En contraposición a lo que muchas personas piensen, yo creo que la naturaleza y a pesar de ser muy sabia, en ocasiones se equivoca.
Es cierto que llega a ser sorprendente hasta qué punto puede actuar de forma 'intuitiva' para evitar desgracias mayores incluso algunas provocadas por los hombres (hay que admitirlo, a veces nos lo merecemos) pero como todo en esta vida, no carece de errores y eso también hemos podido comprobarlo a lo largo del tiempo.
Para centrarnos en este caso en concreto, os pondré un ejemplo... Si Coy u otra persona cualquiera nació siendo niño pero se siente mujer, hay un error. Quizá hay más causas, pero yo veo dos principales donde puede alojarse dicho error: o bien está en la cabeza de la persona que le está indicando algo errado en un determinado momento de su vida o bien ha sido un fallo de la naturaleza.
Si la primera causa es la acertada, tarde o temprano habrá un arrepentimiento. Si no lo hay (segunda causa) y vive feliz durante toda su vida en el sexo opuesto al que la naturaleza le dotó, ¿no podríamos pensar que -como en otras ocasiones- es la naturaleza la se ha equivocado? Qué sería más natural, ¿cambiar lo que crees equivocado -sólo es algo físico, fácil de cambiar en la época que vivimos- o vivir toda la vida infeliz negando lo que sientes -evidentemente se habla de depresiones, suicidios, baja autoestima y problemas varios derivados de tener que actuar como algo que nunca has sentido y probablemente no sentirás-? Suponiendo siempre que el fin de esta vida sea tanto ser feliz, como hacer felices a otras personas sin dañar a nadie.
Os diré más, ¿qué hay de los casos, aunque pocos, en los que la persona nazca con ambos sexos? Considerando como dicen algunos que lo natural es ser hombre o mujer, ¿no sería considerado el hermafroditismo como un fallo de nuestra naturaleza?
La mente de las personas en la mayoría de los casos, sentimientos incluidos, posee un poder extraordinario. Este fue el caso por ejemplo de Bruce Reimer.
Os sitúo. Años sesenta, Canadá, una madre da a luz a dos gemelos; Bruce y Brian Reimer; totalmente sanos a excepción de un problema de fimosis por el que ambos tuvieron que ser operados. Al parecer, la operación de David fue realizada con éxito, pero con la circuncisión de Bruce se utilizó por equivocación una aguja cauterizadora en lugar de un bisturí y debido a un fallo en la corriente, los médicos quemaron el pene del pequeño. Éste quedó tan atrofiado que la reconstrucción no era viable, así que los padres del pequeño tuvieron que pensar en una solución para su hijo. Finalmente ambos aceptaron la propuesta del doctor John Money, un médico que estaba ganando mucha fama en esos momentos como psicólogo especialista en cambios de sexo.
En palabras del propio doctor, sostenía que 'no es el factor biológico el que determina nuestro sexo, sino la forma en que somos criados' y vio en el caso de Bruce la oportunidad perfecta para probar su tesis y difundir la idea de que la crianza y las costumbres podían invalidar a la biología.
Con tan sólo 17 meses, Bruce fue sometido a la castración y con ello, pasó a llamarse Brenda. El doctor Money para asegurarse el éxito de su tesis, le pidió a la familia Reimer que nunca le confesasen a Bruce, ahora Brenda, que había nacido varón.
La ahora niña fue criada como tal, la vestían con faldas, la hacían coletas, la compraban muñecas... Todo lo que se esperaba encontrar en una niña de su época. A pesar de los cuidados de sus padres por mantener las apariencias, Brenda nunca mostró comportamientos de niña e incluso se llegó tener actitudes mucho más parecidas a las de su primer sexo, el masculino.
Cuando ambos gemelos cumplieron nueve años y haciendo caso omiso a la conducta que mostraba la pequeña, el doctor Money calificó su tesis como un rotundo éxito (¡manda huevos!). Cumplidos los 13, la situación de Brenda se hizo insostenible llegando al punto de mostrar sentimientos suicidas. En aquel momento, sus padres decidieron que era hora de confesarle a Bruce/Brenda toda la verdad. A las pocas semanas, Bruce/Brenda y más tarde David, se sometió a una cirugía reconstructiva que le devolvería su sexo original.
Para finalizar con la historia y aunque no sea muy halagüeño, os tengo que decir que aunque David intentó continuar con su vida -tuvo una mujer, hijos, trabajo- esta experiencia le afectó de tal manera que después de separarse de su mujer y después también de la muerte de su hermano gemelo, David se suicidó en el año 2004.
¿Se puede seguir pensando que son las costumbres las que nos llevan a comportarnos como un determinado sexo o es más lógico pensar que lo que sentimos tiende a ser lo que nos hace más felices y por tanto lo más válido?
Esa sería mi primera defensa a comentarios como los siguientes, de entre los que debo admitir que me sorprende sobremanera la cantidad de positivos que tiene el primero a pesar de que apenas diga o justifique nada en las nueve palabras que hay escritas.
