Si pincháis en el título, os lleva directamente al link del artículo. Es el mismo que pone al final como fuente. No me extiendo más porque supongo que nadie lo leerá ;)
Traducción y adaptación de un texto de Rudy Simone, escritora diagnosticada con Asperger.
Las personas no autistas ven números y sienten seguridad. Nosotros sentimos amenaza. A menos que seamos náufragos y llevemos flotando en el mar cuatro días sin alimentos, ver a otras personas no nos hace sentir seguros. Cuando hay otras personas a nuestro alrededor, nuestra amígdala cerebral se estimula causando una sobrecarga de adrenalina que provoca una reacción de huida. Como consecuencia, nos sentimos irritables, queremos salir corriendo o bien, si nos han entrenado para no tener estar reacciones, nos sentimos muy incómodos y sufrimos de una incapacidad temporal para hablar. Algunos de nosotros, debido a la adrenalina, intentamos cambiar el modo de ejecución y podemos parecer ingeniosos y encantadores por un período corto de tiempo. Pero estos comportamientos son solo una cortina de humo, las actuaciones cansan y no podemos mantenerlas por mucho tiempo.
Rudy Simon, Autora de varios libros sobre Asperger.
La sobrecarga sensorial es algo con lo que luchamos diariamente y hoy por hoy es parte de los criterios para diagnosticar los trastornos del espectro autista. Para algunas personas con Asperger, un ventilador de techo que gira bajo una luz es lo mismo que estar en un antro con luces estroboscópicas después de tomar varias copas. Incluso cuando vamos por la carretera, la luz del sol que se filtra entre los árboles hace que nos duela la cabeza. Los diferentes estampados y patrones en las alfombras nos provocan mareo y vértigo. Los anuncios fluorescentes de los supermercados hacen que nos queramos poner en posición fetal sobre cualquier mostrador. Las oficinas, almacenes y tiendas a las que tenemos que ir generalmente están llenas de fuentes que proporcionan una sobrecarga sensorial: Desde la iluminación barata hasta una mala selección de música pop. Si nos logramos controlar y no tenemos una crisis, es un hecho que no vamos a estar relajados o alegres en estos entornos.
No somos buenos para reconocer caras y nuestra memoria es fragmentada. Algunas personas autistas pueden recrear cualquier cosa después de verla una vez. A menudo recuerdo una serie de sonidos, sensaciones e imágenes como si fuera una videograbadora, pero se me puede hacer muy complicado recordar las caras de las personas que se parecen. A veces caminando en los pasillos veo a personas que se me hacen vagamente familiares, me quedo pensando ¿dónde lo he visto antes?, mientras la otra persona está pensando “¿Qué le pasa, porqué no saluda?”. Para cuando me doy cuenta de quién es la persona y volteo, ya es demasiado tarde y se encuentra muy lejos como para decir “hola”. Se que parece raro, pero soy capaz de recordar todo un párrafo de un libro y puedo decir los presidentes del país en orden; pero soy incapaz de recordar en dónde estábamos ayer a esta hora.
Siendo sinceros, no nos importan las pláticas “por compromiso” y todo nuestro mundo gira alrededor de lo que nos gusta. Si no estamos interesados en quién ganó American Idol, el sonido de esos debates es como “bla bla bla” de la maestra de Charlie Brown o el cacareo de las gallinas. Puedo pensar que eres aburrido porque no compartes mis pasiones e incluso puedo hablar una y otra vez sin parar sobre la genialidad de mi compositor favorito, sin notar el cansancio en tus ojos, tu postura de aburrimiento ni lo que pasa con la gente a mi alrededor mientras te platico. A veces tenemos una racha de “autoabsorción” que puede ser muy cansado, necesitamos aprender a controlar este factor de la personalidad.
Nuestra comprensión de las normas sociales es básica. Probablemente puedo ir por mi misma a las pastelería y encontrar el camino de regreso a casa pasando por la oficina de correos, pero no puedo platicar con profundidad sobre un tema o entender las connotaciones culturales del lenguaje.
Marchamos a nuestro propio ritmo y marchamos de forma peculiar. No nos limitamos a tomar el camino menos transitado, creamos uno nuevo. Sin embargo, debido a que tenemos dispraxia y/o disfunción propioceptiva, podemos no hacerlo agraciadamente. La dispraxia es un déficit en la planificación motora. La propiocepción es saber dónde están tus miembros, con respecto al otro. Quizá no sea necesario un corcho en el extremo de nuestro tenedor para evitar sacarnos el ojos, pero puedo tropezarme en las escaleras eléctricas o golpearme en la cara con la pelota de béisbol. Puedo parecer Isadora Duncan cuando bailo solo, pero en un baile de parejas seguro tomaré el camino equivocado.
Tenemos poca conciencia de género. Las mujeres con asperger generalmente no batallan por el peinado o las uñas perfectas como las otras niñas de su edad. Se nos hace una pérdida de tiempo. Quizá con la edad este aspecto se desarrolle un poco más, pero si pudiéramos elegir, continuaríamos sin que nos importasen mucho la feminidad y las modas. Probablemente nos sumerjamos en nuestros propios intereses y olvidemos cepillarnos el cabello, usemos ropa que no combina de forma que nos veamos despeinados y desaliñados.
Nos tomamos las cosas de forma literal, una broma de “toc, toc” es probable que nos haga correr a ver quién está tocando la puerta.
