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domingo, 27 de julio de 2014

Grinbuzz

¿Sabías que España es uno de los países más solidarios del mundo? Quizá desconocías este dato pero, a pesar de no ser un país demasiado grande y, por tanto, no tener tanta población dispuesta a ayudar como pueden tener otros; a pesar también de ser uno de los países a los que más a afectado la crisis y pese a ser uno de los países donde trabajamos más horas y descansamos menos (y por menos parné), en ocasiones también sacamos tiempo y dinero para aquellos que necesitan ayuda.

A mí me gustaría poder hacer más de lo que hago. Muchísimo más. La falta de tiempo, evidentemente en mi caso de dinero y las dificultades que tengo para ir a determinados sitios o hacer determinadas cosas, me impiden ayudar hasta ese nivel con el que saciaría mis ganas de hacer algo por alguien sin pedir nada a cambio.

Siempre he pensado que por ejemplo, si no fuera una persona tan miedosa y las alergias no me acompañaran cada día de mi vida, ahora mismo probablemente estaría en... ¿África? O en algún lugar remoto de Filipinas, en una aldea en Perú... En cualquier sitio donde pudiese hacer algo más de lo que hago escribiendo frente a este ordenador. No sé hacer muchas cosas, pero siempre se puede echar una mano enseñando lo básico en alguna escuela, dando cariño, apadrinando niños, repartiendo comida, ayudando a construir una potabilizadora... Qué sé yo, ¡cualquier cosa! Por ahora y mientras mis alergias sigan de manifiesto (y dados los años que hace que estamos juntas, veo complicado que ya me vayan a abandonar), este tipo de proyectos tendrán que esperar. Bueno, la esperanza es lo último que se pierde...

De todas maneras, esta no es la única forma de tenemos de solidarizarnos con otras personas. Hay otras opciones: donar parte de tu sueldo a una ONG, donar dinero de vez en cuando, comprar en tiendas que tengan las ONG's y que donan parte o la totalidad del dinero que recauden a una causa benéfica... He incluso podemos ayudar de una forma aún más 'barata': podemos ser voluntarios. No nos costará dinero, sólo necesitamos algo de tiempo.

Evidentemente no estoy tratando de obligar a nadie a que haga ninguna de estas cosas. Cada uno sabe su situación y es libre de ayudar al prójimo o no hacerlo, ya sea por una causa totalmente justificada o porque no le salga de los... Cuando una persona gana el dinero de una forma honrada, puede utilizarlo como le venga en gana, tanto para dar de comer a sus hijos, como para algo tan distinto como bañarse en billetes en homenaje al tío Gilito. Además, es cierto que muchas veces hay personas que tratan de hacer un sucio negocio con la desgracia de los demás y que hacen de intermediarios del dinero a su antojo. Del bolsillo del donante, al mío y el receptor... Que espere, total, ya lleva muchos años esperando una solución, por esperar un ratito más, no pasará nada.

Hoy os muestro otra forma más de poder ayudar a otras personas. No se necesita dinero. Apenas necesitamos tiempo. Tan sólo es preciso que tengamos una conexión a internet.

Grinbuzz es una revolución en la forma de ayudar a los demás que consiste en juntar en el mismo espacio a personas que quieran anunciarse o darse a conocer y personas que quieran ayudar pero no dispongan de una boyante economía o les sobre el tiempo. Os lo trataré de explicar de una forma más sencilla... Cada persona que quiera darse a conocer, graba un vídeo que se alojará en esta web por un módico precio. Nosotros nos conectamos a Grinbuzz y vemos esos vídeos, que quizá te interesen o no, pero que no te comprometen a nada. Grinbuzz te va 'dando' un determinado número de huellas por cada vídeo y esas huellas ayudarán a apadrinar a niños con necesidades.

Por si aún así no lo entendéis, sólo tenéis que pinchar en el siguiente enlace desde el que os invito a apadrinar junto a mí:
http://grinbuzz.com/user_landing?user_id=13937


No hay que pagar, es gratis. Tan sólo necesitáis un nombre de usuario y un email, creo recordar que eso es todo. Es mucha menos información de la que ponéis cuando os metéis en un juego online u os registráis en cualquier web o foro de internet. Si me permitís un consejo personal para las personas que como yo, seáis olvidadizas, podéis poner la web en vuestra barra de favoritos para que sea un lugar de visita obligada cada día. Aquí os muestro una captura de mi Mac.



Cada noche, entro a mirar el correo, mi Facebook, el blog... Y de paso, dejo mis huellas diarias en Grinbuzz. No tenéis que poner atención a los vídeos si no queréis, podéis darle al play y hacer otras cosas mientras se visualizan. Además, hay un límite de huellas para obtener cada día que deben rondar las 42 y por cada vídeo suelen darte más de una. Qué puede llevarte, ¿cinco minutos al día? ¿Diez...? El 80% de los beneficios se dona al apadrinamiento de niños y niñas desfavorecidos.

¿Qué pierdes por intentarlo?


He hecho otro par más de capturas. En esta primera se puede ver que, una vez hayas completado el número de huellas máximo que se pueden obtener al día, Grinbuzz te lo advertirá por medio de un mensaje como este.














En la segunda podéis ver mi panel de control. Ahí se ven las huellas que has dejado en total, los amigos a los que se han unido a la web a través de ti, los niños que has ayudado a apadrinar y las huellas que dejaron tus amigos. He borrado los datos porque no es importante lo que haya hecho yo, sino lo que puedes llegar a hacer tú.




Pinchad en estos enlaces si necesitáis cualquier tipo de información sobre la web.

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¡GRACIAS! :)

miércoles, 16 de julio de 2014

Pobre de mí (por ser mujer, supongo)

Finalizadas las fiestas de San Fermín hace tan sólo unas horas al compás del conocido 'Pobre de mí', os traigo esta entrada con mi opinión sobre estas (y otras similares) fiestas que se celebran a lo largo y ancho de este nuestro mundo. Me centro más que nada en estas porque son las que más han dado que hablar, o al menos que yo haya escuchado, sobre el libertinaje con el que algunos actúan y del que componen sus días mientras que el cuerpo aguante (lo que viene a significar, lo que duren las celebraciones). 

A pesar de ser unas fiestas muy célebres y que se celebran en mi propio país (en Pamplona, para más señas), confieso que he tenido que buscar en internet cuándo se habían acabado porque, aunque me había parecido oír en el telediario que era hoy, no estaba del todo segura. 

En alguna ocasión con anterioridad, he reconocido que no me gustan las exposiciones y/o fiestas en las que intervengan animales: el circo, los zoológicos, las corridas de toros, etc. Es verdad que hay determinadas celebraciones en las que los animales no tendrían por qué sufrir como son los recortes (el toro 'sólo' corre, cosa que haría igual en un campo), los encierros (misma situación), pero esos mismos toros son sacrificados más tarde en las corridas, por lo tanto y al estar ligado, es algo que igualmente me desagrada. Aún así, es una fiesta que respeto en cierto sentido, puesto que hay muchas costumbres que son dignas de celebrar. El chupinazo tiene que ser 'acojonante'. Toda la gente que se junta a celebrar, la costumbre de ir todos vestidos con ropa blanca y el pañuelito rojo (¡que no falte!), el 'Pobre de mí' que mencionaba anteriormente... Algo que reúne a tanta gente tiene que ser digno de ver, disfrutar y como digo, festejar. 

Dejando atrás mi opinión sobre la parte taurina y ya que ésta es a veces compartida y otras veces no, quiero hablaros de algo que me avergüenza casi en un nivel prácticamente idéntico: el libertinaje. No confundir con la libertad, que es otra cosa bien distinta...

¿Alguien aún no se ha enterado de los tocamientos en estas fiestas que se producen mayoritariamente hacia las mujeres? Los tocamientos a las mujeres en los Sanfermines son lo que Saluo a los británicos o el 'balconing' al verano, siempre toca y valga la redundancia... 

Lo más fácil y por desgracia muchas veces lo más común es echarnos la culpa a las mujeres. Siempre es más sencillo decir a una mujer no enseñes, no provoques, no hagas; que decirte al hombre no toques, no abuses. ¿Por qué? Bueno, también dicen que el hombre tiene instintos primitivos, que no se puede contener, blah, blah, blah... No tengo a los hombres por una raza inferior más cercana a los monos, animales irracionales, y que tengan que satisfacer sus instintos sea como sea y a costa de lo que sea. Lo mismo estoy equivocada al creer que están dotados de razón, sentido común, respeto... Entonces, ¿por qué algunos (por suerte no son todos) van como lobos hambrientos a tocar? ¿Tan desesperados están? ¿Tan poco respeto tienen hacia ellos mismos y hacia las mujeres? 

Teniendo en mente como mujer que soy que nunca he ido enseñando nada por ahí (al menos conscientemente), que no me suelo poner escotes porque no lucen, no hago top-less, no uso faldas... Para mí las mujeres que usan cualquier parte de esta indumentaria nombrada deberían ser tan respetadas como yo, que no la uso. Es es tan sólo ropa, es un aspecto físico, es algo que NUNCA puede ser una justificación para propasarse en el grado que sea. Y también soy de la opinión de que una mujer es libre de enseñar lo que quiera sin tener que ser sobada. Y creo mucho más aún que eso NUNCA puede ser una justificación para propasarse en el grado que sea. Ahora bien, para mí enseñar el pecho en una playa es algo más lógico, por eso de las marcas del bikini, que enseñarlo en medio de la calle, por mucha fiesta que haya. Pero también lo más natural en este caso es que te pongan una multa por exhibicionismo, no que te sobe hasta el apuntador. 


