Seguidores

miércoles, 12 de junio de 2013

Canciones de mi infancia

De un tiempo a esta parte me he empezado a fijar en que, tanto con mis amigos y conocidos, como con incluso mis familiares, la profesión que más triunfa es la de: profesor infantil. No me preguntéis por qué esa forma de arrasar en mi círculo más cercano, ya sea como primer o segundo trabajo, pero lo dicho, que arrasar, arrasa.

¿Y qué es lo mejor de trabajar con peques? ¡Las canciones que les enseñan! Coreografía incluida, nos os vayáis a pensar. Segura estoy de que dejarían al mismísimo Georgie Dann a la altura del betún.

El caso es que hace pocos días una de mis compañeras se puso a cantar una de las canciones que les enseña a sus peques, la canción de los días de la semana (a mis 27 años y sin niños en casa, como comprenderéis...) y otra la acompañó.


Eso me dio pie a intentar recordar las canciones, adivinanzas y poesías que aprendí de peque. Quedaos porque no tiene desperdicio...

Recuerdo que en parvulitos teníamos una profesora brasileña que nos enseñaba canciones en español, pero con un fuerte toque latinoamericano. Y no sé... Yo creo que ese toque era lo que hacía que las canciones molaran más. Evidentemente de esto me di cuenta años más tarde, pero aún recuerdo algunas de aquellas canciones.

Unas se cantaban en clase, otras jugando a la comba, a la goma, o a las palmas. Vale la pena recordarlas de nuevo.



Esta fue casi con seguridad, una de las primeras que aprendimos con ella.

"Relojes grandes hacen tic-tac, tic-tac;
relojes chicos hacen tic-tac tic-tac, tic-tac tic-tac
y relojes chiquititos tiqui-taqui, tiqui-taqui, tiqui-taquití."


Y esta también, otra de las primeras que aún consigo recordar.

"Una pulga aventurera,
decidió salir de viaje,
preparó su equipaje
y a la puerta de asomó.

Plas, plas... (esto eran dos palmadas)

Iba un perro muy lanudo,

caminando bien tranquilo,
uy, aquí no hace frío,
dijo la pulga y saltó.

Plas, plas...


Y así-sí-sí-sí-sí,

viajó, jo-jo-jo-jo,
en la oreja de un perro lanudo,
la pulga-ga-ga-ga,
viajera-ra-ra-ra,
quién sabe hasta dónde llegó."


Esta era medio introducción a la poesía, medio canción. Gracias a esto, unos cursos después ganaría algunos concursos de poesía.

"Ya se fue el verano
y el otoño llega,
como lluvia de oro,
caen las hojas secas.

Ya cubren la tierra,

cual dorada alfombra,
que, bajo los pasos,
se estremece y llora.

Con las hojas secas,

haremos hogueras,
que su luz alumbre,
bosques y praderas."


Muuuuuy típica de campamentos y excursiones. Ahora lo siento por los pobres conductores a los que martirizábamos con la cancioncita desde las 8'30 de la mañana hasta por la tarde, que volvíamos de las excursiones. 

"Caminando por el campo, la, la, la, la,
en el suelo vi que había, uh, uh, uh,
una carta ensangrentada, la, la, la, la, la,
de cuarenta años hacía, uh, uh, uh.
Era de un paracaidista, la, la, la, la,
de la octava compañía, uh, uh, uh,
que a su madre le escribía, la, la, la, la, la,
y la carta así decía, uh, uh, uh:
'Madre anoche en las trincheras, la, la, la, la,
bajo el fuego de metralla, uh, uh, uh,
vi al enemigo correr, la, la, la, la, la,
la noche estaba cerrada, uh, uh, uh.
Apunté con mi fusil, la, la, la, la,
al tiempo que disparaba, uh, uh, uh
y la luz iluminó, la, la, la, la, la,
el rostro que yo mataba, uh, uh, uh.
Clavó su mirada en mí, la, la, la, la,
con los ojos ya vacíos, uh, uh, uh,
madre, ¿sabe a quién maté? La, la, la, la, la,
no era un soldado enemigo, uh, uh, uh.
Era mi amigo José, la, la, la, la,
compañero de la escuela, uh, uh, uh,
con quien tanto yo jugué, la, la, la, la, la,
a soldados y trincheras, uh, uh, uh.
Ahora el juego era verdad, la, la, la, la
y a mi amigo ya lo entierran, uh, uh, uh,
madre yo quiero morir, la, la, la, la, la,
ya estoy harto de esta guerra, uh, uh, uh.
Y si te vuelvo a escribir, la, la, la, la,
tal vez sea desde el cielo, uh, uh, uh,
donde encontraré a José, la, la, la, la, la
y jugaremos de nuevo, uh, uh, uh.'
Dos claveles en el agua, la, la, la, la,
no se pueden marchitar, uh, uh, uh,
dos amigos que se quieren, la, la, la, la, la,
no se pueden olvidar, uh, uh, uh."