Por último, pero no menos importante, la ansiedad es nuestra emoción predominante. Añade a eso el estrés post-traumático de la soledad, la confusión y el acoso que sufrimos… una pequeña palmada en la espalda puede hacernos saltar fuera de nuestra propia piel. Es por esto que parecemos preocupados y controlados todo el tiempo. Este exceso de control somos nosotros, tratando de mantener el orden en el caos, tratando de sentirnos más seguros en este mundo loco. Muchas personas con Asperger toman fármacos contra la ansiedad, pero aún no hay ningún medicamento para hacernos “normales”. Y no, no podemos simplemente “superarlo” y no podemos simplemente “ser normales”. El cerebro es un órgano flexible y podemos aprender, pero siempre, siempre, tendremos Asperger. Lo digo en voz alta y lo digo orgullosa.
Fuente: http://www.beatpsicologia.com/blog/76/personas-con-asperger/
Jó, qué bonito :´) Me ha gustado mucho este artículo. Nadie sabrá nunca expresar mejor cómo se siente una persona con Asperger que alguien que lo "sufra". Una pena que no todo el mundo es capaz de comprender el qué hace a las personas con este síndrome tan especiales :(
ResponderEliminar¿Verdad? A mí me gustaría mucho poder tener comentarios e historias de primera mano de todo el mundo que sufra diferentes enfermedades, síndromes o trastornos. Siempre es bueno ver cómo es la vida de una persona que siente algo que no sienten los demás y que además de dolerle o estorbarle, tiene que soportar que nadie, ni incluso él/ella mism@, comprendan. Nos ayudaría a todos a ponernos en su lugar.
ResponderEliminarY dicho esto, tengo un plan, a ver si te lo cuento. Recuérdamelo. ;)
Como me has dicho que tienes un plan y que te lo recuerde como 3 veces, cuéntame tu plan!!!
ResponderEliminarA mi también me gustaría poder acceder a este tipo de historias de primera mano. De hecho, tengo algún libro, pero está en inglés así que la recomendación no se adapta del todo a tí :( Y tengo libros pendientes que, desgraciadamente, no están en castellano tampoco... Lo bueno es que de vez en cuando salen algunas que si nos llegan y me apetecería mucho leer algo sobre la experiencia de Stephen Hawking (que sufre ELA) y de Michael J Fox (que tiene Parkinson). si me hago con alguno de estos, te lo cuento ;)
Contado. Y a punto de ser ilustrado y realizado. :) Te contaré más avances, prometido. :)
ResponderEliminarYo siempre leo libros sobre psicología, libros escritos por psicólogos, libros de autoayuda... Pero la verdad es que los que no terminan aburriendo, son demasiado complicados para enterarte de nada. Lo mejor y yo creo, lo que más llama la atención, es esto, leerlo de primera mano. Y bueno, yo creo que con un poquito de apoyo, quizá esto esté más cerca de ser posible. :)
Okis! ^^
ResponderEliminarA mi los libros muy teóricos me aburren, pero leer las historias contadas en primera persona me gusta mucho. Es una pena que la gran mayoría de esta clase de libros no nos llegan, pero bueno, nos conformaremos con medios "más pequeños" =)
Sí, es lo que siempre pensé yo. Basta ya de teorías de cómo me debo sentir. Eso no lo dictamina un libro porque depende de muchos factores: de mi personalidad, de mi enfermedad, de la gente, del lugar, del día, del estado de ánimo... Un libro no sabe cómo me siento yo, por lo tanto, o cuento mi historia, o las demás podrán asemejarse pero nunca serán mi historia.
ResponderEliminar(¡Toma ya! xD)
Yo soy una mujer profesional y madura, hasta hace poco tiempo no entendí porque me sentía tan rara, hasta que entendí que tengo SA, las características descritas se ajustan perfectamente a mi manera de ser y pienso que saber eso me ayuda a no sentirme tan mal por ser "diferente" ya que no hay culpa en padecer de este síndrome y lo que queda es seguir llevándolo de la mejor manera posible. Estos días me tienen tomando ansiolíticos, pero espero dejarlos pronto. Gracias!
EliminarAparte, Anónimo (anónima en este caso por lo que veo) de ayudarte a ti, también nos ayuda a los demás a comprender y no juzgar a nadie por adelantado. En realidad todos somos diferentes, así que, ¿por qué deberíamos culparnos por serlo? Es lo que nos hace especiales, el ser diferentes. Y te confesaré algo ahora que no nos oye nadie, en el fondo, tiene su puntito, ¿no? :P
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente. Aunque tengo poco Asperger, y he sido hace poco diagnosticada, siempre me he sentido diferente...Más bien incomprendida...Con mis familiares más cercanos, con compañeros de colegio, con profesores... Aunque todo el mundo ha querido ayudarme y lo ha hecho, todavía siguen como costando les entender mi situación y hasta todavía hay algunos que sabiéndolo me miran de forma rara...No entienden lo entendible, ni yo tampoco...Tienes muchísima razón y te entiendo...Ser así te hace o te hacen sentir diferente aunque no lo seas...Solamente seas especial...😢😔😖
ResponderEliminarYo no podría decir si lo tengo o no porque nunca me molesté en averiguarlo (sería salir de mi zona de seguridad personal :P) pero la verdad es que me adecuó bastante a las cosas que dice el artículo y a las características que suelen describir el SA o el autismo. ¿Mi familia? Unos no lo entienden ni quieren hacerlo, otros lo intentan y otros supongo que me conocen y no les pilla de nuevas. De todas formas el que no quiera entenderlo ni conocerme, que no lo haga, no hay mayor problema, yo tampoco quiero. :P
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