sábado, 15 de enero de 2022

¿Qué lees? «Voces de Chernóbil», de Svetlana Alexiévich

Mis estrellas

Sinopsis: «Alexiévich describe de manera muy elocuente la incompetencia, el heroísmo y el dolor: mediante los monólogos de sus entrevistados crea una historia que el lector, por muy distante que esté de los acontecimientos, será capaz de palpar.»
The Daily Telegraph

Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en la central. Vendré pronto.» Esto fue lo último que un joven bombero dijo a su esposa antes de acudir al lugar de la explosión. No regresó. Y en cierto modo, ya no volvió a verle, pues en el hospital su marido dejó de ser su marido. Todavía hoy ella se pregunta si su historia trata sobre el amor o la muerte.

Voces de Chernóbil está planteado como si fuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, cuyas voces fueron silenciadas durante muchos años por una polis representada aquí por la antigua URSS. Pero, a diferencia de una tragedia griega, no hubo posibilidad de catarsis.


Voces de Chernóbil: Crónica del futuro by Svetlana Alexievich
My rating: 5 of 5 stars

Voces de Chernóbil es un libro en el que se plasma el resultado de diez años de trabajo de Svetlana Alexiévich (autora) donde recopila una serie de historias -monólogos- desde el punto de vista de diferentes personas de a pie, liquidadores (grupos de personas que luchaban por minimizar las consecuencias del desastre), residentes de la zona, profesores, científicos, periodistas y un largo etc.

A muchos ni les sonará Chernóbil más allá de haber visto una miniserie en la televisión que habla sobre este desastre nuclear (basada por cierto en este mismo libro), pero el 26 de abril de 1986, casi un mes después de que yo misma naciera, el cuarto reactor de la Central Nuclear de Chernóbil explotó dejando así unas consecuencias que hoy, 35 años después, todavía sufrimos y sufriremos durante miles de años. De hecho, una de las cosas que más me ha llamado la atención mientras leía cada relato del libro es esa manera soviética de gestionarlo, de ocultarlo, de anteponer el ser un héroe por encima de todo -y de todos-, de ahorrar a pesar de las consecuencias, de trabajar aún sin saber bien lo que se estaba haciendo, de no arrepentirse de nada y hasta cierto punto ese amor por la ignorancia (quizá debería decir confianza o inocencia con respecto a la gente que no ostentaba ningún cargo) por querer mirar hacia otro lado y respetar tanto al partido. Los primeros en acudir al incendio fueron los bomberos y, como se suele decir por aquí, acudieron a apagar un reactor nuclear en mangas de camisa. Luego fueron viendo las consecuencias de aquello, pero a pesar de todo, cuando empezaron a saber un poco más del tema a través de gente más o menos ducha en la materia, les acusaban de querer sembrar el pánico e incluso fueron gravemente amenazados. Cualquiera era bienvenido a pesar de su juventud o sus pocos conocimientos, y más aún, se ofrecían montones de voluntarios para intentar reparar el daño costase lo que costase, aunque en el aire queda incluso que se podría haber hecho más tanto por la gente de Chernóbil y alrededores como por evitar el accidente; pero que nunca se hizo por el mero hecho del qué podrían decir de su nación si cundía el pánico. Era el llamado átomo soviético para la paz… Y la vida siguió “igual”.

Uno de los monólogos que mejor resumen lo que he digo es el Monólogo acerca del poder ilimitado de unos hombres sobre otros

«Pero lo que les preocupaba no era la gente, sino su poder. En un país donde lo importante no son los hombres, sino el poder, la prioridad del Estado está fuera de toda duda. Y el valor de la vida humana se reduce a cero».



Con este libro Svetlana trata de darnos otra visión de lo que sucedió en Chernóbil, una visión de personas como cualquiera de nosotros que pueden no haber leído un libro sobre física en su vida, a las que ni les suenan las palabras radiación o roentgen, pero que en cambio sí saben lo que es perderlo todo, comenzar de cero, sufrir y ver sufrir a sus familiares con diversas enfermedades debido a la radiación y/o finalmente, perder la vida.

El monólogo Una sola voz humana, el primero del libro, te deja sin palabras.

«Tenía el cuerpo entero deshecho. Todo él era una llaga sanguinolenta. En el hospital, los últimos dos días… Le levantaba la mano y el hueso se le movía, le bailaba, se le había separado la carne… Le salían por la boca pedacitos de pulmón, de hígado. Se ahogaba con sus propias vísceras. Me envolvía la manos con una gasa y la introducía en su boca para sacarle todo aquello de dentro».