Pasemos a un ejemplo que aún me produce más vergüenza ajena. Mismas fiestas, misma situación. Una chica llevada en volandas por otro chico y con más brazos a modo de tentáculos que el mismo pulpo. Cuento al menos ocho manos si no más en posición de ataque aparte de alguna que otra mano perdida (o dos) que, ya que no llega tan arriba, se dedica a bajarle los pantalones. El caso es tocar cacha, sea por donde sea. ¿Quién le mandaría a esta chica ponerse esa camiseta normal de manga corta y unos pantalones cortos? Es que vamos provocando... La otra sí, la otra foto admito que es para encender la mecha, ya va enseñando el hombro. 




¡Y aquí el amigo! Pues oye, voy a aprovechar que ya se ha pasado el bullicio y que la cosa está más tranquila y como yo hoy no me he llevado cacho aún... Aprovecharé ahora que ha separado los brazos del cuerpo en un descuido y le bajo la camiseta. Y los demás riendo la gracia (excepto si os fijáis, la otra mujer aunque por la foto, no se podría juzgar si en ese momento se había enterado de algo). 



Esta foto no se puede ni comentar. ¿Podría considerarse al menos un intento de violación? El intento está claro, también se ve que la están forzando y ya que violar es tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad (según la RAE) yo lo consideraría.



Y bueno, estas son mis fotos preferidas. ¡Hombres enseñando el pecho! Pero... Esperad un momento... ¿Por qué no hay ninguna mujer cual loba ninfómana haciéndole ningún tipo de tocamientos? ¿¡Y por qué tampoco hay ningún hombre!? Ah, esto ya no gusta tanto a la hora de tocar, supongo. Enseña el pecho, es 'lo normal', ¿no? Nadie que le baje los pantalones... Pobre hombre, qué mal se debe sentir de no tener a nadie que le 'quiera' como a nosotras.



Por último algunos no dejan ni lugar a la imaginación. Veo lógico que tampoco ninguna mujer se vaya a sobarle. En serio, como mujer, lo último que se me ocurriría al ver a un hombre enseñando todo el cimbrel sería ir a toquetear. Si es en una fiesta, me avergüenza, eso es mejor dejarlo para la intimidad. Y si es en plena calle, me cruzo de acera, ¿por qué cuando es una mujer todo vale?

martes, 24 de junio de 2014

Mi abuela, la cocinera

Hacía mucho que no me pasaba por aquí y, a pesar de que todo el mundo dice que Blogspot es tan de principios del 2.000, yo sigo teniendo 'mono' de escribir nuevamente cuando hace tiempo que no me paso. Soy tan mainstream...

En fin, han pasado bastantes cosas desde la última vez que estuve aquí: dos pérdidas importantes (no por defunción, pero pérdidas igualmente); gente nueva en reemplazo; familiares que vuelven a tu vida después de años de distanciamiento, unos cuántos regalos (merecidos, aunque esté mal decirlo); el reconocimiento por fin de mi trabajo y mi paciencia; el comienzo de vacaciones de dos de mis ocupaciones principales hasta ahora e incluso tres visitas al cine; que dicho así no es mucho, pero teniendo en cuenta que en los diez años anteriores no había pisado el cine ni una sola vez, es bastante halagüeño.

Con respecto a la salud, la cosa no mejora demasiado. Hace tiempo que la familia tiene achaques varios, yo misma el verano pasado me lo pasé prácticamente entero enferma, llena de picores y con el estómago fatal debido a ellos. Mi abuelo sigue en las mismas, apenas se puede mover y, si lo hace, no puede respirar. No es capaz de atravesar el pasillo de casa sin sofocarse. Si llega el caso de tener que hacerlo, hay que colocarle una silla en el medio de éste para que pueda descansar en ella un rato antes de retomar la marcha. Hablamos de un pasillo que de ningún modo alcanza los 10 metros... La abuela... Con parches de morfina para el dolor. Lleva más de un mes durmiendo en una silla del salón.  Parece que poco a poco mejora, pero a pasitos muy cortos. Mi tío está sometiéndose a pruebas para volver a ser operado y su hermano, mi padre, tiene constantes citas con el médico. Hace meses que tiene que estar haciéndose pruebas.

El panorama es un poco desolador, pero ya que parece que mi abuela va mejorando y tiene ilusión por volver a cocinar esas recetas que le salen tan ricas, yo me he propuesto ayudarla. 

Desde pequeña, antes de que tuviese conciencia de las cosas que me rodeaban y antes aún de llegar a ser ni tan siquiera una pequeña judía en el cuerpo de mi madre, mi familia ha hablado de la maña que se daba mi abuela en la cocina. Supongo que aprendió y se ilusionó con la cocina como lo hacen la mayoría, viendo a su madre, o quizás a su abuela, cocinar (en aquellos tiempos siempre eran mujeres las inspiradoras en la cocina, ahora por suerte también nuestros padres nos pueden trasmitir el amor por los fogones). Mi madre alguna vez me ha contado que, cuando era novia de mi padre, la invitaban a comer a casa. Entonces, mi abuela hacía unos platos tan elaborados, cuidadosos, bonitos (y ricos) que les daba pena comérselos. Ya no sólo era ese cuidado en hacer dibujos con unas zanahorias crudas (trabajo de chinos), sino que a la hora de saborearlo, estaba delicioso. Si me diesen a elegir entre todas las recetas que he probado de mi abuela paterna, no tendría dudas sobre cuáles escoger: el arroz (el amarillo, como le llamábamos de críos), las croquetas (siempre de jamón) y el bizcocho de limón. Hoy en día sé hacer dos de las tres recetas, de lo cuál estoy orgullosa. ¡E incluso tienen cierto parecido a las recetas originales! Con el arroz no me atrevo, no le daría ese toque de abuela.

He contado muchas veces de dónde provengo. Soy puramente española, de lo cuál me enorgullezco. Fuera de los problemas que tenga el país, las cosas que no soporto de él y todo eso que ya es hora de cambiar, es un buen país. Rico en dialectos y/o lenguas diferentes y lleno de costumbres; que cómo no, siempre utilizamos para separarnos en vez de para enriquecernos; con variedad de acentos; con cambios climáticos y estéticos casi extremos... Si vives es Galicia, ver el sol puede ser hasta preocupante. En cambio si vives en Sevilla y un día alcanzas los grados negativos, sientes que el Apocalípsis podría estar cercano. Según la leyenda familiar, tengo familiares lejanos en Francia, por parte materna y alemanes, por parte paterna. Yo nací en Madrid. El otro tercio de mí es manchego, en su mayoría, de Toledo. La parte que queda, aunque suene sorprendente si me conoces, es andaluza. De hecho y hasta donde tengo conocimiento, media Andalucía debe ser prima mía. Aún recuerdo a la perfección cómo me enteré de tan curioso descubrimiento.

   Un día cuando comía sola mientras mis padres trabajan, un teléfono fijo salvaje comenzó a sonar...

               - ¿Sí?
               - ¡Hola!

              Ese 'hola' sonaba a familia paterna sin la más mínima duda.

               - ¡Hola!
               - Qué eres, ¿la hija del 'Fulano'?

Vamos a llamar a mi padre Fulano por eso de la privacidad. Porque en los pueblos siempre eres 'el' no sé quién o 'la' no sé cuántas. El artículo siempre tiene que ir delante del nombre y da gracias si al menos va delante del nombre y no del apodo. En los pueblos es muy típico que si preguntas por Antonio o Pepe, no tengan ni idea de quién estás hablando, pero en cambio si le dices 'el conejero' o 'el cebolleta', te hablan hasta de aquella vez que se hizo pis encima cuando estaba en el parvulario. Y sí, yo tengo unos cuántos motes en los pueblos de mi familia a cuál más extraño, por eso de seguir con la tradición... Por otra parte, si eres el padre o la madre del susodicho y además eres de pueblo, siempre será 'tu' Paco o 'tu' María, ya que es de tu posesión, que para eso estuviste 12 horas de parto. Seguimos con la anécdota, que me pierdo...

     - Sí, soy yo, pero ahora mismo él no está... 
     - Yo soy la Sole, una prima de tu padre. Bueno, no pasa nada si él no está, así hablo un ratito contigo, si llamaba más que nada por saber un poco de vosotros, a ver qué tal os iba.
     - Ah, bueno, bien, con el trabajo, los estudios y eso, ya sabe.
     - ¿Cuántos años tienes tú ya, bonita? Ya estarás hecha una mocita. 
     - Sí, bueno, ya tengo 19 (en ese momento tenía 19 creo recordar). 
     - Uy, 19, qué mayor eres ya. Yo tengo uno un poquito más mayor que tú, ya  tiene 23. Luego tengo otro de 18 también, una de 15, otro de diez, uno de ocho, otra de cinco, uno de tres...

Lo que yo decía, veinte primos así, de una tacada. En el Ejido, provincia de Almería para más señas. Si conocéis a una tal Sole de el Ejido que tenga unos cuántos hijos, es mi tía y sus hijos, mis primos, por supuesto. Creo recordar que tenía también una prima por Andalucía que tenía 17 años y estaba embarazada... De su cuarto hijo. Lo que os digo, primos y más primos por todos lados.

