lunes, 30 de enero de 2023

¿Qué lees? «1984», de George Orwell


Mis estrellas

Sinopsis: En el año 1984, Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso y su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos... hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.

1984 by George Orwell
My rating: 4 of 5 stars

Tenía muchísimas ganas de leer a George Orwell (¡un clásico!) y también en concreto esta novela, aunque no quiero olvidarme de Rebelión en la granja si algún día consigo que caiga en mis manos…

A lo que voy… Se considera como un clásico de la distopía, pero ha caído en tantos extremos de lo malvado, corrupto y perjudicial que puede costar diferenciarlo de una novela de terror misma. Pero lo peor de todo es que la realidad siempre termina superando a la ficción y, hay muchas cosas que aunque no las hayamos vivido nunca en primera persona, especialmente los que son de mi edad hacia abajo (tengo 36) y por suerte algunos más mayores tampoco, las locuras que leemos en el libro solo consiguen sorprendernos ligeramente. Para darnos cuenta de que esto no tiene por qué ser una historia sacada de un libro de ciencia ficción o de un mundo de otra época, tan solo tenemos que remitirnos a la reciente pandemia y a la policía de balcón o a los que querían marcar a la gente autista con un brazalete azul (volvió la época nazi en 2020) para que así pudieran salir a la cárcel bajo el beneplácito de los que juzgan. ¿Telepantallas? No son necesarias, nos basta y nos sobra con el egoísmo humano. No me hubiera sorprendido encontrar algo parecido en el libro, pero esto "solo” es realidad…

George Orwell nos muestra un mundo frustrante de dictadura en el que la tecnología, lejos de ayudarnos a vivir mejor, nos pone la zancadilla para que otros puedan dominarnos mucho mejor; en el que la lengua se hace cada vez menos extensa y más básica, dejando de lado palabras que consideran que no hay que usar y juntando otras para que todo esté más concentrado en lo que se debe hacer y lo que no; un mundo totalitarista en el que la verdad es la que nos cuentan según el momento y que va a cambiar según les convenga a los que nos gobiernan; en el que no se puede confiar nunca en nadie y que está creado para que incluso veas con buenos ojos que tus propios hijos te traicionen; donde no existe el amor, sino exclusivamente la procreación… Y... ¡Ay de ti como te enamores...! Tengo serias dudas sobre si la vida de Winston habría cambiado nunca de no haber conocido a Julia, pero si no hubiera sido Julia, habría sido una frase mal redactada en su trabajo, un mal sueño o cualquier acto reflejo que se te hubiera podido pasar por alto. La vida es complicada si cumples con las normas del Hermano Mayor, aunque lo es aún más si no las cumples. Te quitan la categoría de persona, los sentimientos dejan de existir y tienes una vida vacía que solo sirve para cumplir con el simple propósito de existir (que no vivir) y cumplir. Como bien decía Winston, quien hace de narrador y protagonista para nosotros: «Somos los muertos».

Realmente no creo que fuese el mejor momento para leer un libro tan desalentador, pero como negativa innata, te hace replantearte muchas cosas y ver cierto paralelismos con la vida actual, aunque por suerte, la prole aún sigue en pie, somos mayoría y dos y dos siguen siendo cuatro…


«No obstante, Withers era ya una “nopersona”. No existía y nunca había existido».

«LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA».

«Cuando iban a por ti era siempre de noche. Siempre de noche. Lo mejor era suicidarse antes de que lo detuvieran a uno».

« -Tengo treinta y nueve años, una mujer de la que no consigo librarme, varices y cinco dientes postizos
-Me trae totalmente sin cuidado -respondió la joven».

«Somos los muertos».

«Los mejores libros, comprendió, son los que te cuentan lo que ya sabías».

«Del dolor solo puede desearse una cosa: que cese. No hay nada peor que el dolor físico».

«Tú no existes».

«¿Qué se puede hacer, pensaba Winston, contra un poco que es más inteligente que tú, que escucha tus argumentos y luego persiste en su locura?».

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Libro anterior: Reseña de «Todos deberíamos ser feministas», de Chimamanda Ngozi Adichie

 
Goodreads 4.19
La Casa del Libro 4.5
Amazon 4.6

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