Los que me conocéis desde hace algo mas de tiempo, sabéis que mis opiniones sobre política son entre escasas y nulas. A pesar de ello, cuando he tenido que opinar sobre determinados temas, inevitablemente me he terminado escorando más hacia un cierto lado que hacia el otro (¿en serio todavía alguien se cree eso de que hay partidos de centro?). Al principio no sabía cómo explicar por qué esto era así. No significaba que estuviese a favor de uno y no a favor del otro, ni tampoco era porque unos fueran de izquierdas u otros de derechas y tuviera que fijarme en uno de los dos frentes. Un día mientras leía a mi melo (Álex), él mismo y sin quererlo me dio la clave del por qué cuando expresó:
"Yo simplemente tengo que estar más a favor de los partidos que me dan derechos por encima de los que me los quitan." ¡Eso era! No podría decantarme ni por uno, ni por otro; no soy de hache o de be; simplemente miro lo que me ofrece cada uno para ayudar a llegar a formarme como persona y así elijo mejor. Cierto es que sin entrar en detalles, unos grupos políticos han hecho más por fomentar la unidad (e igualdad) social que otros (al menos en mi opinión); pero yo aún así sigo sin decantarme. Quizá, váyase usted a saber, si la política en general y la española en concreto no fuese tan corrupta, podríamos avanzar más, mejor y yo podría tener un grupo concreto al que defender un día como hoy en un blog como este; pero por ahora esa futura esperanza se llama utopía.
A pesar de tooooooodo este rollo que os acabo de soltar, yo hoy no venía a hablar de política, ni tan siquiera de un partido/grupo/influencia/"comoloqueráisllamar" político. Vengo a hablar de una persona, cuya profesión dicen que es la de ser político y cuyo nombre es: Mariano Rajoy. ¿Le conocéis?
Quizá a los que no sois de España os puede sonar algo menos, pero si estás vivo (si la sangre circula por tus venas, ya sabes) y eres español, para bien o para mal, sabrás quién es este tipo.
Para no ahondar en más explicaciones mundanas (estoy de un
fino últimamente...), este gallego de 60 años nos gobierna desde hace ya casi cuatro años, si la Wikipedia no me engaña. A mí de estos cuatro años, me han sobrado cinco. No es porque sea del PP, no es porque sea de derechas, es porque él mismo parece que se ha encargado de hacernos saber que está para joder a determinadas personas. Sí, es así, pienso que está aquí para joder a determinados colectivos y además se debe vanagloriar de ello cuando llega a su casa después del trabajo y se sienta en su sillón chaise longue relax de dos mil euros mientras mira las noticas en su televisión de cincuenta pulgadas (porque esta es la única forma en la que se me ocurre que debe vivir alguien que admite que, con dos sueldos y siendo uno de ellos de más de ocho mil euros al mes, dice que no llegan a fin de mes. Y conste que me he quedado corta aún con el precio del sofá. Preguntadle a su amiga Esperanza Aguirre si no me creéis:
http://elpais.com/elpais/2006/11/21/actualidad/1164100624_850215.html). ¿Serán verdad esos 100.742,91 euros anuales? En fin, que me pierdo... ¿Os le imagináis sentado en el salón de su casa diciendo en voz alta frente a la televisión: "Nuch, nuch, nuch, nuch, veo yo a esstoss gayss muy felicess con esso de que ahora puedan cassarse. Algo habrá que hacer..." o "uyss, uyss, uyss, este Masss que quiere dejar de ser esspañol, que feo esso, tendré que mover ficha..." ¿Veis lo que os decía? Que viene a joder, no os dejéis engañar...
Pero lo que ha colmado mi vaso en concreto no es que no lleguen a fin de mes, que se quejen de cobrar poco, que sean más afines o menos a mis ideas, que nos quiten derechos en vez de ofrecernos cada vez más, no... Ni siquiera he saltado cuando me he enterado de que nos quieren cobrar el sol. ¡Sí, el sol! Y yo pensando que era un astro común, ¡de todos! Pues no, es suyo, digo yo:
http://www.elblogsalmon.com/sectores/el-gobierno-que-quiere-cobrar-impuestos-por-el-sol
Lo que ha hecho que se me revuelvan las tripas ha sido leer esta semana en los medios que entre todos los españoles hemos costeado los gastos derivados del cuidado del padre de Mariano Rajoy:
http://www.lavanguardia.com/politica/20151014/54438095699/rajoy-presupuestos-la-moncloa-cuidados-padre.html. No tengo nada en contra de este hombre porque ni siquiera le conozco (bueno sí, qué coño, no debería haber programado tener un hijo tan egoísta como el que tiene, pero supongo que el hombre no lo eligió y no descambian hijos por taras de ese tipo -con todo mi amor-); pero no consigo entender por qué NARICES (ya he dicho que últimamente estoy muy fina) tengo que pagar yo los cuidados de este hombre sin haber elegido hacerlo. No sé hasta qué punto este hombre estará enfermo (he leído que tiene 95 y sufrió una operación de cadera y un ictus en el pasado) o necesita cuidados, pero si los necesita, es cierto que se le deberían proporcionar. A él y a todos, por supuesto, lo que pasa es que estos últimos, los que no se apellidan Rajoy Sobredo suelen olvidársele a Mariano. ¿Por qué unos sí necesitan dinero para cuidados y otros no? ¿Por qué en unos se puede desembolsar un gasto nada despreciable, proveniente del dinero público y para un cuidado las 24 horas y para los otros 421.000 dependientes no hay ningún tipo de ayudas? ¿¡Por qué!? No lo comprendo. A ver si va a resultar que Rajoy es el más dependiente ahora. Y si tiene que depender de nosotros, por mi parte, va listo.
Muchos no lo sabréis, pero mi abuelo debido a una terrible negligencia médica quedó postrado en una silla de ruedas después de una operación. ¿Por qué él no recibió ayudas? A mi abuelo le tuvieron que amputar una de sus piernas. ¿Por qué no obtuvo esas ayudas también? Luego le tuvieron que amputar la otra pierna. ¿Por qué un pobre señor jubilado que ha estado toda su vida pagando impuestos tiene que suplicar ayudas? ¿Por qué no tuvo a un enfermero las 24 horas en vez de tener que estar cuidado por mi abuela? Ella lo hacía con todo su cariño y nunca le echó nada en cara a nadie, pero tanto mi abuelo como mi abuela, lo único que esperaban de la vida una vez se hicieron mayores y se jubilaron, tenían a unos hijos independientes y ya casados con unos nietos en la juventud, era vivir tranquilos y juntos en su casa, con el dinero de su sueldo para sus pequeños caprichos y disfrutar de la poca o mucha vida que les quedaba. ¿Era pedir mucho, Rajoy? Las cosas vinieron así, a veces suceden accidentes, negligencias, quién sabe. ¿Qué menos que darles una ayuda? ¿Le parece más adecuado a este buen señor que mi abuela de avanzada edad tenga que estudiar un curso exprés sobre enfermería para poder cuidar de su marido enfermo?
Indignación es la única palabra que me queda.