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domingo, 9 de marzo de 2014

Mi fascia lata -y otras jodiendas-

Como ya sabréis, después de 15 años siendo practicante habitual de todo ese tipo de deportes para los que no se precisan más de dos músculos (soffaning, zapping, edredoning...) hace algo más de dos años cambié la vaguería por actividad y me convertí en una deportista de nivel medio. Voy a entrenar algo menos de dos horas de dos a tres días por semana y un cuarto compito, voy también pasadas las dos horas al gimnasio dos días en semana y ahora he añadido también un entrenamiento de hora y media con niños de 11 a 12 años otro par de días a la semana. Yo creo que se me puede calificar como deportista de nivel medio...

El caso es que, como todo en esta vida, la perfección casi siempre se encuentra en los puntos intermedios de cada hecho. No se puede comenzar a hacer todo esto de la noche a la mañana, menos con este cuerpo-espátula que Dios me ha dado y aún menos cuando has estado durante tantos años en el dique seco.

Cuando comencé a entrenar y hacíamos carrera continua durante un cuarto de hora para calentar, iba la mayor parte del tiempo caminando. Al principio empezaba corriendo e incluso seguía al grupo, pero a los dos minutos me empezaba a fatigar, me distanciaba y tenía que terminar caminando o incluso parando. Hoy en día no sólo soy capaz de ir corriendo durante esa práctica, sino que además suelo ir siempre dentro del grupo, unas veces más adelantada, otras veces más atrasada, pero siempre en el grupo.

En el deporte, tan esencial es el esfuerzo como la constancia. Si te apuntas a un gimnasio y te esfuerzas mucho en entrenar, pero no eres constante, tu arduo trabajo de entrenamiento no va a ser satisfactorio y difícilmente te va a dar los resultados que esperas. Es evidente también que, si eres muy constante pero no te esfuerzas, los cambios van a ser de muy lentos a inexistentes.

¿Por qué digo todo esto?

Yo entreno de Lunes (o Martes) a Sábado (o Domingo) y me esfuerzo. Me esfuerzo mucho, pero no me mato. Si sé que un día voy a tener que estar entrenando de 17:30 a 21:30, no puedo comenzar a tope para estar agotada a las 19:00 y tener que parar. Simplemente me distribuyo el trabajo y aunque me esfuerzo de igual manera, puedo aguantar sin llegar a darlo todo por completo.

Aún así y como digo, después de más de dos años, tanto fue el cántaro a la fuente que al final se rompió. Y se rompió con un diagnóstico denominado tendinitis en el tensor de la fascia lata. Llevaba tiempo sintiendo molestias al entrenar, pero eran tan leves que no les di demasiada importancia. Además, hacía poco que me habían cambiado la tabla en el gimnasio y lo achaqué al comportamiento de algún músculo al cambiar de ejercicio. Por tanto, seguí entrenando y compaginando el dolor con una crema antiinflamatoria. Hasta que llegó el día en el que en medio del entrenamiento, me rompí.

Imaginad cómo sería mi molestia (en este caso, mental) de ver que iba a entrenar y a los 20 minutos ya no podía correr más. No era dolor, eran una especie de pinchazos que, cada vez que intentaba correr un poco más deprisa, me paraban en seco. Yo, aún con lo que soy yo, fui al médico por voluntad propia. No me tuvieron que drogar ni nada, fui yo de manera insólita y casi civilizada. El traumatólogo lo tuvo claro; de diez a quince días de reposo, dependiendo de si el dolor seguía o no después de los quince días; crema antiinflamatoria, mucho hielo, vendaje o rodillera y masajes. Mi monitor del gimnasio me enseñó a darme automasajes para calmar el tendón y seguí las demás indicaciones al pie de la letra.

A decir verdad, sabía que era algo que tenía que suceder, tarde o temprano es normal que tengas una rotura de fibras, un esguince, contracturas... Lo mejor es que no sea nada más importante y sobre todo, que se cure bien, pero esto son gajes del oficio. Aún así y a pesar de que estoy muy desganada y desmotivada en cuanto a los entrenamientos fuera del gimnasio (tantoj que incluso los siento más un castigo que algo que haga por diversión) me ha dejado un poco chof. Ya de por sí y sin lesión, suelo ser el último mono, para nada vital en cuanto a ser 'alguien más', así que ahora estando así, como comprenderéis, no me adapto al concepto de útil.

Dicho esto, me apetecía contaros cómo se siente esto de sufrir una tendinitis en la fascia lata. Empecemos por lo básico, la tendinitis es la inflamación de un tendón y se suele producir por el sobreuso dicho tendón. Normalmente cuando se hacen movimientos repetitivos, los músculos tienden a sobrecargarse y, si no se sienten molestias y por tanto no se para en ese momento (o se sienten pero no se quiere parar), aparece la tendinitis.

El músculo tensor de la fascia lata es un músculo que se encuentra en la parte superior y lateral del muslo. En la imagen es el que está en blanco, señalado por una flecha que pone 'iliotibial band' (banda iliotibial). El área coloreada de rojo en donde suele doler, aunque tengo entendido que puede variar, es el sitio donde más comúnmente se localiza y ahí es donde también me duele a mí.


Esta tendinitis es de la fascia lata es generalmente considerada una lesión de corredor, aunque no es exclusiva de ellos puesto que puede producirse en cualquier deporte en el que se usen en exceso o repetidas veces estos músculos de la pierna. Puede suceder practicando fútbol, baloncesto, ciclismo, etc... Es especialmente dolorosa cuando bajas escaleras, bajando una cuesta o desnivel y corriendo, aunque siempre es molesta mientras la pierna está activa e incluso cuando está inactiva pero está doblada en determinados ángulos.

Y así es como me encuentro, con la pata quebré' y jodía pero contenta, como dicen en mi pueblo. Hace un par de días comencé a caminar y no sentí dolor (apenas alguna molestia en determinados movimientos, pero prácticamente nada) y el Martes voy a empezar a hacer ejercicios con la pierna, los cuales son recomendables para reforzarla y que, si es posible, no me vuelva a suceder.


¡Deseadme una pronta recuperación! 

11 comentarios:

  1. Que te recuperes rapidito pero sobretodo bien, menos mal que lo peor ya paso.
    Mucho animo¡¡¡.

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  2. ¡Gracias Mr Blogger! :)

    Pasó lo peor, la verdad, ahora ya empiezo a caminar y con el famoso reposo relativo, pero aún así me continúa doliendo más arriba, en la zona de la cadera y tendré que seguir con los masajes del fisio.

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  3. ¿aún te duele? ¿sana sana culito de rana?

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  4. Ahora, cuando empecé otra vez con la rutina, me comenzó a doler otro poco; pero este año voy a tener muchos descansos y quizá otro curro, así que supongo que lo llevaré mejor.

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  5. Pues ha debido quedar mal curada, porque de vez en cuando me da un toque...

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  6. Hola alianza Alasiie [AL0] nivel 8 busca miembros activos y con ganas de crecer. No esperes más y únete a esta alianza. Todos seran bienvenidos!! Reino lamia

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  7. ¿Dolor "sordo" o pinchazos?

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  8. Jhenifer, te pongo mejor el mensaje en el tema de Game of War, que supongo que era allí donde querías postearlo. ;)

    ¡Un abrazo!

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  9. Es un dolor sordo... Raro. Es como... Como cuando te duelen las articulaciones porque tienes fiebre. Algo así. Raro, raro...

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