Aunque "oficialmente" mis vacaciones deberían haber comenzado hoy Lunes, la suerte decidió adelantarlas un poquito y hacer que el Jueves fuese mi último día de trabajo.
Ni os imagináis cómo necesitaba ya este descanso porque, si bien es cierto que todos en general necesitamos un Kit-Kat de vez en cuando (además literal, ¡chocolate sin trazas de frutos secos ni cacahuete!), mi mente es una especie de saco con acumulación de malos momentos que para los demás pasan desapercibidos al instante; pero que a mí me producen tal estrés que a veces parece que tan sólo me muevo por actos reflejos y que no sucede vida en mi interior.
En fin, descanso y vuelta con las energías renovadas, porque como dice mi compañero de trabajo, necesito confiar en mí misma e intentar cosas que, pueden o no salir, pero al menos hay que intentarlas. Y confiar. Confiar. ¡Pero es que a mí eso no me sale!
Tengo mil, dos mil, ocho mil ideas en la cabeza, ¡alguna es hasta buena (no me pasaré diciendo que inteligente, dejémoslo en buena)! Pero yo siempre veo las mismas limitaciones: "NO, me da vergüenza (qué importante esta coma, si no fuera por ella...)".
Aún así poco a poco voy a haciendo cosas por y para mí e incluso en ocasiones tengo ayuda por parte de gente que, sin saberlo, me echa buenos cables (y no al cuello). Hoy me hicieron sonreír, no diré más, no diré quién, no diré por qué y no diré por qué no. Mañana podría dar otro pasito. Pequeño, pero pasito. Pero sobre todo, tengo que aprovechar este descanso, porque sumado el mental al físico, me echo demasiado peso encima y un día ese saco tiene que rebasar.
Y por fin, ¡por fin! Hice otro avance para poder llegar a poner una intro a mi canal de Youtube y comenzar a grabar vídeos de nuevo. Perdí ya la cuenta de cuándo hice la outro y la intro, ahí quedó. Llevaba más trabajo de lo que cabe esperar para un canal como el mío con algo más de 500 suscriptores, pero me gusta ser perfeccionista, otro defecto... Mañana espero poder encontrar todo los cables de la impresora-escáner, escanearlo y comenzar a pintar. Estoy segura de que no va a quedar como yo quiero (¿veis lo que os decía de la confianza?) pero quiero hacerlo, ya aunque sea por cabezonería.
Aparte de todo esto, tengo una preciosa lista de 20 -largas- cosas pendientes -desde hace mucho- para hacer. No me voy a aburrir.
Ni os imagináis cómo necesitaba ya este descanso porque, si bien es cierto que todos en general necesitamos un Kit-Kat de vez en cuando (además literal, ¡chocolate sin trazas de frutos secos ni cacahuete!), mi mente es una especie de saco con acumulación de malos momentos que para los demás pasan desapercibidos al instante; pero que a mí me producen tal estrés que a veces parece que tan sólo me muevo por actos reflejos y que no sucede vida en mi interior.
En fin, descanso y vuelta con las energías renovadas, porque como dice mi compañero de trabajo, necesito confiar en mí misma e intentar cosas que, pueden o no salir, pero al menos hay que intentarlas. Y confiar. Confiar. ¡Pero es que a mí eso no me sale!
Tengo mil, dos mil, ocho mil ideas en la cabeza, ¡alguna es hasta buena (no me pasaré diciendo que inteligente, dejémoslo en buena)! Pero yo siempre veo las mismas limitaciones: "NO, me da vergüenza (qué importante esta coma, si no fuera por ella...)".
Aún así poco a poco voy a haciendo cosas por y para mí e incluso en ocasiones tengo ayuda por parte de gente que, sin saberlo, me echa buenos cables (y no al cuello). Hoy me hicieron sonreír, no diré más, no diré quién, no diré por qué y no diré por qué no. Mañana podría dar otro pasito. Pequeño, pero pasito. Pero sobre todo, tengo que aprovechar este descanso, porque sumado el mental al físico, me echo demasiado peso encima y un día ese saco tiene que rebasar.
Y por fin, ¡por fin! Hice otro avance para poder llegar a poner una intro a mi canal de Youtube y comenzar a grabar vídeos de nuevo. Perdí ya la cuenta de cuándo hice la outro y la intro, ahí quedó. Llevaba más trabajo de lo que cabe esperar para un canal como el mío con algo más de 500 suscriptores, pero me gusta ser perfeccionista, otro defecto... Mañana espero poder encontrar todo los cables de la impresora-escáner, escanearlo y comenzar a pintar. Estoy segura de que no va a quedar como yo quiero (¿veis lo que os decía de la confianza?) pero quiero hacerlo, ya aunque sea por cabezonería.