Es un libro duro de leer que inevitablemente hoy en día y aunque con evidentes diferencias, podemos comparar con la pandemia y que en su día como es lógico, comparaban con lo peor que habían llegado a vivir: la guerra. Pero lo peor de todo es que no es un libro de ciencia ficción, sino una historia real.


 
Goodreads 4.39
La Casa del Libro 4.5
Amazon 4.6

sábado, 1 de enero de 2022

¿Qué lees? «Los crímenes más famosos de la historia», de Francisco Pérez Abellán

Mis estrellas:
Sinopsis: «La historia de la humanidad es la historia de sus crímenes. Los seres humanos llevamos dedicados al arte de matarnos los unos a los otros desde el principio de los tiempos. Ya los restos arqueológicos, por ejemplo en Atapuerca, nos muestran que hubo humanos que se comieron unos a otros antes siquiera de aprender a hablar. Los crímenes nos fascinan porque nos permiten asomarnos a esas partes oscuras del alma que contemplamos con miedo y respeto. Y también porque necesitamos comprenderlos. Como humanos, sentimos la necesidad de entender qué lleva a algunos congéneres a romper un tabú tan sagrado.»
Los crímenes no sólo retratan a la víctima y al asesino, sino también la época en la que se produjeron. La exponen, la denuncian y hasta la explican. Este nuevo libro del célebre criminólogo Francisco Perez Abellán relata los crímenes más interesantes de la historia contemporánea: desde los decimonónicos asesinatos que inspiraron a Galdós, Pardo Bazán o Baroja hasta los casos del siglo XXI como el homicidio de Asunta Basterra o los que perpetró Breibik, el monstruo noruego, pasando por asesinatos tan escalofriantes como el de Hildegart, la Frankestein de la República. Ya fueran brutales, deliciosamente ejecutados, inspiradores, inhumanos, resueltos o irresolubles, Pérez Abellán arroja luz sobre todos ellos, nos revela detalles inéditos y nos enseña, incluso en los casos más atroces, qué hay de humano y de histórico en todo ello. 
...
Y después de tanto tiempo, COVID mediante, comencé a leer sin parar igual que cuando era pequeña. Adoptada esta costumbre de nuevo, me cuesta irme a la cama sin haberme leído por lo menos un capítulo (o un par de poemas, dependiendo del momento) de cualquier libro. Mi meta personal eran dos libros en medio año y la verdad, la vi lejana, sobre todo cuando todo en mi vida comenzó a desmoronarse y no me apetecía ni mirarme al espejo (esto me sigue sin apetecer), pero... Conseguí leer no sólo dos libros, sino... ¡Un total de nueve libros! He encontrado libros muy buenos que me han hecho evadirme un poco de la realidad, libros no tan buenos pero que siempre terminan aportando algo... He leído sobre amor, psicología, crímenes, historias reales... He leído bestsellers, libros de amigos, libros regalados, libros de autores casi desconocides... Y retomo las entradas sobre críticas literarias de estos mismos libros que tuve que dejar abandonadas. Os dejo por aquí la mini crítica de este último libro y también la del anterior a modo de recordatorio. 

Los crímenes más famosos de la historia by Francisco Pérez Abellán
My rating: 4 of 5 stars
Debo admitir que, aunque el libro me ha gustado, a su vez me ha decepcionado un poco porque digamos que… Esperaba otra cosa. Por supuesto esto no es culpa del autor, lo que yo pueda esperar es algo muy subjetivo y a pesar de poder leer el título o la sinopsis, no sabes lo que te vas a encontrar hasta que no empiezas con la lectura.

Es un libro con una exposición muy variada de crímenes tanto en estilo como en emplazamientos y épocas, pero a pesar de ello y de que son capítulos cortos y de fácil lectura, he sentido que a veces faltaba “chicha” y había más relleno que otra cosa. Quizá lo he llegado a percibir demasiado superficial, por así decirlo. Es verdad que tampoco buscaba que se entrase en detalles que llamasen al morbo, pero sí me habría gustado ver más explicaciones sobre cómo se hacían las averiguaciones de los casos o los detalles del mismo crimen antes que el número de años de condenas de cada asesino o que el autor dejase de manifiesto algunas opiniones personales sobre los casos.

Aún con todo, es un libro entretenido (dentro del tema del que trata), fácil de leer y con un léxico muy diverso.

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Goodreads 3.78
La Casa del Libro Sin valoraciones
Amazon 4