miércoles, 20 de julio de 2022

Verano 2022

31 de diciembre de 2020. Esa fue la fecha en la que publiqué mi última entrada personal en el blog. El 2021 fue un año de m***** y no publiqué absolutamente, pero el tener que meterme -aún más- en mí misma me hizo recuperar la costumbre perdida hace tantos años de leer. Y este 2022 se convirtió en el año en el que comenzaría a leer con asiduidad (¿por qué perdí esta bonita costumbre? Ays la vida, qué de trabas te pone a veces), en el que también empezaría a ordenar la biblioteca que ya estaba creada y confeccionar una nueva a su vez. 

A pesar de todo no quería que este año se me pasara sin dejar constancia de que sigo aquí, sigo viva aunque también tuve algunas pérdidas. La salud regular a veces, las malas noticias más habituales que de costumbre y por supuesto que nos gustaría; pero la misma rutina, ¡esa sí que no falla! 

Tampoco creo que me pase demasiado por aquí, en realidad solo me leo yo, pero tampoco está mal soltar de vez en cuando algo de peso de la mochila para volver a llenarla, o lo que es lo mismo, vaciar la mente, desnudar el cuerpo en este espacio y volver a llenarlo para seguir esa… ¿Había hablado ya de la rutina? 

No sabía si este verano iba a ser una copia del anterior, ¡aunque me lo estaba temiendo! Así que solo lo reservé para intentar hacer cosas pendientes. Y cuando digo cosas pendientes, digo que he retomado proyectos a medio terminar o incluso sin comenzar de años como el 2014… No me importa, es una cosa menos, como cuando comienzas a vaciar el ordenador de cosas que sabes que nunca vas a usar pero que tienes ahí guardadas en alguna carpeta. Como tener libros pendientes, irlos leyendo y que baje un poco la torre, ¿quién no tiene libros pendientes? Lógicamente me va a faltar verano, pero como luego viene el otoño… Y más tarde el invierno… 


Música, costura, manualidades, dibujo, ¿qué puedo “atacar” próximamente?








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