Os voy a contar un sueño que tuve una noche (30/12/2005). Fue bastante espeluznante, sólo que se quedará en nada una vez que lo cuente con mis propias palabras. Pero aún así, voy a intentaros poner en la piel de la soñadora. Además, me acababa de despertar con un petardo que habían puesto debajo de mi ventana y me había desvelado. Vi difícil poner conciliar el sueño de nuevo y comencé a escribir. Debían ser alrededor de las seis de la mañana. Son tres partes:
“Bueno, pues por fin y de una vez por todas había conseguido trabajo. Todos estaban orgullosos de mí, incluso yo misma, aunque no era un trabajo muy común...
El primer día llegué a aquella sala blanca, con vigas hasta el techo y llena de estanterías altas y también de ese mismo color. Estaba un poco nerviosa; pero también muy contenta. Allí me esperaban dos chicos jóvenes para darme la bienvenida en mi primer día y un poco de calor para calmar mis nervios.
El chico tenía unos 26 años y mechas rubias en el pelo. Llevaba un jersey verde oscuro, unos vaqueros nuevos y el pelo le cubría ya la frente por debajo de las cejas. Era alto y no muy delgado, siempre sonreía y eso le hacía un chico de apariencia tranquila, sosegada y agradable.
La chica era muy morena, con el pelo lacio por debajo de los hombros y muy brillante. Debía medir 1’60 y estaba muy delgada. Su tez era más blanca que la de su compañero y su piel estaba cubierta casi por completo con ropa negra. También parecía agradable, aunque un poco reservada. Ella no sonreía tanto...
La verdad es que me acogieron muy bien y ese mismo día comencé a trabajar. Mi trabajo consistía en reponer en un supermercado que había justo enfrente, cruzando la calle. Gracias a aquello, pude fijarme en más detalles de la sala. Era una especie de almacén contiguo a un gran edificio, parecido a una ermita, que estaba abandonada hacía al menos 20 años. Siempre daba el sol, que entraba a intervalos por una ventana con rejas situada a mi derecha. La puerta, un poco más hacía la derecha, era marrón, hecha de madera y que parecía bastante ruda. El suelo estaba cubierto por las migas de las barras de pan que cubrían las estanterías. En una de mis revisiones diarias a las fechas de los cartones de leche y comestibles, una voz llamó repentinamente mi atención. Era mi jefe. Venía a ver cómo íbamos con el trabajo.
Mi jefe se llamaba Marco. Casi nunca aparecía por allí y era un hombre bastante extraño, distante; pero a su vez alegre. Sonreía casi tanto como mi compañero y pocas veces hablaba del trabajo. Siempre se encerraba en su despacho, una pequeña sala a la que había acceso desde el interior del supermercado y allí pasaba las horas sin hacer ruido.
Empezaba a acostumbrarme al trabajo. No era duro; pero por alguna extraña razón que yo creía conocer, nadie quería trabajar allí. La razón no era otra que la vieja ermita abandonada y edificada justo al lado del supermercado en el que había comenzado a trabajar. Se oían bastantes leyendas sobre aquella ermita. Eran leyendas para asustar a los niños; pero eso hacía que cada vez fuese menos gente al supermercado. Una vez Diego, mi compañero, me habló sobre las leyendas. Él me aseguró que eran verdad. Yo me lo tomé como una broma; pero me aseguró que algún día lo podría comprobar. Me habló de los cánticos, de los rezos, los viajes a ninguna parte que hacía la gente que habitaba en la ermita...
Pues espera, que todavía faltan las otras dos partes... XD
ResponderEliminarBien relatado?? La verdad es que tengo complejo de mala escritora, así que, te agradezco mucho eso wapa. GRACIAS!!!
Jajajajaja, un poco mal, eh?? Lo advierto...
ResponderEliminarHala... ¿Cómo puedes recordar tantos detalles de un sueño? Yo normalmente me acuerdo del final y lo tengo todo difuso ^^' Está muy interesante, nos vas a dejar con la emoción? =P
ResponderEliminarNo hombre, todo no, Gatale, todo no... Alguna cosas terminan bien... Suele pasarles a los demás; pero weno XD.
ResponderEliminarEs verdad, no sé cómo puedo acordarme de tantos detalles; pero me acuerdo. Si ahora mismo me obligasen a decorar una habitación que sea un reflejo de la de mi sueño, podría hacerlo... O_o
jajaj, ok, me improviso como psyco-anal-listo : eso es porque el hecho de que tu encuentres trabajo es una leyenda.... es algo que anhelas hacer pero que no llegas a ello! jeje
ResponderEliminarte ha gustao? no? pues mira, no suieñes esas cosas!! jajaja
yo tambien me acuerdo a veces de muchos detalles de mis sueños! algunosse que sueño en tal pero nada mas, por ejemplo, estos tres dias adivinad con quien soñé!!! pues con Dave, pero no se nada de lo que hice alli, pero se que soñé con él, y otras veces sueño con el pero que no se me escapa ningun detalle!
Oye,que es eso de usar mi nombre en tu sueño sin permiso?XD
ResponderEliminarEsta interesante,a ver cuando nos pones el final...
Joder, no sabes el susto que me di cuando me dijeron (en el sueño) que el tío se llama Diego... Mi abuelo también se llama así, eh?? =P
ResponderEliminarOtro capítulo a continuación... Jijiji.
Por cierto Loan, es que yo tengo unos sueños tan extraños... Debería escribirlos; pero nunca me apetece... O_o