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lunes, 25 de abril de 2011

Oooohhhh... ...Oooohhh! ¡Mis lámparas Grönö!

A la nena se le está ocurriendo una idea... Por favor, vayan desalojando. xD

No, en serio. Hace un par de semanas que me siento un poco extraña. Apenas me apetece hablar con nadie (culpa mía) y ya que por fin terminé el dibujo que posteé en mi entrada anterior, me quedé vacía en cuanto a ideas artísticas. Tampoco me apetece nada escribir, supongo que por la misma razón por la que no me apetece hablar y hace ya tiempo que estoy dándole vueltas a algo.



Veréis, ¡me encanta Ikea! Desgraciadamente me pilla un poco lejos y nunca nos meten catálogos en casa porque vivimos en el culo del mundo (esto debe ser culpa mía también ¬¬), peeeeeeeeeeeero, como estoy renovando el cuarto de invitados de la otra casa (la situada en el culo del mundo, sí, esa), el que va a ser mi futuro estudio de grabación (wiiihh!) y el Ikea casualmente nos pilla de camino cuando vamos de una casa a la otra (mentira, pero yo hago que nos pille de camino, muajajajajaja xD) hace un tiempo fuimos a comprar algunas cosillas. Me compré un cojín (¿qué? Un caprichito. ¿Sabéis es cojín que tiene forma de corazón del que salen dos brazos? Sí, hombre, el favortio de Anne Igartuburu... ¡Pues ese!), unas estanterías para los libros (una en zig-zag negra, otra larga y negra y dos pequeñitas y blancas a las que quizá las haga un apaño), otras estanterías especiales para CD's (en casa "cedeses" xD) a las que giras y se convierten en estanterías para DVD's (o "deuvedeses" xD), una alfombra de pelo largo, una lamparita de estilo flexo pequeña para poner encima de la mesa y poder dibujar con luz cercana y... De repente nos dimos cuenta de que iba a tener que poner el ordenador en el suelo porque en mi nueva casa por aquel entonces no había mesa en la habitación, así que ya de paso, compramos una mesa y nos vinimos con unas cosillas pendientes para comprar que no había en ese momento (las estanterías pequeñas, un imán gigante para poner las fotos que me estáis mandando por carta y un sofá, que no cabía en el coche). Buah, nos teníais que haber visto, ahí, el par de dos, llamando a las cosas de Ikea por su nombre completo, como debe ser, con una pronunciación impecable: "¡Mami, quiero un Famnig Hjarta para el estudio!" "¿No tenéis la Kvart?" "Hmmmm, entonces me llevaré la Jansjo." Menos mal que allí todo el mundo está más o menos igual de perdido con el idioma... xD

Llegamos a casa y me puse a montar todo incluyendo cosas que compró mi madre y que no he nombrado. Luego cogí un libro, di la luz, me tumbé en la cama, lo abrí y saltaron los plomos de toda la casa xD Al día siguiente vino el electricista (a las 8:00, porque todo el mundo sabe que no se pueden arreglar cosas más allá de las 11:00 xD), cambió todas las bombillas y esa misma noche intenté leer por fin el libro. Luego dicen que los jóvenes no nos enganchamos a la lectura... Entré a la habitación con el libro en la mano, di la luz y volvieron a saltar los plomos xDD Al día siguiente vino el electricista y... ¿Sabéis lo que es un déjàvu? Pues eso. xD Así que al día siguiente fuimos a Ikea porque yo me negaba a encender esa lámpara de nuevo (cabe decir que se hacía de día en toda la casa cuando la encendía) y compramos unas lámparas nuevas, un par de lámparas Grönö que me servirían para ambas casas, una para cada habitación.

Digamos que Ikea me gusta por varias razones: Porque es barato, porque me parece que la gente de Suecia, Holanda, Noruega, Dinamarca... Es gente muy organizada y muy práctica (y si me equivoco me dejáis aquí con mi ignorancia que yo así soy feliz xD), porque montas tú los muebles (ays, tengo mi puntito bricomanía xD) y porque las cosas que compras además de chulas casi siempre son prácticas y tienden a ser tuneadas con relativa facilidad. Unas lámparas Grönö. Taaaaaaan blanquitas. Ahí, pidiéndome por favor que las saque de ese mundo de aburrimiento que es el vidrio blanco...

¿Os hacéis una idea de por dónde voy? :)

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