Bueno, qué, ¿qué os parecen mis zapatillas? Molonas, ¿eh? Porque la palabra “molonas” se sigue utilizando, ¿verdad? :P
Ya que el tiempo ataca con fiereza, yo me tendré que defender, digo yo. Es que siempre tengo los pies helados. Y las manos… Algún día doblo un dedo, se me parte y tengo que andar buscándolo, como le pasó a Michael Jackson con su nariz (rumores, rumores…). “Manos frías, corazón caliente” o al menos eso dicen. Yo debo tener el corazón echando chispas y no de amor precisamente.
Y la cabeza, también caliente. Como un bombo, diría yo. Está aquí el perro de mi vecina dando por saco (por no decir otra cosa) a las 3’15 de la mañana y como hace tanto que no escribía, os pongo al día. Y digo yo… ¿A quién pongo al día si mi blog no lo lee nadie? (Ahora es cuando los que pasáis por aquí os hacéis los ofendidos y me comentáis… A ver si cuela… :p).
Estaba hasta ahora escuchando música en YouTube (y si hace falta, escucho a Britney Spears con tal de no oír más ladridos de perro), The Man who Can’t Be Moved y no sé por qué, me recordó a las Navidades. Bueno, sí sé por qué, porque estamos metidos de lleno ya. No hay más remedio, no hay vuelta atrás. Antes de que nos hayamos dado cuenta, estaremos cenando con toda la familia, cuñado plasta inclusive, comprando cosas como posesos, comiendo 12 uvas y con unas bragas (o boxer, según el gusto del consumidor, jajajaja) rojas. He de decir que no me gustan las Navidades. Al principio era por tristeza y ahora es un sentimiento algo parecido al odio. O creo que estoy mintiendo… Las Navidades en sí, sí me gustan, lo que no me gusta es como nos comportamos en estas fechas. Se supone que somos más amables, más simpáticos, estamos más contentos… Pero sólo se supone. Yo estoy más apática, más triste y con más mala… Euh… ¡Uva! Y nunca mejor dicho. No entiendo algunas cosas como la de ir a comer con la familia cuando te llevas mal con ella: “es que es Navidad…”. Vale, ¿y? Después Carnavales, Semana Santa, las vacaciones de verano… ¿Y comer con la familia obligatoriamente porque son esos días, cuando te ves diariamente? Y digo yo, ¿no podemos quedar el día 27 en vez del 24? Pues debe ser que no. Con respecto a lo de comprar comida sin control para luego estar comiendo cochinillo durante tres semanas, mejor no digo nada. Yo como langostinos en Marzo y en Nochebuena, con una tortilla de patatas soy la mujer más feliz del mundo. Y la tontería de las 12 uvas… Vale, es una costumbre, en parte bonita, diría que original… Siempre y cuando no le sean alérgico a las uvas y tengas que estar haciendo inventos para no ser el único que no toma las doce… ¡¡Las doce cosas!! Las doce gominotas en forma de bolita, los doce trozos de una tiza cortada (tiza de comer, de golosina, no de las otras, que estoy tarada pero no tanto XD), los doce trozos de chocolatina Kinder (weeee, no llevan frutos secos. Voy a poner a los de Kinder en un altar por hacer cosas tan ricas y sin los malditos frutos secos que se incluyen hasta en las patatas fritas y en la nata y si no me creéis, comprobadlo). En fin, otro año más, ¡¡feliz Navidad!! ^^
PD: Dejo los demás artículos sobre la triste historia de la Navidad en el mundo de Álex para siguientes ocasiones, ahora que parece que el perro se calló un poco. ¿Será que le di demasiado cava? Era para celebrar las fiestas con él…
En realidad, el sentido de la navidad es que hay un tio muy importante que celebra su cumpleaños ese día, y como no le des coba y le hagas la pelota se coge un cabreo que te cagas. Te manda al infierno ahi to puteao a estar todo el día sufriendo torturas para toda la eternidad. Vamos lo que se entiende como justicia y misericordia.
ResponderEliminarUn beso y anímate guapetona.
¡Ah! Ya sé quién es ese tío... Tiene que ser el rey, porque es el que nos da los discursos en estos días...
ResponderEliminarXDDD