Y aquí sigo con el piquetón, paquetón o como se le quiera llamar. El caso es que estos experimentos ya llegan a su fin, más por un fin forzado que por el que era realmente el fin natural, pero espero que aún así sea un regalo esperado.
Creo recordar que la última vez tenía diez cositas. No las he contado, pero ahora el grupo debe ser de unas veinte o quizá superen la veintena. En realidad ni yo misma me había dado cuenta de que había crecido tanto el número, pero me falta simplemente acabar lo que quedó a medias por falta de dinero, material, imaginación o lo que quiera que fuera en su momento y enviarlo a ser posible este mismo mes, lo más pronto posible.
En este último paso estaban las cosas que eran compradas. Evidentemente todas no las puedo "crear". Aunque... Dadme tiempo. :P
Hay algo que hice hace tiempo con materiales primarios: tijeras, papel y pegamento. Hay una cosa que, para mí, tiene uno de los mayores significados afectivos que se le pueden dar algo con los mismos materiales: tijeras, papel y pegamento. Y también hay cosas que sirven para paliar unos deseos tontos. Para ayudar a solucionar cosas insignificantes de la vida que a veces nos molestan y que, al fin y al cabo, son las únicas que soy capaz de solucionar. O simples deseos tontos de los que de vez en cuando se habla sin darles mayor atención. Bueno, yo le pongo atención a todo...
Terminé también una cosa especial y muy personal. Siempre que pienso que el paquete debe llegar a su destino final, pienso en ese regalo en concreto porque si no no tendría sentido. Y ya de paso, mando también a un par de amigos a los que no estaba segura de si debería mandar: Zapa y Rajo. Dentro del daño, tampoco quiero ir a dañar, pero aunque el resultado haya sido este, la intención era otra. Con lo cual, viajarán mis amigos a conocer tierras extrañas.
También mando diez deseos. Vale, quizá yo no los cumpla, pero estoy segura de que finalmente todos se cumplirán.
Pondré en la lista del día siete las cosas que quedan por acabar. Todo viajará, se recibirá y espero que su destino final sea la estancia aunque no en un sitio de honor, eso ahora no me importa.
Cuánto misterio!!! A ver si nos dices ya qué son esos regalos misteriosos (si se puede). Y no te preocupes que aunque la persona que los reciba no les dé un lugar de honor en su cuarto (o donde los guarde), seguro que se lo da en su corazón ;)
ResponderEliminarSi no está en un sitio de honor, es idiota...
ResponderEliminarJajaajjajaa, es que el regalo es sorpresa, si lo voy desvelando todo y no sólo matices, "lo jodo". :P Prometo que si la dueña me da permiso cuando reciba los regalos, os pongo unas fotos. :)
ResponderEliminarNah, Anómino, idiota no. Un poquito cabezota. :P Pero supongo que un mismo regalo puedes ser tomado de tan diferentes formas y por razones tan diversas que, si decidiera tirarlo todo, creo que también lo entendería. Depende de la persona que hace el regalo, de quien lo recibe, de cuándo y cómo lo recibe, de lo que sea, del precio, del valor sentimental, del acierto, de lo que quieras a la persona...
Yo estoy convencida de que le van a encantar... Y confío en que sí les dará un lugar de honor... ;-D Besitos, preciosa!!!!
ResponderEliminarTú tienes ventaja, los has visto. :P
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