Sinopsis: "¿Y si con solo mirarte pudiera desvelar tus secretos más profundos? ¿Y si con solo mirarte pudiera sentir con tu corazón? ¿Y si en solo un instante fuera posible saber exactamente quiénes somos el uno para el otro?"
Marcos acaba de perder a su madre, una reconocida bailarina que le ha enseñado todo en la vida, y decide que su mundo ya no puede ser igual sin ella. Justo en el momento en que va a dar un giro a su vida, una llamada de teléfono cambia radicalmente los acontecimientos.
Reseña:
«Albert Espinosa tiene una extraña habilidad para generar a su alrededor simpatía inmediata, virar en positivo el humor de las personas y conciliarlas con el mundo y con ellas mismas, si es que estaban en desacuerdo.»
Josep Massot, La Vanguardia
My rating: 3 of 5 stars
Supongo que se pueden decir muchas cosas del libro, pero para mí lo que más lo describe es que no te deja indiferente. He leído muchas críticas que dicen que solo hay dos opciones: puedes amarlo o puedes odiarlo. En mi caso estaría más bien en el medio, aunque tirando hacía arriba una vez empiezas a entender lo que Albert pretende contarte. Desde luego no lo odio, pero tiene algo que no me ha llegado a enganchar del todo y de hecho, coincido bastante con la nota media del libro en Goodreads (3.55) ya que de ser posible le habría puesto esa misma.
El principio no me gustó demasiado. Cuando creía que se iba a ir todo por el camino de la ciencia ficción y comenzaba a sentír que leía y leía pero que me pasaba como cuando escuchas a los políticos, que en realidad no dicen nada, me salí un poco del libro. Los constantes cortes con recuerdos o anécdotas en la temática principal, o al menos lo que parecía ser la temática principal, tampoco hacían que el libro fuera más fluido e interesante. Fue cuando sentí que éste se centraba más en la relación con su madre (view spoiler) cuando me empezó a gustar cada vez más, aunque debo admitir que esas relaciones eran algo... Extrañas cuanto menos. Obviando esto, supongo que la carencia de un tema principal concreto desde el comienzo es lo que más desconcierta del libro y hace que a tantas personas no les termine de llegar del todo, que cuando quieres comenzar a saber de qué va realmente, ya has leído unos dos tercios, ya que no es tampoco muy extenso. Quizá una relectura en estos casos sea efectiva. Lo más positivo de entre todo el texto que llegué a sentir como un extra en algunos casos, es que Albert lo suple todo muy bien dejando algunas pinceladas con frases muy buenas.
«La verdad es que cuando ayer supe que mi madre me había dejado, me di cuenta de que yo dejaría al mundo».
Conocí a Albert en la radio y me ha recordado muchísimo a esos tiempos en los que le escuchaba hablar a través de las ondas. Tengo otro libro de él esperando a ser leído en cuanto de nuevo eche de menos su prosa.
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