Típico tópico, ¿no?

"Mambrú se fue a la guerra,
qué dolor, qué dolor, qué pena,
Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá,
do, re, mi, do, re, fa, no sé cuándo vendrá"


Esta la enseñé yo en el cole, que me la había enseñado mi madre porque la cantaba ella en el colegio. Pasó por tantas bocas y varió tanto que al final casi ni se parecía a la canción original.

"Milikituli, lakatuli, lapotínguele,
se fue a la ética, poética, sinfónica,
milikituli, lakatuli, lapotínguele,
se fue a bailar el cha, cha, cha, cha, cha."


Y esta, a pesar de ser otro clasicazo, también la enseñé en el colegio.

"Maisefoyuti, tú eres ancla, 
por eso yuti, maisefoyú, ahú, ahú, 
la sinagoga, doménica la chacha, 
paú la chacha, maisefoyú, ahú, ahú."


Digamos que había una vecina (adulta) que pasaba de jugar conmigo porque nunca, nunca, nunca, por fuerte que dieran, yo fallaba. Decía que la cansaba y que pasase a la siguiente. xD Cada vez que proponía jugar a la comba me ponía unas caras... Y especialmente con esta canción. Creo que hice que la aborreciera. A mí me sigue gustando. :P


"El cocherito leré,
me dijo anoche leré,
que si quería leré,
montar en coche leré
y yo le dije leré,
con gran salero leré,
no quiero coche leré,
que me mareo leré.
El nombre de María,
que cinco letras tiene,
la M,
la A,
la R,
la Í,
la A, ¡MARÍA!"


Las favoritas de mis padres. Es que yo de verdad creía que si cantaba esto, haría un poquito de efecto y como a mí me encantaba el calor y el sol... Pero no, no servía para nada. :P Sí, vale, la última sintácticamente hablando es más bien rarita, pero yo también soy rara, qué pasa...

"Sal solito, caliéntame un poquito,
hoy y mañana y toda la semana."

"Caracol, col, col, saca los cuernos al sol, 
que tu madre y tu padre ya los sacó"


Preguntadle a mi madre por esta frase de terminación de cuentos. Aún sigue recordándomela a veces...

"Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Y colorín, colorete, por la chimenea sale un cohete:
¡¡¡BUUUUUUUMMMMM!!!"


Hay muchísimas más y las recuerdo casi todas, esto sólo es una muestra para recordar tiempos pasados. :)

27 comentarios:

  1. Pues si cantar es requisito para tener infancia, yo no tuve...

    (bueno, alguna me suena, pero más de oírselas a hermano y primos que de saberlas yo por haberlas cantado)

    ResponderEliminar
  2. Genial, otro más para el saco de 'gente sin infancia'... Pero si es la mejor época de la vida...

    ResponderEliminar
  3. Bueno, iba a casa de mis abuelos, jugaba con mis primos, esas cosas.

    De todos modos, la mejor época de nuestras vidas aún está por seleccionar. Sólo lo sabremos cuando nos vaya llegando la hora, tras toda una vida de experiencias. Y la niñez no creo que sea la mejor, simplemente una época en la que todavía nadie nos había echado la vida encima. Pregúntale a los niños que trabajan en las minas, esos no estarán muy de acuerdo.

    ResponderEliminar
  4. Y no cantabas. Admitelo, eras elniño ratito... xD

    Hmmmm, no estoy de acuerdo... Yo soy de la opinión de que lo que no aproveches ahora, quizá o puedas aprovecharlo nunca.

    Es que lo de los niños en las minas o se puede denominar infancia. Son niños con vida de adultos.