En fin, volviendo a mis abuelos y en concreto a mi abuela, nacieron y se criaron en un pequeño pueblo de Jaén que ahora mismo debe rondar los 3.000 habitantes. He estado allí y es precioso. En aquel lugar todo el mundo se apellida como yo. Y si no como yo, como mi padre. Y si no es como mi padre, como alguno de mis abuelos. Son tales las casualidades que comparto exactos apellidos con mi  bisabuelo paterno. Por suerte mis padres no son muy partidarios de seguir con determinadas tradiciones familiares, porque si no probablemente también compartiríamos nombre. En la familia paterna todos se llaman Antonio y Antonia o Jose y Josefa. Gracias a Dios me llamo Álex...

Siguiendo con el tema y recuperando la propuesta que me había hecho de ayudar a mi abuela con su vuelta a la cocina, comencé a buscar para ella una receta que quería y que nunca había probado a hacer puesto que no conocía los ingredientes: la torta de azúcar. Muy típica de su pueblo, aunque también de muchos pueblos no sólo de Jaén, sino de Andalucía entera. Buscando y buscando, se me ocurrió otra idea más allá. ¿Y si buscaba las recetas de los platos típicos de su pueblo? Ella no las tenía, pero sintiendo como siente ese amor hacia su pueblo sumado a la ilusión que aún conserva por aprender y practicar en la cocina, estaba segura de que le haría mucha ilusión tenerlas.

No sólo encontré las recetas que ella quería, sino que también pude encontrar las recetas de nuestro pueblo en concreto, cosa que creí bastante complicada al planteármelo en un principio... Pero lo mejor de todo podría ser lo que me encontré sin haber buscado y... Que podría ser un eslabón perdido de la familia. La persona que había escrito esas recetas era del mismo pueblo que mis abuelos, tenía uno de los nombres típicos fijos de la familia y compartía uno de los apellidos con mi abuelo... ¡Y el otro con mi abuela! Aún me queda saber si tienen algo en común o simplemente es una mera casualidad. Mucha, eso sí, pero sólo una curiosidad.

Mañana quiero dedicar la tarde a pasar todas las recetas a limpio y después a la impresora para que mi abuela pueda cocinarnos algo.

Por cierto, sobre ese eslabón quizá perdido, guardadme el secreto, mi abuela aún no sabe nada... :)


sábado, 31 de mayo de 2014

Hoy no me puedo levantar (El musical. Parte I)

Nunca fui muy fan de los musicales. O bueno, o quizá sí pero nunca lo he sabido. Supongo que es complicado saberlo cuando siempre viviste en un lugar en el que ni siquiera tenías un cine cerca. 

Todos conocéis mis miedos, no me gustan los lugares lejanos, no me gustan los lugares desconocidos, no me atraen los lugares con mucha gente y un musical es el cóctel perfecto compuesto de un toque (o más bien chorretón) de cada cosa de esas mismas que temo. Aún así, siempre me gustó tanto el grupo Mecano que en 2005 me decidí a ir a ver el musical de Madrid en tributo al grupo. 

No quería ir los primeros días, ya que no tenía muchas referencias sobre lo que era un musical, así que si éste era malo, iba a ser más fácil que me decepcionase y que mi desconocimiento en musicales sumado a una mala obra provocasen un rechazo general a este tipo de obras. Entre unas cosas y otras, el tiempo fue pasando hasta llegar el día en el que se celebraba la última función en Madrid y yo no había podido ir a verlo aún. Millones de personas habían podido disfrutar de un musical tildado de exitoso, que duró varios años en cartel y que provocó tanto una gira española a lo largo de diferentes comunidades, como una gira por el país de México. Dijeron que este musical no se pondría nunca más en cartel, que era un cese definitivo, y yo me quedé resignada pero con una espirita clavada por no haber podido disfrutarlo cuando tuve la oportunidad. 

Hace tan sólo unos meses mientras miraba -pero no veía- la tele, salió un anuncio que captó mi atención al instante. Por supuesto, eso era, ¡volvía a Madrid el musical! No me lo podía creer, esta vez no se me podía escapar, aunque de nuevo iba a volver a esperar a la crítica. Era un musical diferente, con actores distintos pero según decían, mejorado. Este año sí. 

Justo a medidos de Mayo mientras volvía del gimnasio, un amigo y sin recordar muy bien cómo salió el tema, me comentó que precisamente al día siguiente en un teatro de Madrid había una función en tributo a Mecano que también estaba siendo un éxito de crítica. ¡Justo al día siguiente! En menos de 24 horas. Lo mejor de todo es que yo tenía obligaciones deportivas hasta una hora antes de que comenzase la función y evidentemente me tenía que duchar antes de ir y no me iba a dar tiempo. Aunque... Tenía un as en la manga: el de mandarlo todo a tomar por saco. No, el musical no, el deporte, por supuesto. No, no me habéis entendido mal, estaba dispuesta a enviar a tomar vientos todo, pero ya no por ver el musical o no, sino porque es algo que hago de forma altruista, que me da muchos más disgustos que alegrías y donde, a mi modo de ver (y no sólo el mío) se me está tratando de manera bastante injusta. El caso es que dependiendo del trato que me dieran esa tarde, les dejaría tirados y me iría o haría una contrarreloj para poder estar allí a tiempo (cosa esta última que no me apetecía para nada). 

Aquel día fue el día fue en el que peor me pude sentir. A punto estuve de terminar a lágrima viva, pero como soy ese tipo de personas que se enfadan cada cinco años, me serené, cogí mis bártulos y me vine a duchar a casa. Ni siquiera esperé a la hora de salida, simplemente me fui. Parece que lo estaban viendo venir, oye. 

Debo confesar que una vez allí, el musical me sorprendió y para bien. Al llevar menos elenco tanto de actores como de bailarines por eso de ser un tributo, sumado al precio de las entradas (notablemente más bajo que las del musical de Gran Vía y donde además iba invitada) me indujo a pensar en algo con menos calidad. Craso error...

Es evidente que ahora que puedo compararlo con el musical original (del que hablaré en la siguiente entrada) carece de muchas cosas que el otro tiene, aunque más que nada las diferencias se dan en cuanto a attrezzo, puesta en escena, duración, diálogos y número de personas en el escenario. Pero la verdad es que lo complementan bastante bien a la hora de meterte en el papel y animar. No había momento en el que no te pidieran que cantaras, bailaras, por supuesto dieses palmas y disfrutases de la función. Incluso saltaban del escenario para compartir la música con el público, una gozada. Un poco más y si nos dicen de subir al escenario lo mismo hasta algunos nos animamos. 

¿Lo "malo"? Pues eso, un attrezzo mucho más limitado, micros de mano (que supongo que irán a cargo del teatro en cuestión, pero que a ellos les debe incapacitar un poco a la hora de expresarse y bailar), algo menos de historia, menos gente encima del escenario y... Bueno, eso, que queda menos espectacular, pero volvemos a lo mismo, en relación al precio nunca hubiera esperado algo de tanta calidad. 

No podía haber habido una manera mejor de abrir boca para el musical original y tampoco de terminar tan nefasta tarde...

jueves, 15 de mayo de 2014

Día agridulce

Dejando a un lado esta enorme jaqueca que me está derrotando (esto entraría dentro de la parte agria del día): hoy ha sido un día agridulce.

Quizá me he dado cuenta de sopetón de algo que ya sabía pero que no me había parado a pensar con detenimiento. O al menos no he querido pensarlo con detenimiento. Dentro de unas semanas, mi vida va a dar uno de esos vuelcos con los que acostumbra a sorprenderme cada cierto tiempo y todo cambiará.

Dejaré de trabajar. Aunque fuera algo que hacía sin ánimo de lucro, me gustaba hacerlo. Me gustaba estar con los niños, conocerles... Me gustaba enseñar y sobre todo aprender. Sabía que una vez acabara este mes dejaría de hacerlo, aunque tenía la esperanza de poder seguir con niños más pequeños y por tanto, poder seguir abriéndome al mundo y hacer cosas nuevas... Por ahora no es factible. Tan sólo me quedan unos días con ellos que intentaré disfrutar al máximo, pero una vez llegado Junio, fiesta incluida, esta parte de mi nueva vida desaparecerá. Me da mucha rabia estar en ese punto en el que iba dejándome conocer y también conociendo, pero tener que cortarlo todo de un tirón.

Por otro lado, mis entrenamientos también terminan. Bueno, en realidad los entrenamientos no, yo seguiré entrenando y ejercitándome, pero esta vez por mi cuenta. El verano es sinónimo de fin de temporada y por tanto de vacaciones, pero las noticias no son demasiado halagüeñas y las previsiones son una escisión ya sospechada y hoy anunciada. Si puedo continuar, continuaré, aunque no de igual manera ni con las mismas compañeras. Quieras que no, se les coge cariño y a pesar de que yo nunca lo demuestre, se lo había cogido. No se puede decir que esté dentro del grupo, ya sea por mi parte (no me voy a 'quitar méritos') pero tampoco considero que se me estén dando facilidades para esa unión. Al año que viene desaparecerán compañeras a las que nunca hablo, pero a quienes aprecio y entre esto, aquello y un poco de lo de más allá, puede que yo sea también una de las que claudiquen.

