Por si esto no era ya lo suficientemente agobiante, al año que viene (y que se avecina a grandes zancadas) tenemos boda a la vista. Boda familiar. Familiar y muy cercana, claramente hay que ir. Y bueno, es una mezcla agridulce de sentimientos, estoy MUY contenta por quien se casa, por cómo se casa y por lo felices que van a ser; pero en lo que se refiere a mí, preferiría cortarme un brazo (no literalmente) antes de ir a cualquier evento social. Y ponerme un vestido. Y tacones...

¿Os he hablado ya de las obras? Obra completa de cambio total y extremo en una de nuestras casas y, como aún con eso no es suficiente, obra completa también en la otra. Y bueno, para ahorrar unas pelillas, yo me he ofrecido voluntaria a ayudar en todo lo que pueda, bricolage, montaje, pintura, decoración y hasta destrucción de gotelé. En qué hora... Eso sí, lo bonito que va a quedar no nos lo quita nadie; pero el trabajazo tampoco. 

Hay que hacerle un lavado de cara a mi canal de Youtube y subir más vídeos. Intro nueva... Bueno, intro, que antes no tenía. Outro y vídeos diferentes. Tengo muchas cosas pensadas, pero luego se hará la mitad de la mitad, si es que se hace algo. 

Música, se avecinan sorpresas. 

¡Y el blog, claro! Tengo mil entradas en borradores y otras mil a medias para publicar, pero nunca las publico. Aunque esta vez voy bien encaminada en cuanto a lo que me propuse este año con respecto a él: cuatro entradas al mes como mínimo. 

Lo demás ya es secundario y, por supuesto, traerá tanto cosas buenas, como cosas malas. Eso sí, no por ello dejará de ser agobiante...