Es cierto que llega a ser sorprendente hasta qué punto puede actuar de forma 'intuitiva' para evitar desgracias mayores incluso algunas provocadas por los hombres (hay que admitirlo, a veces nos lo merecemos) pero como todo en esta vida, no carece de errores y eso también hemos podido comprobarlo a lo largo del tiempo.
Para centrarnos en este caso en concreto, os pondré un ejemplo... Si Coy u otra persona cualquiera nació siendo niño pero se siente mujer, hay un error. Quizá hay más causas, pero yo veo dos principales donde puede alojarse dicho error: o bien está en la cabeza de la persona que le está indicando algo errado en un determinado momento de su vida o bien ha sido un fallo de la naturaleza.
Si la primera causa es la acertada, tarde o temprano habrá un arrepentimiento. Si no lo hay (segunda causa) y vive feliz durante toda su vida en el sexo opuesto al que la naturaleza le dotó, ¿no podríamos pensar que -como en otras ocasiones- es la naturaleza la se ha equivocado? Qué sería más natural, ¿cambiar lo que crees equivocado -sólo es algo físico, fácil de cambiar en la época que vivimos- o vivir toda la vida infeliz negando lo que sientes -evidentemente se habla de depresiones, suicidios, baja autoestima y problemas varios derivados de tener que actuar como algo que nunca has sentido y probablemente no sentirás-? Suponiendo siempre que el fin de esta vida sea tanto ser feliz, como hacer felices a otras personas sin dañar a nadie.
Os diré más, ¿qué hay de los casos, aunque pocos, en los que la persona nazca con ambos sexos? Considerando como dicen algunos que lo natural es ser hombre o mujer, ¿no sería considerado el hermafroditismo como un fallo de nuestra naturaleza?
La mente de las personas en la mayoría de los casos, sentimientos incluidos, posee un poder extraordinario. Este fue el caso por ejemplo de Bruce Reimer.
Os sitúo. Años sesenta, Canadá, una madre da a luz a dos gemelos; Bruce y Brian Reimer; totalmente sanos a excepción de un problema de fimosis por el que ambos tuvieron que ser operados. Al parecer, la operación de David fue realizada con éxito, pero con la circuncisión de Bruce se utilizó por equivocación una aguja cauterizadora en lugar de un bisturí y debido a un fallo en la corriente, los médicos quemaron el pene del pequeño. Éste quedó tan atrofiado que la reconstrucción no era viable, así que los padres del pequeño tuvieron que pensar en una solución para su hijo. Finalmente ambos aceptaron la propuesta del doctor John Money, un médico que estaba ganando mucha fama en esos momentos como psicólogo especialista en cambios de sexo.
En palabras del propio doctor, sostenía que 'no es el factor biológico el que determina nuestro sexo, sino la forma en que somos criados' y vio en el caso de Bruce la oportunidad perfecta para probar su tesis y difundir la idea de que la crianza y las costumbres podían invalidar a la biología.
Con tan sólo 17 meses, Bruce fue sometido a la castración y con ello, pasó a llamarse Brenda. El doctor Money para asegurarse el éxito de su tesis, le pidió a la familia Reimer que nunca le confesasen a Bruce, ahora Brenda, que había nacido varón.
La ahora niña fue criada como tal, la vestían con faldas, la hacían coletas, la compraban muñecas... Todo lo que se esperaba encontrar en una niña de su época. A pesar de los cuidados de sus padres por mantener las apariencias, Brenda nunca mostró comportamientos de niña e incluso se llegó tener actitudes mucho más parecidas a las de su primer sexo, el masculino.
Cuando ambos gemelos cumplieron nueve años y haciendo caso omiso a la conducta que mostraba la pequeña, el doctor Money calificó su tesis como un rotundo éxito (¡manda huevos!). Cumplidos los 13, la situación de Brenda se hizo insostenible llegando al punto de mostrar sentimientos suicidas. En aquel momento, sus padres decidieron que era hora de confesarle a Bruce/Brenda toda la verdad. A las pocas semanas, Bruce/Brenda y más tarde David, se sometió a una cirugía reconstructiva que le devolvería su sexo original.
Para finalizar con la historia y aunque no sea muy halagüeño, os tengo que decir que aunque David intentó continuar con su vida -tuvo una mujer, hijos, trabajo- esta experiencia le afectó de tal manera que después de separarse de su mujer y después también de la muerte de su hermano gemelo, David se suicidó en el año 2004.
¿Se puede seguir pensando que son las costumbres las que nos llevan a comportarnos como un determinado sexo o es más lógico pensar que lo que sentimos tiende a ser lo que nos hace más felices y por tanto lo más válido?
Esa sería mi primera defensa a comentarios como los siguientes, de entre los que debo admitir que me sorprende sobremanera la cantidad de positivos que tiene el primero a pesar de que apenas diga o justifique nada en las nueve palabras que hay escritas.
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