Aparte de todo esto, tengo una preciosa lista de 20 -largas- cosas pendientes -desde hace mucho- para hacer. No me voy a aburrir.
Pones perfeccionismo como defecto y no es así. Que algo no quede como quieres no voy a decir que sea normal, pero cuando uno aspira a un cierto nivel en cuanto a hacer ciertas cosas nunca va a quedar satisfecho. Más que confianza, es cuestión de valorar las cosas que haces de otro modo, seguro que terminas haciendo algo cuyos resultados son mejores de los que tu te pones. Y eso no es problema del perfeccionismo (al fin y al cabo, buscar hacer las cosas lo mejor posible siempre es bueno, lo malo es fustigarte por no alcanzar la perfección, que es utópico y no valorar lo que has logrado, aunque te quedes a medio camino). Haz caso a tu compi, el valor está en intentar las cosas y llegar todo lo lejos que puedas. El resultado, como todo en la vida, unas veces es mejor y otras peor, nunca perfecto y a menudo decepcionante (sobre todo las primeras veces que haces algo, pero nadie nace aprendido). Así que mucho ánimo y empieza a ver tu mundo desde una óptica más amable para contigo misma.
ResponderEliminarPara mí el perfeccionismo es un defecto y te digo tres razones básicas, aunque seguramente se me ocurrirían algunas más. Primero, no quiere decir que lo que hagas esté mejor sólo por ser perfeccionista. Segundo, tardas más en todo. Tercero, nunca te vas a quedar conforme con el resultado. Haces lo mismo, sientes lo mismo, pero encima tardas más. Como tontos, vamos. xD
ResponderEliminarLo que hagas de manera perfeccionista no tiene por qué quedar mejor. Pero lo que haces sin buscar ser perfeccionista siempre quedará peor en última instancia. Es normal que tardes más porque estás más atenta al detalle, y seguramente frustra más si no salen las cosas tal y como quieres. Pero es cuestión de hallar un equilibrio. El perfeccionismo también puede ser fatal si te obsesionas o te amargas con los resultados. El perfeccionismo debe ser un camino y no un fin. Al final harás lo que puedas y como puedas, mientras trates de hacerlo lo mejor posible el resto es secundario: no siempre salen las cosas todo lo bien que queremos, pero si hemos puesto todo el esfuerzo posible no debemos nunca arrepentirnos por no haber hecho algo más. No estar contentos con nuestro trabajo si al final no queda como queremos, pero si con nuestro trabajo, orgullosos de haberlo dado todo. Y no, no sientes lo mismo cuando haces un esbozo rápido a ver qué sale que cuando te pones en serio.
ResponderEliminarNO te creas, a veces no buscas ser perfeccionista o no lo eres y queda estupendo, pero en ocasiones cuando lo buscas, es un destrozo. Como nunca depende de tu perfeccionismo, es mejor dejarlo atrás y por eso y lo veo siempre como un defecto... Yo creo que lo mejor es no hacer nada y así nada podrá salir mal. xD
ResponderEliminarEs que a veces el perfeccionismo viene un poco del azar, de la inspiración, del consejo, todos factores "externos" que nos influencian de un modo u otro. Y sobre lo externo, sobre lo que no tenemos control, no podemos ni debemos agobiarnos buscándolo o impidiéndolo, va y viene. Debemos centrarnos en lo que estamos haciendo y en cómo lo hacemos y salga como salga, estar orgullosos del esfuerzo y dedicación que le hemos puesto. Ya salir saldrá mejor con las repeticiones si lo hacemos más veces.
ResponderEliminarA veces todo depende de la suerte, como en el fútbol. Si la pelotita no quiere entrar, aunque la tires con fuerza, centrada y sin portero, ya tomará ella su efecto para salirse fuera. xD
ResponderEliminarPues eso, que la culpa de todo lo que te pasa lo tiene la pelota esa xD
ResponderEliminar¿Pero la culpa no era del cha-cha-cha?
ResponderEliminarDentro del tren igual hay alguna pelota...
ResponderEliminarQué malas son las drogas. A nah' respetan. xD
ResponderEliminarLas vacaciones siempre son necesarias.Y siempre faltará tiempo para hacer las cosas que nos apasionan.
ResponderEliminarEl perfeccionismo?También me incluyo como un perfeccionista.Pero trato de llevar una vida tranquila.El trabajo y las ocupaciones diarias nunca terminan jeje
Y yo, hablando de ambas cosas, siempre tengo el defecto de organizarme muy mal, fatal. Así que entre lo que tardo perfeccionando y lo que tardo procastinando, al final no hago ni la mitad de la mitad. Y encima me cabreo conmigo misma. xD
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