En el gimnasio continuaré, al menos esa es mi visión de futuro. Mi monitor pasa por momentos bajos y yo voy a estar ahí para dar por saco, como siempre vengo acostumbrando. No me gusta la situación que está viviendo, pero esta es también la forma que la vida tiene para decirte: 'Eh, no te creas que eres único, hay gente que pasa por cosas similares o incluso peores'. Yo a veces la contesto que también hay muchos que pasan por situaciones mucho mejores constantemente, pero cuando la vida se pone cabezona, no razona. Es lo que hay.

Mezclemos tantas partes agrias con alguna un poco dulce, para contrarrestar al menos... Mañana, si puedo, compraré por fin la cámara que quiero desde hace tanto tiempo. No voy a adelantar acontecimientos porque no sé si habrá y de haber, si el precio me convendrá, pero la verdad es que la tengo ganitas. Ya que ahora el tiempo que pasaba con los niños me quedará libre, quiero aprovechar para hacer cosas nuevas. Quiero grabar, quiero hacer fotos, quiero dibujar, hacer manualidades, coser, volver a tocar la guitarra... Bueno, quiero hacer muchas cosas, pero eso ya se verá mañana. Ahora... Me toca dormir, descansar en la medida en la que la que esta bestial jaqueca me deje y... Madrugar. Es la parte que peor llevo.

¡Días de 48 horas por favor!

jueves, 1 de mayo de 2014

Mi ropa de verano

A poco que alguien me conozca sabrá que no soy para nada seguidora de modas. Tampoco podría encasillarme en un sólo estilo a la hora de vestir: skate, hipster, punk, heavy, emo y mil tribus urbanas más que ramifican y crean otras individuales dentro del mismo estilo... En fin, que como dije una vez en mi entrada Yo siempre he admirado..., me gustan algunas cosas de cada estilo sin que sean determinantes a la hora de describirme. Me gustan las gafas de pasta pero no podría decirse que soy hipster. Me gustan las rastas pero no podría considerarse que soy rastafari. Me gustan las T1 pero tampoco soy hippie. Creo que se entiende...

Si una cosa me gusta (y entra dentro de mi presupuesto) me la compro. Me da igual que esté de moda, que no lo esté, que sea de hombre, que ya no se lleve, que a nadie le guste... Si me gusta, me la voy a comprar y me la voy a poner. De hecho, para que algo acabe en mi armario, debe cumplir tan sólo cuatro normas básicas:

   1. Que se ajuste a mi presupuesto. Puedo pagar 90 euros por un pantalón, pero no me apetece hacerlo porque pienso que difícilmente los valga.
   2. Que me guste. Esta es de cajón...
   3. Que sea cómodo. Comodidad ante todo, si voy a ir estupenda pero me tengo que bajar la falda cada dos minutos para que no se vea nada o subir el escote del vestido palabra de honor, no me lo voy a poner. 
   4. Que me haga sentir cómoda el estilo. Con unos mocasines o un polo, probablemente no me sentiría nada cómoda. 

Curiosamente la mayoría de la ropa que tengo no sigue estos 'requisitos' puesto que es regalada y entre eso y que yo cuido un montón las cosas, me dura tanto tiempo que a veces me dan ganas de hacer un montón con ella y quemarla. 

(Que conste que es una forma de hablar, nunca lo haría y en tal caso, la donaría, porque como digo, es ropa que está muy bien cuidada y alguien más la podría aprovechar).

El caso es que a veces tienes 20 camisetas, que son una barbaridad, pero están bien y no las vas a tirar... De las 20, dos son nuevas y te gustan, otras 12 son de hace un montón de años pero te valen y están bien (típicas excusas para no tirarlas) y sobre las restantes piensas: '¿Pero qué demonios...(bebí yo para comprarme esto, sí)?' Y sigues dejando las 20 en el montón de las camisetas, que no caben en el armario, que éste se viene abajo, pero... Sabes que deberías hacer limpieza y tirar un montón de cosas que no te vas a poner, pero me da la impresión de que tirar esa ropa es una frivolidad, como que me sobra el dinero y tiro cosas útiles y nunca lo hago. Así que mi armario es una mezcla de estilos en el que pocas veces encuentro algo que combine, me quede bien, me valga o me guste, a pesar de tener mil cosas dentro. Y esto se aplica a cualquier prenda, no sólo a camisetas... Pantalones largos, cortos, calcetines, chaquetas, sudaderas... 

Este año voy a aprovechar el cambio de estación; porque como sabréis, en España hay dos estaciones, verano e invierno; y voy a comprar cosas que tengo encaprichadas y que además me hacen falta (menos una, que pese a su funcionalidad en verano es sólo puro capricho, para qué nos vamos a engañar). Si me está leyendo alguien muy rico y que me deba un favor, pongamos Cristiano Ronaldo, Bill Gates o Amancio Ortega (¡vamos! No lo neguéis, sé que soléis leer mi blog a menudo... xD) y le apetece regalarme alguna cosa, no diré que no. 

Primera prenda a añadir en mi armario, ¡unos calcetines! Parece algo tonto, pero con tanto gimnasio, tanto entrenamiento y tanta historia, ando algo corta de calcetines. Evidentemente hay que lavarlos todos los días después de cada entrenamiento y he tenido que tirar un montón porque se han roto del roce con las zapatillas y de los continuos lavados. Tengo el capricho de comprarme unos de estos típicos de skate, los old school. Me gustan iguales a los de la foto, de la misma altura y del mismo color, azules y rojos. Los he visto en una tienda catalana por 8 eurazos (un par de calcetines 8 euros...) y en una tienda americana donde ya he comprado antes por 6.50 euros. Que sigan bajando...

Este es el capricho del que os hablaba, un gorro Panamá. Lógicamente los de la marca no bajan de los 65 euros (más 15 euros de gastos de envío, por supuesto), pero una falsificación es bastante más barata y me comentan que para calmar el ansia de desencapricharme y cubrirte del sol, sirve igual. Quizá es una leyenda urbana... :P 

Me gusta el de la derecha y, para que os hagáis una idea sobre mi seguimiento de las modas, lo quiero desde hace tres veranos y aún hoy me ha sido imposible conseguirlo. 

Soy de cabeza pequeña (pero muy bien amueblada, que no se diga), a ver si este año tengo más suerte.

También quiero unos pantalones chinos, o similar, cortos y que sean de un color diferente. Verdes claros, azules claros, morados, rojos... 

Una vez cumplidos los 12 años, arriba-abajo, dejé de ponerme pantalones cortos por vergüenza, o qué sé yo. Hace un par de años quise volver a ponerme unos en verano, pero no tenía, así que decidí que para el verano siguiente (este que pasó) me compraría unos y me los pondría. Desgraciadamente tuve una enfermedad en la piel y de nuevo tuve que quedarme sin comprar y lucir unos pantalones cortos. Este año ya medio por capricho, medio por venganza contra mi cuerpo, quiero mis pantalones cortos. 

Por favor, que sean tímidamente largos. Para enseñar el culo prefiero ir por la calle en ropa interior o bikini. Contra gustos no hay nada escrito, pero los míos, que sean como los de la foto.


Oh, por favor, quiero un chaleco negro de cuero... Bueno, quien dice cuero, dice polipiel, vosotros me entendéis. Me encantan las chupas de cuero. De hecho tengo tres, dos negras y otra color camel. Dos de ellas me costaron la sorprendente cifra de 15 euros, cuando a veces no encuentras ni una camiseta de manga corta por ese precio. 

Hace tres veranos (y a la vez que quería unos pantalones cortos) estuve buscando comprar un chaleco vaquero, pero por aquel entonces estaban de moda y en algunos sitios no bajaban de los 50 euros. Ni de broma pago 50 euros por una cazadora sin mangas, por mucha marca que tenga y mucha moda y tendencia que cree. Además la mayoría eran bastante feos, ya sabéis ropa de mujer en la que a dos centímetros le meten brillantina, lazos, tachuelas y una cremallera. Así, algo sencillo... 

El año pasado por fin pude comprarlo fuera de temporada por 10 euros.



Y quiero otros chinos, pero esta vez largos. Estoy totalmente falta de pantalones. Quiero unos, a poder ser que no sean azules. Me gustaría tener unos negros (sí, ya sé que es un color que se pone muy feo con los lavados, pero quiero unos negros) y otros color mostaza. Así podría tirar todos los pantalones que tengo, que están los pobres para el arrastre y tener tres, para quita y pon. Mis Levi's de siempre y este par.

Por cierto, eso de que sólo sean para hombres y por tanto, sólo estén en la sección de hombres... Sí, ya sé que ponerse pantalones de hombre siendo mujer es cuando menos que un delito, debo ser una una forajida, deténganme, pero quiero probar estos pantalones, nunca tuve unos del estilo.

PD: Sí, se me ha ido la olla. A veces me pasa.
Sobre el tiempo que hace que quiero este tipo de pantalones ya perdí la cuenta. Los llamados tartan, escoceses, punks o como quiera que cada uno los conozca siempre estuvieron en mi mente, pero nunca logré conseguir unos.

Hace un par de años o tres se volvieron a poner de moda y los comenzaron a traer en las típicas tiendas de ropa de chicas jóvenes que casi todos conocemos. Fui allí a verlos, pero lo cierto es que se alejaban bastante de la típica estética y se acercaban más a unos pantalones normales pero rojos y de cuadros. El hecho es que, entre eso y que el precio estaba en concordancia a que estaban de moda en aquellos momentos, me volví a quedar con las ganas de estos pantalones.

