lunes, 8 de abril de 2013

Mis días libres...

...Esos que son de todo menos libres: Los Lunes. Yo que creía que los días así eran días sin obligaciones, de esos de levantarte tarde, comer lo que había quedado del día anterior y apoltronarte toda la tarde en el sofá con una mantita (lo de la mantita es para el invierno, en verano podéis usar hielo como sustitutivo) alternando las horas con peli- *picar algo de la nevera - consola - *picar algo de la nevera - ordenador - *probablemente ya te hayas comido todo lo de la nevera y busques chicles desesperadamente, en el orden que más te convenga.

Pero no, a mí me gusta el riesgo -no, mentira, es que me duele tanto la cara de ser tan guapa que mi madre me quiere sacar para mostrarme al mundo. TODOS LOS DÍAS- mañana me va a tocar levantarme pronto, arreglar todo en casa, ducha rápida y me voy a...

¡Al Leroy Merlin!


Apasionante, ¿verdad? Sí... Me han contado que en uno de los pasillos han puesto una estantería azul... No, no, ni color abedul, ni color pino, ni roble, ni haya, ni cerezo... Es azuuuuul...

En fin, ahora en serio, mañana me iré con mi madre al Leroy Merlin a ver si encuentro la pintura magnética, imantada o como quiera que se llame y puedo ir pintando estos días cuando al insomnio le apetece dar por c... Hay que dar varias capas y esperar a que sequen todas antes de dar la siguiente. Una vez hayas dado todas las capas que necesites, puedes pintar encima del mismo color de tu pared para que no quede cantoso. Yo creo que lo dejaré del mismo color de la pintura (que creo que es gris oscuro). Mi techo y mis ventanas son blancas, las paredes son de un tono amarillo clarito -habrá alguna foto por el blog casi con seguridad- y el frontal es gris oscuro también, así que yo creo que resaltaría dejándolo de ese color, ya veremos. Probablemente no tengan la pintura, yo desde luego, voy con esa idea. El caso es que nunca he ido al Leroy Merlin de la zona donde vivo y al ser una cosa un poco más rara de lo que viene siendo la típica pintura de colores, sospecho que no habrá apenas gente que vaya preguntando por ella y no la tendrán. Antes de comprar la pintura, si es que la hay, tendré que medir el trocito de pared donde quiero darla y calcular cuánta pintura necesito para dar al menos dos capas. Este tipo de cuentas me encantan, son de ese tipo en las que le pido a mi madre que calcule ella lo mismo pero por otro lado; por eso de tener una segunda opinión; y en la que a ella le sale que necesito 12 mililitros y a mí 108 litros. xD

La flecha roja es el lado que quiero pintar. Sólo ese. Y no, aunque parezca una columna, es una pared, ya que en el otro lado es donde tengo yo mi escritorio con el Mac. Mi habitación es rara, como su dueña.

La flecha azul es el lado que dejaré como está, sin pintar y de ese color amarillo pálido.

La flecha blanca marca, aunque no se aprecie apenas, el mural de mi habitación que es gris oscuro. La pared es amarilla más o menos hasta donde se ve el foco de luz, donde está Gizmo (os saluda), luego está el mural gris oscuro y luego de nuevo la pared de mi escritorio en amarillo. Pintaré ese trozo pequeñito de gris oscuro y luego todo lo demás del color original de mi cuarto. Sí, lo sé, explicado así no queda para nada claro, pero si consigo la pintura, una imagen valdrá más que mil palabras...



La idea estética que quiero conseguir con esto es algo parecido a esa vista de nevera -estadounidense...- repleta de imanes con dibujos del niño o los niños de la casa. O también de esa pared de escritorio de dibujante aficionado que va rellenando con sus dibujos sin ningún fin ni cuidado, tan sólo para que el barullo que hay en su mesa sea menor y pueda permitirle seguir dibujando.

Por cierto, si alguna persona de las que lea mi blog es así, que sepáis que os admiro. Os admiro muchísimo. No hay nada que me maraville más que esas personas que en cualquier trozo de papel o incluso de servilleta y con un boli trazan un dibujo que yo no conseguiría hacer ni calcando. Esos que dibujan cuatro líneas rectas monocolor sobre un papel y hacen que ese bar cobre vida o esa persona desprenda expresividad casi vital. Os admiro en equivalencia a mi forma de admirar a las personas que con una guitarra y su voz, consiguen que no quieras que terminen de cantar y tocar nunca, pero eso ya es otro tema que os dejaré en otro capítulo de mi vida.


No sé ni cómo quedará finalmente, ni si conseguiré encontrar esa pintura, si podré pintar la pared sin que mi madre me mate o si volveré a dibujar para poder llenarla, pero este último proyecto me ha abierto las ganas a continuar con los bocetos. Por cierto, tampoco sé qué será del famoso proyecto, aunque sigo adelante con él. Hoy acabé con la primera parte parte, que era la más pesada, así que lo demás me será un poco más llevadero.