    ResponderEliminar
  5. No, no cantaba, jugábamos al pilla pilla, al escondite, al fútbol, pero cantar no cantábamos mucho. Era el niño rarito porque no tenía niños de mi edad y de mi cole cerca y crecí en familia, lo cual dificulta mucho conectar con gente nueva y diferente. En casa solía estar bastante tiempo solo o con mis padres atareados haciendo otras cosas, y como mi hermano inmediatamente mayor me saca 9 años, estaba en otros rollos y no iba a jugar conmigo. Supongo que por esto me enfoqué más en leer lo que caía en mis manos y cosas así que en salir a la plaza a pasar el rato con mis amigos del cole y esas cosas. Y mis padres tampoco me dejaban ir a la casa de mis abuelos cuando a mi me apetecía ni todo el tiempo que a mi me apetecía, sino cuando alguno de ellos estaba por casa y no iban a salir y un ratito para tenerme controlado. Eso propició que una vez me marchara de casa (tampoco lo hice de manera plenamente consciente, iba a casa de un primo y me encontré con un amigo y me fui a su casa y el tiempo se me pasó volando y mi madre que no sabía donde estaba y llamando a casa de mi tía no sabían de mi paradero) y que tuviera como sueño recurrente el que mágicamente me pusiera a volar (pero no sabía controlar el vuelo y a veces no dejaba de subir y subir y otras me estallaba contra cables de alta tensión y otras caía y me estampaba contra el suelo), ánsia clara de libertad.

    Siempre puedes hacer las cosas que quieras, lo que no puedes hacerlas es en las mismas condiciones. Un abuelo puede ponerse a jugar al tejo y disfrutarlo igual que si fuera un crío; otra cosa es que el abuelo tiene unos condicionamientos y unas limitaciones físicas que quizá el crío no tenga. Si piensas que necesitas hacer algo que más adelante no podrás, pues...

    Es la infancia que les ha tocado. Lo mismo que si te toca nacer en el típico pueblo de los EEUU en mitad de la nada donde en las épocas de cosecha los niños no van al cole sino que tienen que ayudar a sus padres y demás, o aquel que nace en estos sitios donde hay tiempo horrible y nieve y hielo durante semanas y semanas y no pueden salir de sus casas ni hacer nada. Ahora hay muchas formas de comunicación, pero hace años... no sé, creo que los occidentales tenemos un concepto de infancia muy cómodo y feliz lleno de juegos y diversión que no se corresponde totalmente con la realidad. Si de pequeños somos felices con poco es porque no somos completamente conscientes de lo que nos pasa, nos quedamos con las cosas que nos sorprenden y agradan y donde nos podemos divertir y olvidamos rápidamente todo lo demás (salvo esas cosas tan duras que pueden quedarse de manera inconsciente en nuestra mente)

    ResponderEliminar
  6. Bueno, nosotros también jugábamos a liebre, al fútbol, en la piscina… Pero casi todos los juegos tenía su cancioncita, especialmente los juegos de las niñas, no me digas que no. :P Seguro que aunque no te acuerdes porque haya sido muy escaso, de pequeño has cantado alguna vez. :)

    ¿Sabes? Yo en realidad también era una niña muy ramita (ya sabes parte de mi vida porque de hecho la narraste :) ) pero era popular y la verdad es que la mezcla, aunque explosiva, era genial. Era hija única y vivía en un lugar donde no había niños en kilómetros, así que a partir de cumplir los 8 años, siempre estaba sola. Me gustaba mucho jugar con los niños y en el cole siempre estaba metida en algo. Pero luego me encantaba cogerme un libro y devorarlo o estar con 'los mayores' .

    De todas formas, ya no sólo la infancia sino la vida en general está condicionada por mil y una cosas como pueden ser: la familia, el lugar, las costumbres, las manías, enfermedades, gustos, etc.


    PD: Pero cantar seguro que has cantado. xD

    ResponderEliminar
  7. Ahí te quería yo ver, no conscientemente... Tu familia o era de las que tenía cámara de vídeo en esa época, ¿verdad? xD

    ResponderEliminar
  8. Pues no, somos familia modesta, eso de las videocámaras llegó a casa cuando me regalaron la cámara de fotos compacta digital hace no tanto, que también permitía grabar cosas :P. Las grabaciones donde salgo (y muy poco) son del tipo: la comunión de la prima X, la boda del tío Y, el bautizo del hijo del primo Z... (y no, no canto :P).