Tiempo antes mi abuela había intentando coserme unos ella misma al saber que me gustaban, pero la mujer ya no veía mucho y no consiguió sacar bien el patrón de los primeros pantalones que le dejé de muestra, así que tuve que llevar otros y al final salió un pantalón mezcla de los dos de guía... Cierto es que bonitos quedaron y además me los he estado poniendo hasta hace poco, pero volvemos a lo mismo, eran unos pantalones de cuadros rojos.

Continuo queriéndolos, pero no a cualquier precio, eso de que unos pantalones cuesten 75 euros no está hecho para mí.







A lo mejor soy una chica rarísima, no lo niego, pero que haya tenido que estar con unos mismos vaqueros desde que tenía 16 años (al menos me salieron buenos...) porque no había manera de encontrar otros del estilo, manda huevos, como diría uno que yo me sé. De verdad que no pido tanto, sólo quiero que sean normales y NO AJUSTADOS. Creo que los fabricantes/diseñadores en materia femenina no conocen ninguno de esos dos términos: normales y no ajustados.

De tener algún rotillo y no ser más caros de 30 euros, me dignaría a hacer un monumento, aunque sea a cartón piedra, del diseñador que los creó. Los del centro de la foto, por ejemplo, me convencerían bastante.

Y bueno, para terminar, necesitaría unas zapatillas. Siempre he llevado las típicas Pama, Naik, Adadis, Ball Star y similares, o simplemente unas zapatillas de marca blanca que se pueden comprar en cualquier establecimiento.

Ahora me apetece tirar unos cuántos pares que tengo más viejos y comprarme unas que sean un poco más caras, pero que si puede ser, sean más bonitas y me duren algo más.

Estas Vans rojas llevan mi nombre...

jueves, 10 de abril de 2014

TMI Tag (Too Much Information)

Sí, en realidad ya sé que actualmente todo lo que se sabe sobre mí es too much information, pero aún así el tag está de moda y me apetecía intentarlo. Este tag está centrado en los youtubers y, aunque podría decirse que soy 'youtuber' en cierta medida -hago vídeos, pero no como 'youtuber', sino como usuaria- voy a intentar contestar a todas las preguntas.


1: ¿Qué llevas puesto?
Unos calzoncillos largos grises y una camiseta de rayas. 

2: ¿Color favorito?
El morado.

3: ¿Último regalo que te han hecho?
Teniendo en cuenta que hace poco fue mi cumpleaños, un montón de cosas, pero así lo último, lo último... Una camiseta. Mi madre. Pone California... :P

4: ¿Cuánto mides?
Más o menos 1'68-1'69.

5: ¿Cuánto pesas?
Depende del momento, pero ahora mismo, 46 kilos. Y muy orgullosa de mis 46 kilos, que me ha costado año y medio coger esos seis últimos. Sería más feliz con 52, pero es lo que hay. 

6: ¿Algún tatuaje? 
Espero poder hacérmelo próximamente.

7: ¿Algún piercing?
Los de la oreja no se consideran piercing, ¿no? Tengo cuatro, dos en cada oreja, por si sirve.

8: ¿Pareja de ficción favorita?
Hmmmm, no se me ocurre ninguna... Entre que no tengo demasiado tiempo de ver la tele, nunca estoy en los horarios en los que emiten películas y que el cine directamente ni lo piso, no sabría qué contestar a esta pregunta. Seguramente alguna MUY pastelosa, de estas típicas en las que se llevan muy bien, no hay discusiones, se conocen mucho... Algo así. Yo como siempre, me voy a una pareja 'amorosa'.

9: ¿Cuál es tu serie favorita? 
Actualmente sólo veo Aída, serie que va a desaparecer próximamente... Me gustaba mucho Friends, también C.S.I., Mentes Criminales (Criminal Minds), 7 Vidas... Pero no doy a ninguna como vencedora en mis favoritas. Cada una tiene su aquel.

10: ¿Cuáles son tus bandas de música favoritas? 
Tampoco tengo a ninguna como favorita. Me gustan mucho The Corrs, Cranberries, Queen, Paramore... Soy más de canciones que de grupos. 

11: ¿Algo que echas de menos?
Siendo algo -que no alguien-, ser niña de nuevo.

12: ¿Canción favorita?
No tengo ninguna canción favorita, simplemente depende del momento, el estado de ánimo, el significado de la canción...

13: ¿Cuántos años tienes? 
Recién cumplidos los 28. 

14: ¿Tu signo del zodiaco? 
Soy Aries. 

15: ¿Cualidad que buscas en la pareja? 
Busco muchas, pero de las más importantes para mí: la comprensión. 

16: ¿Frase favorita? 
La medicina siempre asegura que la prueba de sus prácticas es la experiencia. Platón tenía razón, por tanto, cuando decía que para llegar a ser un verdadero médico se deben haber sufrido todas las enfermedades que uno pretende curar y todos los accidentes y adversidades que uno pretende diagnosticar.

Michael de Montaigne, Ensayos, 1588

17: ¿Compañía de teléfono favorita? 
La que menos dinero te robe. 

18: ¿Color que odias? 
No odio ninguno, pero a lo mejor el que menos me gusta podría ser el marrón.

19: ¿Música fuerte o floja? 
Lo mismo que todo lo demás relacionado con la música, depende del momento. 

20: ¿Dónde vas cuando estás triste? 
No voy a ningún sitio en concreto, con el tiempo he aprendido a aguantar mis emociones y no tengo ningún lugar donde me sienta libre de, y valga la redundancia, liberarlas. En mi habitación a solas es cuando mejor y con más tranquilidad pienso en los momentos tristes. 

21: ¿Cuánto tardas en ducharte? 
Depende. Si es lo que yo llamo 'una ducha rápida', lo que tardo en enjabonarme un par de veces y aclararme. Si incluye lavarme el pelo, con lo largo que lo tengo, tardo algo más.

22: ¿Cuánto tardas en prepararte por la mañana?
¿Prepararme para qué? :P Nah, yo trabajo a partir de las cinco, así que no me preparo por la mañana, sino más bien al medio día. También depende del día, pero los días rápidos, me doy crema en la cara, me peino, me pongo la ropa que necesite (depende de si voy a entrenar, al gimnasio, con los niños...) o si voy a salir, pues lo que tardo en maquillarme un poco, peinarme y elegir la ropa. 

23: ¿Alguna vez has participado en una pelea física? 
Sí, pero más que participar, fue más bien una obligación.

24: ¿Qué te gusta físicamente en una persona? 
Me fijo mucho en el pelo. No sé por qué, pero es inevitable. También me fijo mucho en la boca y en los ojos. 

25: ¿Qué no te gusta físicamente en una persona? 
Que dé aspecto de sucia, de descuidada...

26: ¿Razón por la que entraste a YouTube? 
La verdad es que no lo recuerdo, pero supongo que estaba de moda en aquel momento y decidí hacerme un canal. 

27: ¿Miedos? 
Muchos, de sobra conocidos por todos. 

28: ¿Última cosa que te hizo llorar?
El trato despectivo hacia mí. Por muy común que sea y muy acostumbrada que esté a ello, no es agradable. 

29: ¿Última vez que dijiste a alguien que le querías? 
Hace un rato. 

30: ¿Significado tras tu nombre de YouTube? 
Pues... Es un personaje interpretado por Piper -mi actriz favorita- y que me gusta mucho. También es un nombre que en español suena igual al de una persona a la que quiero muchíiiiiiiiisimo. El 86 es mi año de nacimiento y el 20, los años que debía tener cuando lo hice. A veces es complicado encontrar nombre en estos sitios. 

31: ¿Último libro que leíste? 
Veronika decide morir, de Paulo Coelho.

32: ¿Qué libro estás leyendo ahora?
Ahora mismo ninguno, estoy intentando comprar uno que se llama Sé bella, sé tú misma, de Lizzie Velasquez. Es difícil de conseguir, pero creo que lo venden en Amazon. 

33: ¿Última serie que viste? 
Aída, el Domingo pasado, ya digo que es la única que suelo poder ver. 

34: ¿Última persona a la que hablaste? 
Con mi madre.

35: ¿Cuál es la relación entre tú y la última persona a la que enviaste un mensaje (Whastapp)? 
Casi perfecta. :)

36: ¿Comida favorita? 
Hmmmm... El lomo al ajillo, las croquetas de jamón y el jamón -serrano-.

37: ¿Lugar que quieres visitar?
No creo que sorprenda a nadie si digo que por ejemplo L.A. es uno de mis lugares predilectos. Luego tengo otros lugares en mente como Australia, India, Noruega, Turquía...

38: ¿Último lugar en el que estuviste? 
¿De vacaciones? Creo que fue Roses (Rosas) en Girona (Gerona). Fue hace tanto tiempo que no recuerdo si fue allí...

39: ¿Amor platónico?
Creo que platónico no tengo ninguno, más bien uno idealizado. Quizá la idealización es en cierto modo un aspecto del amor platónico, pero yo lo veo más bien como montarte algo en tu cabeza a la imagen y semejanza de lo que querrías que fuera. En cambio el amor platónico lo veo como algo que es 'real' pero inalcanzable. ¿Me he explicado bien? Y no, no es Piper, que seguro que muchos lo estabais pensando. 

40: ¿Última vez que besaste a alguien? 
Hace un rato. 

41: ¿Última vez que te insultaron? 
Supongo que el Viernes...

42: ¿Sabor favorito de dulce? 
El chocolate. Aunque ahora me gusta un poco menos, será por la poca variedad que me dan las marcas.

