¡Vuelvo a Youtube!

Y es que considero que es una costumbre que nunca debí perder, pero que definitivamente, perdí.

Hace casi dos años que no subo un vídeo, aunque también es cierto que este último que subí me lo curré bastante para lo que viene siendo mi nivel de edición de vídeo (nulo, hablemos claro). Para quien no lo haya visto aún, es un vídeo premontado -con plantilla- de mis primeras vacaciones en un montón de años, de la segunda vez que monté en avión en mi vida (primera desde que tengo uso de razón y ya calzaba los 28 años) y cuyo destino fue Tenerife. Estuve una semana, pero me enamoré de tal manera que me atrevería a decir que tengo incluso cierta morriña de la tierra y de sus gentes.



Tiempo atrás me decidí a poner un poco en orden mis vídeos subidos. Tenía más, pero después de la limpieza (vídeos privados que ya no son para nadie, copyright capando determinadas cosas que hacían los vídeos inservibles, etc., etc.) quedaron 139. De esos 139 que salvé, cambié la música en todos aquellos que me fue posible y que podían tener cierto sentido si así lo hacía y los puse a monetizar. No sé cuánto dinero me dan estos vídeos aún sin hacer nada nunca con ellos, pero par ser franca, el partner de España es horrible y el mío en particular no llega ni al euro al mes, así que más que nada el cambiar los aspectos problemáticos de estos vídeos fue por dos razones principales: que no me eliminasen la cuenta por infracciones continuadas (esto es como Forocoches, cuanto más antigua es la cuenta, más mítica) y que nadie se llevase dinero a mi costa por todo el morro. Está muy de moda el reclamar por ejemplo el copyright de canciones que no tienen nada que ver con la que suena en tu vídeo, pero oye, si te lo reclaman y tú no dices nada, a lo mejor de tus asquerosos veinte céntimos al mes que estás ganando, encima ellos se llevan la mitad por toda la cara. Nada, nada, hay música sin derechos de autor realmente buena y que no te piden más que nombrarles para darles cierta publicidad (aunque dependiendo del canal, ni eso los pobres) y si tengo que pagar por una canción, que sea por alguien que al menos se lo haya ganado componiendo la canción, no subiéndose al carro.

Más tarde agrupé todos mis favoritos por secciones: recetas, favoritos, DIY, costura, música, guitarra... Forme tantos grupos como temas de vídeos favoritos tenía y después de eso, me puse a pensar en mi propio canal y lo nuevo que podía ofrecerle.

Supongo que el haber dejado de subir contenido en su día fue una mezcla de varias cosas. Me mudé (sí, y ahora me he vuelto a mudar), mi abuelo murió, comencé una nueva vida completamente diferente a la que tenía, cuando empezaba cada vez más a aficionarme por subir versiones con la guitarra me la robaron... Y más tarde comencé a trabajar... Y Youtube también cambió, nadie puede decir lo contrario. De haber vídeos tontos que casi cualquiera veía y con los que la gente se entretenía a pesar de la pésima calidad o duración (porque hay que ver los míos, que empecé grabando con una webcam para pasar a grabar con una digital que sólo me permitía vídeos de un minuto de duración), pasamos a la moda de los youtubers, en los que con más o menos gracia, cada uno tiene sus gustos, comenzaron a abarrotar la web y a subir su número de suscriptores de manera casi ofensiva para canales chiquititos como el mío, con ahora mismo 567 seguidores. Ojo, no estoy diciendo que el contenido que suben estos youtubers sea malo ni mucho menos. Algunos lo harán bien y otros no tanto, pero lo que es un hecho es que interesan mucho más sus vídeos que los míos, esto es así. Pero como a mí eso de seguir el camino marcado no me va, al igual que sigo con mi blog a pesar de que nadie lo lea nunca, quiero seguir con mi canal de Youtube aunque eso, nadie lo vea nunca.

Me atreví incluso a subir mi propio Draw My Life, omitiendo cosas, diciendo otras que nunca había contado, pero al fin y al cabo está ahí.



Y luego quise más y pensé, ¿por qué no hacer una introducción y una salida fija a todos mis vídeos? Rollo canal serio que ve todo el mundo, debí pensar. Tuve por fin mis vacaciones y me puse a ello. Me constó, Chenchito es testigo del aluvión de preguntas que surgieron al abrir por primera vez el Photoshop, pero... ¡Lo tengo! No sé sobre qué será, no sé cuándo se subirá, pero mi próximo vídeo en Youtube tendrá tanto intro como outro y...

¿Quién sabe? Yo de momento, ¡vuelvo a Youtube!