Un poco de almacenaje (Estuche para brocas)

Últimamente soy una máquina del orden en la que brotan las ideas sobre cómo colocar todo lo que hay por medio, hacer que quede lo mejor ordenado posible y que sea práctico, además de algo 'vistoso'.

Hace tiempo que tengo dos casas. Bueno, realmente aquí estoy de prestado por así decirlo y en vista de que mi sueldo no sería factible ni para los cuidados mínimos de un hámster, está más que claro que no podría independizarme -sin ayuda externa- por mucho que lo quisiera. A la espera de poder hacerlo, como dije antes, tenemos nuestra casa y una de prestado. La casa en propiedad corre bastante riesgo de ser visitada por amigos de lo ajeno, así que básicamente dejamos allí un jarrón del bazar chino y los muebles, que oye, ya si se los quieren llevar y complementar los decorados de Cuéntame con algo más de atrezzo, a su elección queda (aunque yo preferiría que no lo hicieran). El problema llega cuando debes meter en un piso de tamaño mediano, lo que tenías con anterioridad en una casa medianamente grande. No cabe. No, por más que te esfuerces, que llenes las paredes de artilugios para almacenaje e incluso que llenes un trastero, todo no cabe. Mientras que efectuamos nuestra próxima medida llamada reservar, donar o tirar; yo, sin quererlo, me he declarado responsable del almacenaje de todas las cosas que queremos reservar. 

En uno de los proyectos, me dediqué al almacenaje de todo tipo de cosas pequeñas. En una caja guardé todos los cables pequeños y auriculares. En otra metí los cables grandes. En la tercera están todas mis cámaras y sus accesorios. 

En el otro proyecto, monté una mesa para la Wii y para que los DVD's, los joyeros, las cajas de las que os acabo de hablar y todo ese tipo de almacenaje pequeño no tuviera que estar repartido por el suelo de mi habitación. Todo quedó mucho más ordenado, pero me quedó un detalle en el aire. Si os fijáis en la foto original que subí (ahora os la dejaré por aquí), tengo colocada la Wii en una de las estanterías, pero no hay sitio alguno por dónde sacar los cables, puesto que la parte de atrás de la mesa que compré, el fondo, estaba tapado y además los enchufes estaban justo detrás. Tan lejos y tan cerca, como se suele decir... Lo bueno de todo esto es que soy una amante del bricolage, así que no debería haber mayor problema a la hora de arreglarlo. Lo malo es que, como ya he dicho, un hámster con mi sueldo moriría de hambre, así que por supuesto, no tengo caja de herramientas. No tuve más remedio que cortar la madera con un cúter -sí, uno de esos de cortar hojas y que a veces ni siquiera traspasan la hoja-. Por supuesto luego le pasé un poco a lija, aparte de para que quedara más profesional, para no rebanarme un dedo cada vez que fuera a enchufar o desenchufar algo. Me llevé toda la tarde, pero aquí os dejo el resultado: 

Así era el antes...

Y así el después...

Tercer proyecto, nuestra única herramienta, un taladro, normalmente se guardaba en un maletín con las pocas brocas que tenemos tiradas dentro a su suerte. Hombres... Como estaba harta de usarlo, ya que ahora sólo lo uso prácticamente yo sola, y tener las brocas por ahí despendoladas, una tarde me puse a ingeniar algo sencillo de hacer, pero que mantuviese las brocas en su sitio, todas juntas y que cupiese en el maletín... 

Un poco de fieltro, unos cortes estratégicos (cada uno los que necesite para el número de brocas que tenga, el ancho y el tamaño de éstas) y poco más. El fieltro es de unos retales que me sobraron (además no me gusta nada el tacto de este fieltro) y la cinta... Bueno, no pega mucho (nada), hubiese preferido alguna tipo falso cuero; pero para lo poco que va a durar ya este taladro, este apaño le vale. Pronto tendremos que comprar un taladro nuevo y, supongo, vendrá con su maletín y sus brocas colocadas. 

PD: Sí, la carpeta es una de propaganda que regalaban comprando no sé qué...