43: ¿Qué instrumentos tocas? 
Bien ninguno. Un poco de casi cada uno, pero bastante mal. Lo que mejor se me da es la guitarra y tengo bastantes limitaciones con ella. 

44: ¿Pieza favorita de joyería?
Las pulseras y... Siendo más concreta, los llamadores de ángeles me encantan. Aún no tengo ninguno... :(

45: ¿Último deporte que jugaste? 
Esta tarde pasada eché un fútbol siete. :)

46: ¿Última canción que cantaste? 
Que tarareé más bien, porque no conozco la letra y encima al ser en inglés... Happy de Pharrell Williams, la pusieron en la radio a la vuelta del entrenamiento.

47: ¿Frase favorita para ligar?
Será de lo que ligo, como para tener una frase.

48: ¿La has usado alguna vez?
Carezco de oportunidades.

49: ¿Cuándo fue la última vez que saliste con alguien?
¿Salir de cita o en plan amigos y tal...? Porque si es la primera, un par de veces cuando tenía unos 12 años...

50: ¿Quién debería responder a estas preguntas?

Toda persona a quien le apetezca, para qué forzar o quitar el derecho a nadie, ¿no?

sábado, 5 de abril de 2014

¿De qué se compone nuestra sociedad?

Hace unos días que estoy preparando una entrada para el blog que tenía muchas ganas de escribir. Habla sobre mí, sobre mis sueños, mis pensamientos, mis opiniones, sobre cómo veo el futuro, cómo fue el pasado, cómo es el presente... Sobre cómo lo veo todo después de haberme hecho un poco más mayor este Domingo. Ya no me apetece hablar sobre todo esto.

El pasado 2 de Abril de 2014, Chile fue azotado por un terremoto de 8.2 grados en la escala de Ritcher. Tras lo sucedido, se establece un peligro inminente de alerta de tsunami en toda la zona norte del país. Nada más desarrollarse los hechos, todo el planeta da voz al suceso y las muestras de apoyo se repiten por todos los países, cadenas de televisión y redes sociales.

No importa el país. No importa la religión. Ni importan el idioma, los daños materiales, el miedo y ni siquiera importan los seis muertos. Todo da igual, no hay ninguna razón específica para apoyar a aquella gente, simplemente importa que son personas y necesitan ayuda. Lógicamente un terremoto, tsunami o similar es inevitable. En estos casos quien manda es la madre tierra y, salvo excepciones, nunca sabemos cuándo, qué o de qué magnitud va a ser un desastre natural.

Hasta aquí todo es normal. Yo tengo amigos chilenos, e incluso tengo amigos españoles viviendo en Chile (un saludo para todos los que me leéis). Nunca estuve allí, pero creo que esto es indiferente para sentir una gran empatía cuando suceden este tipo de cosas. Como digo, nada fuera de lo normal... Hasta que por la tarde leí en Twitter el hashtag #MuerteAChilenos. Llamadme ignorante, pero pensaba que era una coña sin sentido. No sé, no me pegaba mucho ver la palabra muerte, pensé que era algo así como: 'un terremoto logró dar #MuerteAChilenos...' Pero no. El hashtag está lleno de fervientes deseos porque toda la comunidad chilena muera arrasada por un tsunami que podría ser inminente. Y esta, señores, es la raza humana.

Quizá os preguntéis el por qué. Yo al menos sí me lo pregunté. Soy española y, como tal, conozco contra quién y a favor de quién luchó mi país, lo estudiamos en el colegio. También estudiamos contra quién y qué aliados tenían otros países en otras guerras. Estudiamos a Napoleón, estudiamos a Franco, estudiamos a todos los políticos, dictadores, mandatarios, países, ideas políticas y todo lo que se podía estudiar, cada uno en su época, por supuesto. La mayoría del apoyo en la muerte a los chilenos viene de sus compatriotas argentinos (ojo, que la mayoría de los comentarios a favor de la muerte de los chilenos sean argentinos no quiere decir, ni que todos los comentarios provengan de ellos, ni que todos los argentinos piensen tal cosa). Para hacer un claro resumen del litigio entre estos dos países debemos remontarnos al año 1982, año en que Argentina se propuso recuperar la soberanía de las Malvinas, tierra que consideran parte de su país y que en esos momentos estaba ocupada por Reino Unido. Chile 'ayudó' en su momento al Reino Unido y desde entonces reclaman venganza.

¿Venganza? ¿Le deseáis la muerte a todo Chile y a cada persona, chilena o no, que esté en ese país porque hace 32 años hubo una guerra entre países? Porque un tsunami no hace excepciones y dice: 'Uy, un portugués, a este no me lo llevo por delante'. ¿También le deseáis la muerte a un chico de 16 años? ¿A un bebé de dos meses (chileno, por supuesto)? ¿A una abuela de 80 que en su día estuvo en contra de aquella guerra? Porque, a lo mejor os sorprende pero no todo chileno estuvo a favor de aquel conflicto al igual que yo, como española, no estuve de acuerdo con que mi país fuese aliado de Estados Unidos en la guerra de Irak. Esa guerra comenzó cuando yo tenía 17 años y concluyó cuando contaba con 25 años. Nunca estuve de acuerdo con esa idea, pero yo no lo decidí, yo no lo voté, yo no lo elegí y, por supuesto, yo no luché. Evidentemente si alguien me odia por ello, por ser española o decide tomar represalias contra los españoles o contra mí, me parecerá de lo más estúpido e injusto, como es el caso del que os hablo. Luego unos desalmados (terroristas yahadistas) decidieron poner unas bombas -diez- en cuatro trenes un 11 de Marzo de 2004, en el que murieron 192 personas y 1858 resultaron heridas. ¿Murió el organizador de la guerra? No. ¿Murieron personas que apoyaban la guerra? Algunas sí, otras y en su mayoría, no. Pero murieron trabajadores, amas de casa, enfermos, madres, inmigrantes...

Aquella guerra, la de las Malvinas, fue apoyada por el gobierno de Chile, no por los chilenos (al menos no por todos) y encabezada por un dictador. ¿Por qué no razonáis un poco? Y digo más, ¿por qué no habláis de algo que hayáis podido vivir? La venganza y el rencor no deberían existir, pero de hacerlo, al menos que sea porque os hicieron un daño en primera persona. ¿Un chileno de 6 años os quitó el libro de colorear y por eso le deseáis la muerte o a lo mejor fue con una metralleta a disparar a algún hermano vuestro? Dudo mucho que alguien de los que siguen estos hashtag tenga al menos 50 años, edad necesaria para haber conocido el conflicto siendo adulto, o lo que es lo mismo, con al menos 18 años. Dudo mucho, muchísimo, que una persona de esa edad -y normal, sensata- sea capaz de desearle la muerte a personas que no conoce sólo por el país en el que nacieron.

De todas formas, ¿qué se puede esperar de una persona que crea este tipo de hahstag? Una persona que no merece atención en absoluto, pero que consigue llamar la mía cuando al entrar en su perfil hace apología al maltrato a la mujer, apoya el echarse unas risas con el cáncer de mama (con doble mastectomía incluida), pone en ridículo a personas con síndrome de Down o se burla de gente que sufre enfermedades calificadas como raras. Un ejemplo a seguir el muchacho (o muchacha, llamémosle persona por el respeto que yo tengo pero del que carece este individuo).


No comprendo si hacen esto porque realmente piensan todo lo que dicen y/o escriben (lo cual no se cura ni con visitas diarias al mejor psiquiatra), por hacerse los graciosos (y si a alguien le hacen gracia estas cosas, que se mire lo del psiquiatra de antes) o por ser popular, lo cual es bastante triste. A mí me dan entre vergüenza y pena a partes iguales, pero por desgracia, conozco a mucha gente así. De hecho, tenía esta entrada en mi blog como borrador a medio escribir. Evidentemente no tocaba el tema del terremoto porque es algo reciente, pero sí hablaba de otros tres temas que me hicieron perder por completo la fe en algunos individuos de mi raza.

Comenzaré por orden cronológico e intentaré no extenderme tanto como con el tema del terremoto de Chile, pero es que a veces me enciendo y...


Día 5 de Marzo, el usuario ValentiEstaLoco sube un vídeo llamado 'Trampas para ciclistas  ¡Vaya asesinos!' en el que advierte sobre trampas puestas en el campo que podrían afectar gravemente tanto a ciclistas como a motociclistas o peatones. Yo ya conocía este tipo de trampas puesto que cuando era pequeña y casi a diario, salía a montar por el campo con mi bicicleta. Además, mi vecino era un pequeño motorista experimentado y en ocasiones también salía a practicar con su motocicleta.

En cierto modo, las trampas deben ser vistas como un intento de asesinato -y lo doy la razón al usuario del vídeo original- aunque no estén puestas para provocar exactamente esto en determinados momentos. Me explico... Algunas de ellas están puestas por cazadores para poder capturar animales, ya sean cepos, pinchos o similares. De la misma manera que un conejo puede caer en un cepo, lo puede hacer un niño mientras sale de paseo al campo con sus padres. Otras trampas están dedicadas exclusivamente a los motoristas. Lo sé porque me lo han dicho personas que se han dedicado a ponerlas algunas veces. El caso es que no les gusta que los motoristas practiquen su deporte por el campo porque consideran que crean demasiada contaminación y destruyen el ambiente, con lo cual, merecen ser ahorcados por un cable metálico que pase de lado a lado entre dos árboles. Así, como lo escribo. Y si eres un ciclista que va sin contaminar y te lo encuentras, igualmente, cabeza fuera y a tomar por saco, te ha tocado.

