viernes, 17 de junio de 2011
¿Existen las terceras oportunidades? ¿Se puede creer en ellas –siendo yo-?
¡Dios mío! Ha vuelto a suceder… Y ahora… No tengo a quién o a qué echarle la culpa. ¡Ah! Bueno, sí, a mi último sueño. Tan Woodybo… Allenba… Tan típico de Woody Allen, vaya.
Os cuento a grandes rasgos. En mi sueño había tres amigos que mantenían una relación muy rara –que no un trío, en rollos sexuales ya no me meto, jajajajaja- y que se decidieron a cumplir por fin sus sueños viéndose, aunque de lejos, en la crisis de los treinta. Hasta ahí todo bien, pero después de una serie de catastróficas desdichas (:P) mezcladas con una suerte que jugaba a avanzar y retroceder todo a su gusto, se terminan mezclando las ideas y dos de los personajes no tienen más remedio –ya sea por la suerte o por costumbre- que volver a su maldita y rutinaria vida sin haber cumplido sus sueños. Lo curioso es lo que pasa con la tercera persona…
¿Y qué se supone que es lo que ha vuelto a suceder?
Pues que otra vez me ha vuelto a rondar la idea de escribir una novela. Entiéndase lo de novela… ¡No puede ser! Yo creía que ya se me había pasado. De hecho, hasta empecé un boceto de escrito que luego, de tanto esconderlo para que no lo leyese nadie, perdí y no volví a encontrar. Tampoco resultó.
Más tarde mi melo –el mismo que ya nunca se pasa por mi/su blog, todavía estás autorizado a escribir- me dijo que estaba pensando también en escribir una novela. Leí algo y me ofreció escribir el prólogo, pero creo que acabó cumpliendo su sueño y debió dejar la novela para otro momento. Gracias a su pequeño recordatorio, comencé a buscar ideas sobre cómo sería más fácil –y rápido- escribir una novela teniendo más o menos clara la idea sobre la que se quería escribir para pasárselo y animarle a acabarla. Esta segunda vez yo cambié de temática y mi idea Terabithiana volvió a coger forma. Y de nuevo esta segunda vez, volví a dejarlo pasar.
Aún así, siempre se dice que a la tercera va la vencida y también se supone que todos tenemos que plantar un árbol, escribir una novela y tener un hijo. Yo por mi parte, ya he plantado algunos árboles. Planté más de uno porque me parece que lo de la novela, quizá aunque se vuelva a quedar en boceto y sólo la lea yo, puede realizarse, pero… Factible lo de tener un hijo como que no lo veo…