Y bueno, ya que estaré en el Leroy Merlin, me traeré también unos cuántos tacos acabados en gancho o algo parecido, para hacer un segundo experimento en la misma pared... Pobre de ella... Necesito al menos seis tacos, lo que implica seis agujeros en la pared y lo que también implicaría diez en total con los cuatro que hay ya de mi estantería. ¿Sabéis cómo se puede averiguar de forma sencilla qué paredes son muros de carga? Tengo miedito...

17 comentarios:

  1. Un muro de carga no se va a venir abajo por cuatro agujeritos, no te preocupes.

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  2. No sé yo, construcciones peores se han visto...

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  3. los aparejadores dicen que en edificación no existe la ley de la gravedad... (en el sentido de que si realmente existiera la mitad de los edificios se venían abajo)

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  4. Eso que se lo digan a esa gente que tiene que vivir con puntales...

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  5. Normalmente (salvo caso flagrante de mala elección de materiales de construcción) esas personas suelen estar así porque se pasan los ensayos y las mediciones del subsuelo por el forro y el suelo tiende a ceder con el tiempo (también se da el caso de obras cercanas o malos cálculos de estructuras o superposición de pisos sobre estructuras que no han sido calculadas para más peso). Al menos todas las construcciones que conozco con grietas van por ahí más que por otros lados.

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  6. Hay gente para todo y en cualquier trabajo. Miedo me da, porque si eres secretario, escritor, famoso o lo que sea, mucho peligro no corren a tu alrededor fuera del posible fallo que puedas liar. Pero imagina un arquitecto, cirujano, albañil...

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  7. Uy, una pluma es un arma mortífera. Puedes ser perseguido y amenazado (y tu familia) por escribir cosas inadecuadas en el sitio inadecuado en el momento inoportuno. Pero si, por eso existen los seguros de responsabilidad civil y si alguno la caga de gravedad sin justificación normalmente es expulsado de por vida de su profesión (luego pasa como en todos lados, hay quienes se tapan las meteduras de patas entre ellos o se empieza a ejercer de manera clandestina o se emigra a otro país, etc)

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  8. Vamos, que no se puede hacer nada en este mundo, especialmente en España. Porque de recortes mejor ni hablamos, ¿no?

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  9. Se puede del mismo modo que dos puercoespines hacen el amor... con mucho cuidado e intentando no hacerte daño a ti ni al otro

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  10. Ni así. Ya conoces la frase de: "Qué día tan maravilloso, verás como viene algún gilipollas y lo jode".

    Y efectivamente, raro es el día maravilloso en que no pasa esto.

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  11. Ahí está la gracia, ser capaz de evitar a los gilipollas y/o no dejar que te estropeen el día. Es lo que tiene darles poder a las personas sobre ti, que cuando están de buenas bien, pero cuando están de malas hacen daño. Con quitarles ese poder basta: si te hieren con palabras, no las escuches, si te hacen daño usando a terceros, has lo que sea conveniente para desligar a esa tercera persona o para que no se deje manipular por aquella, si hay algún problema o cosa que utilicen para incordiar, arreglarlo y/o cambiar las cosas para que desaparezca y con él esa persona. No es tan fácil como escribirlo, pero es posible. Y quitándote pequeños problemas y pequeñas cosas y personillas tocanarices una a una poco a poco irás acabando con la gran bola de nieve de cosas malas que te pasan (porque si simplemente la dejas rodar y la ignoras seguirá creciendo indefinidamente ladera abajo hasta que te aplaste)

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  12. ¿¡Evitar a los gilipollas!? Una ardilla podría ir saltando de gilipollas en gilipollas y... Y moriría a los cinco minutos del cansancio.

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  13. Pero tu no eres una ardilla y sabes usar una motosierra. Una vez le hayas dado al primer gilipollas su merecido, su abundancia provocará que por efecto dominó vayan cayendo los demás gilipollas del mismo modo hasta que ya te eviten directamente

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  14. Hmmmmm, no, creo que no sé usar una motosierra. ¿Vale un cuchillo jamonero? Esos sí los manejo algo mejor. Hago croquetas... De jamón... Cuchillo jamonero... Para cortar el jamón... De las croquetas... Se me va...

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  15. no sé no sé, yo si fuera un amigo tuyo y tu empezaras a echarme harina por encima me mosquearía mucho. Y si tienes una sartén con aceite calentándose más todavía...

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  16. Nadie habló de harina, que eso tiene varias formas de ser entendido... Yo sólo cosas que hagan sangre. xD

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  17. Vamos, que a ti la cubierta de las croquetas es una mera excusa, que la parte de las croquetas que te gusta es usar el cuchillo jamonero para hacer el relleno...

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