La aberración no es tan sólo que gente se dedique a estos menesteres, sino también que gente apoye la causa y le desee la muerte a todo ciclista y motorista. Vamos, que yo, con diez años voy por el campo, me decapitan y... Y nada, una menos, esa mala suerte he tenido de ser una deportista. Pero no os perdáis lo mejor, las opiniones en base a las peticiones de asesinato son sustentadas por cosas como:

   . 'Es que van por la carretera y por ahí no tienen que ir'. No, mejor por el carril bici. Ah no, mira, resulta que no hay en todos los sitios, mejor me voy al campo a ver si me encuentro alguna trampa de esas. La carretera es de todos y nadie se está saltando ninguna norma de circulación.
   . 'Es que cuando van por la carretera no respetan las normas y van en grupo en vez de en fila'. Hasta donde yo sé, el código de circulación indica que se puede ir en grupo, corregidme si me equivoco.
   . 'Es que van muy lentos y hay que adelantarles'. A lo mejor van despacio porque es lo lógico, no van a ir a 70km/h. Si tienes prisa, sal antes de casa y punto, tanto derecho tienen ellos como tú a usar la carretera.

El caso es que, para estas personas, el desearles la muerte por estas razones tan anodinas está totalmente justificado. Literalmente he leído, algo habréis hecho. No recuerdo que yo con 10 años hubiese hecho nada, pero oye, lo mismo...





Día 9 de Marzo, tan sólo cuatro días después del vídeo anterior, el vídeo llamado 'Ataque de un perro en la playa de San Sebastián' subido por Edu Gomez se convierte en viral. En el vídeo puede verse cómo un perro ataca a un hombre de edad avanzada provocándole algunas heridas y haciendo incluso que caiga al suelo. El dueño del perro (vestido con camiseta blanca) se ve sobrepasado por la situación y mientras tanto el perro, jugando o no, sigue atacando al pobre señor.

Se ha criticado mucho al señor que 'defiende' al hombre atacado con unos zapatos. Yo, que queréis que os diga, pienso que quizá la defensa le queda algo ridícula, pero al menos hace algo y evita que siga atacando.

Se ha criticado también que la mujer dijera eso de: '¡dale una patada!'. A mí, en una situación normal, nunca en la vida se me ocurriría agredir en lo más mínimo a un animal. Comprendo que son animales, que no controlan el daño que pueden llegar a hacer, que crean que están jugando... Pero la culpa es de su dueño y si yo veo que me va a morder o ya me ha mordido, le voy a dar una patada para que no continúe haciéndolo. No le voy a reventar, evidentemente, se la voy a dar de tal manera que simplemente le aleje de su intento de hacerme daño, pero le voy a dar. Y es que yo no tengo por qué saber cómo reaccionar ante el ataque de un animal. De hecho, un animal no debería asaltarme en medio de una playa, donde -a no ser que se indique lo contrario- es obligatorio llevar a los perros con correa y si pesan más de 20 kilos, creo que también es obligatorio el bozal. Si alguien tiene otro tipo de información, que me lo comente y modificaré los datos.

Algunas personas argumentan que somos unos exagerados denominándolo de ataque, que no le sale ni sangre. A ver... Es que tampoco le tendría por qué salir sangre. El hombre presumiblemente va a dar un paseo por la playa con su familia, lo que menos se podría esperar es acabar en urgencias porque le ha mordido un perro que, vete a saber por qué, se ha abalanzado sobre él. Está claro que no lleva la pierna en la mano, no le van a tener que amputar una extremidad, vale. Pero como mínimo le van a tener que hacer unas curas, si no le tienen que poner una inyección y/o dar puntos. Y esto como poco, porque quizá se quede en una simple anécdota o un susto sin más, pero como al hombre le queden secuelas psicológicas, hablamos de palabras mayores y sé lo que digo. No es necesario que un perro te muerda la cabeza para que comiences a tenerles pavor. Mi prima hace algunos años fue atacada por un perro. La consecuencia del ataque fueron un montón de puntos y una fobia crónica a los perros, especialmente a los grandes. A mi abuela -ochenta años- le pasó algo similar algo muy similar a lo que se ve en el vídeo. No te acerques a ella con un perro, menos aún sin va sin correa y bozal.

Incluso, y para colmo de los colmos, se les echa la culpa a los agredidos porque, y como excusa análoga a la del vídeo anterior, algo habrán hecho. Me limitaré a no comentar nada en cuanto a esta razón...






El último caso sucedió el 11 de Marzo, fecha ya de por sí recordada por algo trágico. Iraila, concursante de La Voz Kids fallecía a los 11 años víctima de un cáncer. La noticia tuvo tanta repercusión que incluso los que no somos seguidores del programa nos hicimos eco de ella.

Era tan sólo una niña, de la edad de los chicos con los que estoy, y sufría cáncer desde hacía ya cuatro años. No lo pudo superar, pero eso no impidió que muchas personas hicieran burla de la desgracia.

Frases como: 'Ahora que está muerta, servirá de abono para la tierra', ' en su cuenta de Twitter está escribiendo su zombie', 'joder, cantas de muerte, jejejejje', 'pues anda que no estaría fea la Iraila (encima palet@...) de aquí a unos años. Gracias que el cáncer se la ha llevado para siempre. ¡FEA!'. 

Creo que se entiende.

Sí, ya sé que hay mucha gente que muere de cáncer -o por otra razón cualquiera- cada día. Muchos niños concretamente que mueren cada día. Eso no impide que deje de provocar tristeza que muera una persona por la causa que sea. Simplemente se propagó más la noticia porque esta chica salió en un programa de televisión de alta audiencia, lo cual no quiere decir que dé más o menos pena, sino que tiene más repercusión. ¿Es malo hacer un homenaje o escribir un mensaje en recuerdo? ¿O quizá es mejor abusar del denominado humor negro y que ni siquiera provoca la gracia de unos pocos?

Me ahorro las imágenes, no son de buen gusto para los que somos normales. No les deseo un cáncer porque soy algo más lógica que eso, pero no será por falta de ganas. 

domingo, 16 de marzo de 2014

Game of War (Fire Age)

Es lo que tiene estar lesionada y poder saltarse algunos entrenamientos, que te quedas en casa sin poder hacer demasiado tampoco, el aburrimiento se adueña de ti y buscas nuevos métodos de... ¿Expansión? Y sobre todo, entretenimiento.

Hoy os voy a hablar de mi nueva adicción: Game of War. 

El caso es que al principio, cuando me regalaron el iPad, creía que no me iba a adaptar a él y que seguiría obnubilada llevando el iPhone a todos lados, especialmente porque hasta ese momento, el Facebook (o más bien las personas a las que veía a diario en él) eran mi pequeño vicio confeso. Lo del Facebook salió rana y poco a poco el iPad y yo nos fuimos haciendo más y más amigos. Una vez te acostumbras, el mediano de la familia Apple (para mí, el Mac es el hermano mayor y el iPhone, el pequeño) no decepciona. Diferentes juegos, mismas posibilidades y pantalla más grande que hace que no tengas que mirar los gráficos como si fueras chino, que no miras, sospechas. *Chiste fácil y bastante tonto sobre asiáticos, que nadie se me enfade*

Apple, las App o simplemente todos los móviles inteligentes (no sé si es en concreto cosa de Apple o pasa con todos los dispositivos) tienen un pequeño defecto que no soporto y es la interminable cantidad de anuncios, publicidad propaganda y demás intentos de venderte todo tipo de Apps con las que gastar dinero real. En ocasiones por un despiste y en otras por una obsesión o, tal vez impaciencia por avanzar en determinados juegos, terminas cayendo de lleno y gastando mayor o menor parte de tu sueldo en los juegos. Yo soy una de las personas que, como os digo, no soporta ningún tipo de propaganda en mi dispositivo que me anime a gastar dinero real, pero como es una lacra por ahora imposible de evitar, lo que hago es no aguantar el anuncio pero no gastar ni un céntimo. Por ello, cada una de las App de mi móvil es, y ha sido siempre, gratuita. A pesar de esto, ahora hay una nueva moda para conseguir que descargues algunas App (de pago y gratuitas) que consiste en estar leyendo el Facebook, Twitter o alguna web de internet y que de repente, tu aparato, como poseído por un ente endemoniado, se vaya directamente a la página donde descargar la aplicación. De nuevo vuelves al sitio inicial que estabas mirando antes de la interrupción y, otra vez como por arte de magia, vuelves a estar en la página de descarga de la App. He llegado a esta situación varias veces y en su mayoría, la aplicación que intentaban hacerme descargar era Game of War. Estaba tan harta de no poder buscar información o ver una simple foto tranquila sin ser redireccionada al maldito Game of War, que al final terminé por adaptarme a la famosa frase de El Arte de la Guerra (y nunca mejor elegido el tema): 'If you can't win them, join them' (si no puedes con tu enemigo, únete a él).

Me lo descargué. Y me gustó. Mucho.

En realidad lo que más me gustó no es el juego en sí, que también. Ya había jugado a juegos muy parecidos, de hecho, me recordó mucho al Tzar, juego que me encontré un día en la calle tirado y al que sigo jugando de vez en cuando.