    ResponderEliminar
  9. Hmmm, yo tengo una pedazo de cámara de fotos y lo que más me decepciona de ella es que no graba vídeo. Pedazo cámara y 'sólo' para fotazas. La primera que tuve (todo heredado) sólo grababa 60 segundos. Era una jodienda, nunca grababa nada con ella para no tener que estar pegando trozos de vídeos.

    ResponderEliminar
  10. Investiga un poco. Igual es una limitación del hardware de la cámara (que no está diseñada para eso, aunque a mi en particular me cuesta un poco de creer) o igual es una limitación de software. Si curiosamente hay un modelo igual que el tuyo, mucho más caro y que si lo permite aunque el resto de las especificaciones técnicas sean las mismas, entonces es posible que tu cámara lo haga pero esté capada. Si investigas por ahí, es posible que descubras que tu cámara tiene más capacidades de las que te venden porque el software que trae para manejarla las tiene bloqueadas. Incluso es posible que encuentres la manera de poner el sofware del modelo superior en la tuya y conseguir cosas extra que antes no podías hacer con ella. Hay muchos casos así, es algo que se repite un poco en algunos tipos de aparatos electrónicos (les cuesta lo mismo de fabricar, pero para segmentar el mercado en lugar de añadir cosas, capan para vender más barato). Por otro lado, otra estrategia que suelen hacer es que si en las pruebas de calidad ven que la cámara no es capaz de hacer una cosa puntual, la desactivan (junto con otras funcionalidades) y la venden como un modelo inferior que no la tiene (pero tu podrías usar las otras funcionalidades si pudieras activarlo).

    ResponderEliminar
  11. (por ejemplo, hay muchas cámaras de fotos que pueden ser usadas como webcams usando el sofware apropiado, pero casi ningún fabricante deja esta posibilidad)

    ResponderEliminar
  12. No sé... Al ser cámaras heredadas no tengo ningún manual del usuario ni nada parecido y menos heredándolo de mi padre, Don Pierdetodo. Pero... Sería muy raro que mi padre haya tenido ambas cámaras desde hace un montón de años, que luego las haya heredado yo y ninguno de los de dos nos hayamos dado cuenta de que se podía cambiar... Aunque somos un poco gilipollas a veces y pasar, puede pasarnos. xD

    ResponderEliminar
  13. Bueno, es que a los fabricantes no les interesa y si no te tropiezas con algo donde diga que tu modelo se puede usar de una manera que tu no piensas que se pueda usar, ni le das importancia.

    ResponderEliminar
  14. Más que no darle importancia, es que te quedas inmerso en tu ignorancia. El que no sabe es como el que no ve.

    ResponderEliminar
  15. Bueno, pero quiero decir que puedes saber todo de tu cámara desde el punto de vista del fotógrafo (óptica, enfoque, control de obturador y velocidad de...) pero no saber que desde el punto de vista informático puedes añadirle nuevas funcionalidades con según que trucos. Y aunque domine la cámara en todos sus aspectos, no todos los fotógrafos están en foros especializados donde se compartan estos descubrimientos y no pueden aprovecharse de ellos.

    ResponderEliminar
  16. Supongo que si alguna vez me da por practicar la fotografía con más énfasis, miraría todo lo que tiene y todo lo que se le puede añadir para exprimirla al máximo. :)

    ResponderEliminar
  17. Por lo pronto, si la exprimes no creo que saques mucho. Mejor usarla sin exprimir

    ResponderEliminar
  18. Había comprado un exprimidor de marca y todo.

    ResponderEliminar
  19. ¿Pero uno manual, como los de antes, uno semiautomático de estos que aún tienes que hacer un pequeño trabajo o uno de esos automáticos donde pones las cosas y ya te las exprime solo?

    ResponderEliminar
  20. De los que exprimen solos, ya que compras algo, que te quite el máximo trabajo, ¿no?

    ResponderEliminar
  21. y que se limpie solo... por pirólisis o algo xD

    ResponderEliminar
  22. Con según cómo avanza la tecnología, si no existe, a punto estará de ser fabricado.

    ResponderEliminar
  23. ¿De los que con los restos del exprimido te sacan un licor?

    ResponderEliminar
  24. (con los restos y un poco de alcohol y tiempo para que se disuelva/transforme)

    ResponderEliminar
  25. Tú no te dedicas a esto, ¿verdad? xD

    ResponderEliminar
  26. No, un par de veces que vi a mi madre haciéndolo con cáscara de naranja, nada más. Soy abstemio

    ResponderEliminar