Es un juego de guerra, de estrategia, de recolección, de alianzas, tránsfugas, enemigos, traidores, compañeros... Entretiene. Pero una de las partes del juego que más me gusta y que nunca pensé que me iba a gustar es la compenetración que terminas teniendo con los demás compañeros de tu alianza. Normalmente hay miles de alianzas a las que poder unirte, que se reparten además en diferentes reinos, que son aliadas de otras, enemigas, individuales, familiares, más fuertes, menos, da igual. El caso es compartir experiencias y para eso, cada alianza posee un chat (y también un apartado con mensajes privados) para poder hablar con tus compañeros. Siempre es mejor buscar o encontrarse una alianza en la que hablen tu idioma pero, sobre todo, es importante que encuentres una alianza en la que te sientas bien y para eso, el juego te ayuda con una traducción que, a mi parecer, deja un poco que desear pero que también fomenta que puedas entenderte mejor con todo el mundo a pesar de que no siempre vas a encontrar una buena alianza en la que se hable tu lengua.


Echadle un vistazo:





Yo comencé en una alianza rusa, pero estaba lejos de mi reino y no me podía teletransportar (mover cerca de ellos) así que tras continuos ataques y la confirmación de que no me ayudaban demasiado, con el tiempo terminé uniéndome a otra alianza global en la que se suponía que se hablaban todos los idiomas y que estaba mucho más cerca de donde yo me encontraba. Aún así y aunque me iba bien, el traductor no me permitía entender todo lo que allí se decía, así que de nuevo volví a cambiarme de alianza, esta vez con teletransportación incluida e idioma español como lengua principal de la alianza. Esta alianza tuvo unos problemas de traiciones y trásfugas que, de nuevo, hicieron que se disolviera y que me tuviese que mudar oooootra vez a unas coordinadas diferentes. Una vez llegué, el trato con esta nueva alianza no fue muy agradable. No entiendo por qué ni por qué no, e incluso mucha gente de la alianza tampoco entendió las razones, pero un par de personas entre las que me encuentro, fuimos invitados muy amablemente a irnos a tomar por saco. Tres veces.

Y por fin a los pocos días, encontramos una alianza cercana donde no sólo se hablaba español, sino que nos acogieron y ayudaron en todo. Incluso una vez arriesgué todas mis tropas en una aventura kamikaze para vencer a un súper leprechaun de nivel 4. Bueno, si no conocéis el juego, evidentemente no tendréis ni idea de sobre qué estoy hablando... Y además y para intentar ayudar a la alianza, incluso he llegado a crear otra alianza familia de esta en la que poder refugiarnos mientras somos atacados por alianzas más poderosas. Mi lema es: 'Si tú no me atacas, yo no te ataco a ti, pero ay de ti, amig@ si me atacas y tengo el suficiente poder como para vengarme...' y es que en el juego es en el único aspecto de la vida en el que me permito ser vengativa y rencorosa. Si tú fuiste mi amiga@ y terminaste mal conmigo, puedes hablarme después de 7 meses, o hasta 7 años después, que yo no te guardaré rencor y actuaré como si nos acabásemos de conocer. Pero como haya sido en el juego donde me atacaste...

Si queréis empezar en el juego, comentádmelo. Os ayudaré y os añadiré a mis alianzas, seremos vecinos y nos ayudaremos frente a la adversidad. E incluso pondremos el culo en pompa cuando los gobernantes vengan a por nosotros (como la vida misma...).

domingo, 9 de marzo de 2014

Mi fascia lata -y otras jodiendas-

Como ya sabréis, después de 15 años siendo practicante habitual de todo ese tipo de deportes para los que no se precisan más de dos músculos (soffaning, zapping, edredoning...) hace algo más de dos años cambié la vaguería por actividad y me convertí en una deportista de nivel medio. Voy a entrenar algo menos de dos horas de dos a tres días por semana y un cuarto compito, voy también pasadas las dos horas al gimnasio dos días en semana y ahora he añadido también un entrenamiento de hora y media con niños de 11 a 12 años otro par de días a la semana. Yo creo que se me puede calificar como deportista de nivel medio...

El caso es que, como todo en esta vida, la perfección casi siempre se encuentra en los puntos intermedios de cada hecho. No se puede comenzar a hacer todo esto de la noche a la mañana, menos con este cuerpo-espátula que Dios me ha dado y aún menos cuando has estado durante tantos años en el dique seco.

Cuando comencé a entrenar y hacíamos carrera continua durante un cuarto de hora para calentar, iba la mayor parte del tiempo caminando. Al principio empezaba corriendo e incluso seguía al grupo, pero a los dos minutos me empezaba a fatigar, me distanciaba y tenía que terminar caminando o incluso parando. Hoy en día no sólo soy capaz de ir corriendo durante esa práctica, sino que además suelo ir siempre dentro del grupo, unas veces más adelantada, otras veces más atrasada, pero siempre en el grupo.

En el deporte, tan esencial es el esfuerzo como la constancia. Si te apuntas a un gimnasio y te esfuerzas mucho en entrenar, pero no eres constante, tu arduo trabajo de entrenamiento no va a ser satisfactorio y difícilmente te va a dar los resultados que esperas. Es evidente también que, si eres muy constante pero no te esfuerzas, los cambios van a ser de muy lentos a inexistentes.

¿Por qué digo todo esto?

Yo entreno de Lunes (o Martes) a Sábado (o Domingo) y me esfuerzo. Me esfuerzo mucho, pero no me mato. Si sé que un día voy a tener que estar entrenando de 17:30 a 21:30, no puedo comenzar a tope para estar agotada a las 19:00 y tener que parar. Simplemente me distribuyo el trabajo y aunque me esfuerzo de igual manera, puedo aguantar sin llegar a darlo todo por completo.

Aún así y como digo, después de más de dos años, tanto fue el cántaro a la fuente que al final se rompió. Y se rompió con un diagnóstico denominado tendinitis en el tensor de la fascia lata. Llevaba tiempo sintiendo molestias al entrenar, pero eran tan leves que no les di demasiada importancia. Además, hacía poco que me habían cambiado la tabla en el gimnasio y lo achaqué al comportamiento de algún músculo al cambiar de ejercicio. Por tanto, seguí entrenando y compaginando el dolor con una crema antiinflamatoria. Hasta que llegó el día en el que en medio del entrenamiento, me rompí.

Imaginad cómo sería mi molestia (en este caso, mental) de ver que iba a entrenar y a los 20 minutos ya no podía correr más. No era dolor, eran una especie de pinchazos que, cada vez que intentaba correr un poco más deprisa, me paraban en seco. Yo, aún con lo que soy yo, fui al médico por voluntad propia. No me tuvieron que drogar ni nada, fui yo de manera insólita y casi civilizada. El traumatólogo lo tuvo claro; de diez a quince días de reposo, dependiendo de si el dolor seguía o no después de los quince días; crema antiinflamatoria, mucho hielo, vendaje o rodillera y masajes. Mi monitor del gimnasio me enseñó a darme automasajes para calmar el tendón y seguí las demás indicaciones al pie de la letra.

A decir verdad, sabía que era algo que tenía que suceder, tarde o temprano es normal que tengas una rotura de fibras, un esguince, contracturas... Lo mejor es que no sea nada más importante y sobre todo, que se cure bien, pero esto son gajes del oficio. Aún así y a pesar de que estoy muy desganada y desmotivada en cuanto a los entrenamientos fuera del gimnasio (tantoj que incluso los siento más un castigo que algo que haga por diversión) me ha dejado un poco chof. Ya de por sí y sin lesión, suelo ser el último mono, para nada vital en cuanto a ser 'alguien más', así que ahora estando así, como comprenderéis, no me adapto al concepto de útil.

Dicho esto, me apetecía contaros cómo se siente esto de sufrir una tendinitis en la fascia lata. Empecemos por lo básico, la tendinitis es la inflamación de un tendón y se suele producir por el sobreuso dicho tendón. Normalmente cuando se hacen movimientos repetitivos, los músculos tienden a sobrecargarse y, si no se sienten molestias y por tanto no se para en ese momento (o se sienten pero no se quiere parar), aparece la tendinitis.

El músculo tensor de la fascia lata es un músculo que se encuentra en la parte superior y lateral del muslo. En la imagen es el que está en blanco, señalado por una flecha que pone 'iliotibial band' (banda iliotibial). El área coloreada de rojo en donde suele doler, aunque tengo entendido que puede variar, es el sitio donde más comúnmente se localiza y ahí es donde también me duele a mí.


Esta tendinitis es de la fascia lata es generalmente considerada una lesión de corredor, aunque no es exclusiva de ellos puesto que puede producirse en cualquier deporte en el que se usen en exceso o repetidas veces estos músculos de la pierna. Puede suceder practicando fútbol, baloncesto, ciclismo, etc... Es especialmente dolorosa cuando bajas escaleras, bajando una cuesta o desnivel y corriendo, aunque siempre es molesta mientras la pierna está activa e incluso cuando está inactiva pero está doblada en determinados ángulos.

Y así es como me encuentro, con la pata quebré' y jodía pero contenta, como dicen en mi pueblo. Hace un par de días comencé a caminar y no sentí dolor (apenas alguna molestia en determinados movimientos, pero prácticamente nada) y el Martes voy a empezar a hacer ejercicios con la pierna, los cuales son recomendables para reforzarla y que, si es posible, no me vuelva a suceder.


¡Deseadme una pronta recuperación!